CONMEMORACIÓN
DE SAN PABLO,
Apóstol y Mártir
n. alrededor del año 9 en Tarso de Cilicia;
† decapitado alrededor del año 69 en Roma
Patrono de los escritores y autores; periodistas y personal de editorial de periódicos; Roma; Acción Católica; personal de relaciones públicas; laicos; obispos misioneros; músicos; talabarteros. Protector contra las serpientes y sus mordeduras; granizo.
He peleado el buen combate, he terminado la carrera, he guardado la fe.
No me queda sino esperar la corona de justicia que me está reservada,
y que el Señor, justo Juez, me dará en el gran día,
a mí y a todos los que aman su venida.
(2 Timoteo 4, 7-8)
- La conmemoración de san Pablo Apóstol.
- En Roma, santa Lucina, discípula de los Apóstoles, la cual con sus haberes proveía a las necesidades de los Santos, visitaba los Cristianos encarcelados y se ocupaba en dar sepultura a los Mártires; junto a los cuales fue también ella enterrada en una cripta que había construido.
- En Roma también, santa Emiliana, Mártir.
- El mismo día, los santos Mártires Cayo, Presbítero, y León, Subdiácono.
- En Alejandría, el martirio de san Basílides, el cual, imperando Severo, por haber amparado a la Virgen santa Potamiena, a quien él mismo conducía al suplicio, contra la insolencia de unos hombres impúdicos, recibió de ella la recompensa de su piadoso servicio; porque, apareciéndosele ella misma al cabo de tres días y poniéndole una corona en la cabeza, no sólo le convirtió a Cristo, sino también, después de breve combate, le hizo con sus oraciones Mártir glorioso.
- En Limoges de Aquitania, san Marcial, Obispo, con dos Presbíteros, Alpiniano y Austricliniano, cuya vida resplandeció en gran manera por el don de milagros.
- En territorio de Vivares, en Francia, san Ostiano, Presbítero y Confesor.
- En Salánigo, territorio de Vicencia, san Teobaldo, Presbítero y Ermitaño, descendiente de los Condes de Champaña en Francia; a quien, el Papa Alejandro III, por la fama de santidad y milagros, puso en el catálogo de los Santos.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
CONMEMORACIÓN
DE SAN PABLO,
Apóstol y Mártir
¿Quién podría enumerar los trabajos emprendidos por San Pablo, los peligros que ha afrontado, los países que ha recorrido, los pueblos que ha conquistado para la verdad? Nada asusta a su flaqueza: sabe que todo lo puede en Aquél que lo conforta; nada detiene ni cansa a su celo: sabe que tendrá la eternidad para descansar; nada calma la sed que tiene de sufrir: sabe que los sufrimientos de aquí abajo nada son comparados con el peso de eterna gloria que será su recompensa en el cielo.
MEDITACIÓN
NUESTRAS BUENAS OBRAS NOS SIGUEN AL OTRO MUNDO
I. Llegaste a este mundo sin nada, sin nada ingresarás al seno de la tierra. ¿Para qué, pues, amontonar riquezas que habrá que abandonar? Dime, hazme el favor: ¿Qué valor atribuirás, en la hora de la muerte, a lo que hoy persigues tan afanosamente? Desde ese punto de vista has de considerar los bienes de la tierra, para estimarlos en su justo valor. Penétrate de los sentimientos que entonces tendrás, y muy pronto despreciarás lo temes y lo que amas al presente.
II. Tus buenas obras te seguirán. He aquí el único tesoro que te quedará, el único que podrá hacerte feliz por toda la eternidad. ¿Qué has hecho tú que merezca recompensa? ¿Aun tus mejores acciones no están, acaso, corrompidas por la negligencia, por la vanidad o por alguna mala intención? ¡Cuán de temer es que seas tú del número de aquellos que, despertando del sueño de esta vida, se encuentran con las manos vacías! Desprecia durante tu vida lo que no puedes tener después de tu muerte (San Bernardo).
III. Tus malas acciones tanto te seguirán como las buenas; te acusarán ante el tribunal de Dios. Tu pecado por todas partes te seguirá: contigo se presentará ante Dios para confundirte. ¿Qué harás entonces? ¿Qué excusa alegarás? Eres tú quien nos ejecutaste, somos tu obra, no te abandonaremos, iremos contigo al juicio (San Bernardo).
El pensamiento de la muerte.
Orad por los afligidos.
ORACIÓN
Oh Dios, que habéis instruido a la multitud de las naciones por la predicación del bienaventurado Pablo, Apóstol, haced que celebrando su nacimiento al cielo, experimentemos los efectos de su protección. Por J. C. N. S.
Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.
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