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viernes, 14 de abril de 2017

Martirologio Romano 14 de abril


SANTOS TIBURCIO,
VALERIO Y MÁXIMO,
Mártires

†martirizados hacia el año 229 en Roma

El precepto mío es que os améis unos a otros.
(Juan 15, 12)

  • En Roma, san Justino, mártir.
  • En Roma en el cementerio de Pretextato en la vía Apia, santos Tiburcio, Valeriano y Máximo, mártires.
  • En Antioquía de Siria, hoy Turquía, santas mártires Bernice y Prosdocia, vírgenes, y Domnina, su madre, que, en tiempo de persecución, para huir de las intenciones de algunos que buscaban doblegar su pureza, mientras buscaban la libertad en la fuga, encontraron el martirio en las aguas de un río
  • En oriente, san Ardalión, mártir.
  • En el desierto de Nitria, en Egipto, san Frontón, abad, que, junto con setenta compañeros, se retiró al desierto
  • En Lyon, en Francia, san Lamberto, obispo, que antes había sido monje y abad del monasterio de Fontanelle.
  • En Alejandría, en Egipto, santa Tomáide o Tomaides, mártir
  • En Elphin, en Irlanda, san Asaco, obispo, considerado como discípulo de san Patricio y primer obispo de esta Iglesia
  • En el monasterio de Tiron, junto a Chartres, en Francia, san Bernardo, abad, que llevó vida eremítica en bosques y en la isla Chausey, siendo maestro insigne de los discípulos que acudían a él en gran número, a los que encaminaba hacia la perfección evangélica
  • En Vilna, Lituania, santos Juan, Antonio y Eustacio, mártires.
  • En Aviñón, en Francia, san Benito, que, siendo adolescente, ejercía de pastor, hasta que se trasladó a esta ciudad y se dedicó, con la ayuda del preboste, a construir un puente sobre el Ródano, muy útil para los ciudadanos.
  • En Schiedam en Geldria, en la actual Holanda, santa Lidvina, virgen, que por la conversión de los pecadores y la liberación de las almas soportó con paciencia durante toda su vida la enfermedad del cuerpo, confiando sólo en Dios.
  • En Montemarano, de la Campania, san Juan, obispo, que se dedicó a ayudar a los pobres y a la santificación del clero.
  • En Tuy, de Galicia, en España, beato Pedro González, llamado vulgarmente “Telmo”, presbítero de la Orden de Predicadores, que trató de ser tan humilde como antes había deseado la gloria, entregándose a ayudar a los más humildes, sobre todo a marineros y pescadores


Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.




SANTOS TIBURCIO,
VALERIO Y MÁXIMO,
Mártires

Valerio, que se casó con Cecilia, fue por ésta convertido y consintió desde el primer día de casamiento en vivir en continencia perfecta. Él, a su vez, convirtió a su hermano Tiburcio, con quien después de haber distribuido sus bienes a los pobres, se dedicó a sepultar los cuerpos de los cristianos muertos por la fe. Conducidos ante Almaquio, prefecto de Roma, perseveraron en su fe y fueron decapitados. Máximo, que los conducía al suplicio, de tal modo fue movido por sus palabras y entereza que renunció a las supersticiones del paganismo y obtuvo con ellos la corona del martirio.



MEDITACIÓN
SOBRE LAS AMISTADES SANTAS

I. Ten caridad para con todos, pero no te vincules sino con pocos. Que tus amigos sean los amigos de Dios; si tales son, progresarás en la virtud en su compañía. Fieles son los amigos que temen a Dios; no sucede lo mismo con los que no le temen. En efecto, ¿cómo tendrían para contigo una fidelidad que no tienen para con Dios? ¿Te estarían más obligados que no lo están a Dios? ¿O esperarían de ti mayores recompensas? ¿Mayores castigos temerían, acaso, de tu parte?


II. El fin de tus amistades debe ser transcurrir suave y santamente tu vida, aprovechar el buen ejemplo y los saludables consejos de tus amigos y contribuir también, de tu parte, a su santificación. Si el comer bien, el interés o los placeres, son los motivos que te mueven para el cultivo de la amistad, no será ésta duradera. ¿Cómo trabajas para santificar a tus amigos? ¿Te haces más santo frecuentándolos? ¿No imitas más bien sus vicios que sus virtudes?


III. Resultado de estas amistades verdaderas debe ser que alivies a tus amigos en todas sus necesidades tanto espirituales cuanto temporales; debes sacrificar tus comodidades, tus bienes, tu vida misma, para sacarlos de la miseria y, con mayor razón, del pecado o de la ocasión de ofender a Dios. En fin, no te olvides nunca que Jesucristo debe siempre ocupar el primer lugar en todas tus amistades, que siempre sea su nudo y su lazo. Elige para amigo, antes que a todo otro, a Aquél que permanecerá siéndote fiel en el día de tu muerte, cuando todo lo demás te haya sido arrebatado (San Bernardo).



El buen ejemplo.
Orad por vuestros amigos.

ORACIÓN



Haced, oh Dios omnipotente, os lo rogamos, que celebrando la solemnidad de vuestros santos mártires Tiburcio, Valerio y Máximo, aprendamos a imitar sus virtudes. 
Por J. C. N. S.



Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.








Sea todo a la mayor gloria de Dios.

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