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lunes, 8 de junio de 2015

Martirologio Romano 8 de junio

SAN MEDARDO,
Obispo
n. alrededor del año 456 en Picardía, Francia;
† 8 de junio del año 545 en Noyón, Francia

Patrono de los cautivos; prisioneros; enfermos mentales; campesinos; viñedos. Se lo invoca para pedir por buenas cosechas; buen tiempo; lluvias. Protector contra el mal tiempo; encarcelamiento; esterilidad; dolores de muela.

SAN MEDARDO, Obispo

No queráis engañaros: Dios no puede ser burlado;
lo que el hombre sembrare, eso cosechará.
(Gálatas 6, 7-8)

  • En Aix de Francia, san Maximino, que fue el primer Obispo de aquella ciudad, y de quien es tradición que había sido discípulo del Señor.
  • El mismo día, santa Caliopa, Mártir, a quien, por confesar a Cristo, cercenaron los pechos, quemaron las carnes y revolcaron sobre tejuelas; y, al fin, decapitada, recibió la palma del martirio.
  • En York de Inglaterra, san Guillermo, Obispo y Confesor, el cual, entre otros milagros que Dios obra en su sepulcro, ha resucitado tres muertos; el Papa Honorio III le puso en el catálogo de los Santos.
  • En Soisons de Francia, el tránsito de san Medardo, Obispo de Noyón, cuya vida y preciosa muerte atestiguan sus gloriosos milagros.
  • En Rúan, san Gildardo, Obispo, que fue hermano del mismo san Medardo; los cuales, en un mismo día nacieron, en un mismo día fueron consagrados Obispos, y un mismo día, llevados de esta vida, fueron juntos al cielo.
  • En Sens, san Heraclio, Obispo.
  • En Metz de Francia, san Clodulfo, Obispo.
  • En el Piceno, san Severino, Obispo de Septémpeda.
  • En Cerdeña, san Salustiano, Confesor.
  • En Camerino, san Victorino, Confesor, que fue hermano del dicho san Severino, Obispo de Septémpeda.



Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.


SAN MEDARDO,
Obispo


San Medardo mostró, desde su infancia, una tierna compasión para con los pobres. Un día dio su traje a un pobre ciego; a menudo privábase de su comida para distribuirla a los necesitados. Fue obispo de Noyón en el año 530. No se limitó su celo a su diócesis: arrancó una parte de la diócesis de Tournay de la superstición e inmoralidad del paganismo. Suavizó las costumbres de los habitantes de Flandes, inspirándoles el amor de las máximas evangélicas. Llevando el rey Clotario su cuerpo, en sus hombros, para enterrarlo, viose que el cielo se entreabría para recibir el alma de San Medardo y para honrar la piedad del rey.




MEDITACIÓN
NO HAY QUE BURLARSE DE DIOS



I. Es burlarse de Dios no cumplir las promesas que le has hecho; es inferirle una afrenta que no osarías inferir a un hombre honrado; es despreciar su justicia y abusar de su bondad. Has prometido, en tu bautismo, renunciar a las pompas del demonio: ¿cómo cumples tus promesas? ¿Se podría, por tu conducta, reconocerte en un grupo de infieles? No sólo la fe, también las costumbres deben distinguir a un cristiano de un pagano (San Jerónimo).

II. Es burlarse de Dios no creer en su palabra; es dudar de su verdad, de su poder y de su bondad. Él ha dicho que es difícil para un rico entrar en el cielo; que los pobres son dichosos; que te dará el céntuplo de lo que hayas dado a los pobres. ¿Crees en todas estas verdades? Si estuvieras bien convencido de ellas, vivirías de muy distinta manera; y si crees en ellas sin practicarlas, es también burlarse de Dios, pero de manera mucho más injuriosa.

III. Es burlarse de Dios no querer darle sino el fin de tu vida, es decir, las sobras del mundo, del demonio y de los placeres. ¡Hermoso presente a Dios destinas cuando le dices: Me daré a Ti cuando esté ya cansado de los placeres o cuando la edad no me permita ya gozar de ellos! Te burlas de las recompensas eternas que Dios te prepara, puesto que no quieres emplear, para adquirirlas, sino los tristes días de la vejez: Ahora es, oh Dios mío, cuando quiero convertirme. ¿Hasta cuándo diré: Mañana, mañana, por qué no hoy? ¿Por qué no poner término desde ahora a mi vergüenza? (San Agustín).



La observancia de nuestros buenos propósitos.
Orad por el clero.


ORACIÓN
Haced, oh Dios omnipotente, que la augusta solemnidad de San Medardo, vuestro confesor y pontífice, aumente en nosotros el espíritu de piedad y el deseo de la salvación.
Por J. C. N. S.






Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.




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