El martirio de Santa Emerenciana
EL BAUTISMO DE DESEO Y LOS PRINCIPIOS TEOLÓGICOS
(2000)
por el Padre Anthony Cekada
¿Que Principios deben seguir los Católicos para llegar a la Verdad?
A LO LARGO DE LOS AÑOS me he encontrado ocasionalmente con tradicionalistas, tanto laicos como clérigos, que siguieron las enseñanzas del difunto padre Leonard Feeney y el Centro San. Benito sobre el axioma "Fuera de la Iglesia no hay salvación". Aquellos que abrazan por completo la posición Feeneyita rechazan la enseñanza común católica acerca del bautismo de deseo y el bautismo de sangre.
Los católicos, sin embargo, no son libres de rechazar esta enseñanza, porque proviene del magisterio ordinario universal de la Iglesia. Pío IX declaró que los católicos están obligados a creer aquellas enseñanzas que los teólogos sostienen "pertenecen a la fe" y se someten a esas formas de doctrina comúnmente sostenidas como "Verdades y conclusiones teológicas".
En 1998, fotocopié material sobre el bautismo de deseo y de sangre de las obras de veinticinco teólogos de antes del Vaticano II (incluidos dos Doctores de la Iglesia), y los reuní en un dossier. Todos, por supuesto, enseñan la misma doctrina.
Detrás del rechazo Feeneyita de esta doctrina se encuentra un rechazo de los principios que Pío IX estableció, los que forman la base para toda la ciencia de la teología. El que rechaza estos criterios rechaza los fundamentos de la teología católica y construye una teología peculiar propia, en donde su propia interpretación de los pronunciamientos papales es tan arbitrario e idiosincrásico como la interpretación de la Biblia de un Bautista libre pensador. Por eso es completamente inútil discutir con esa persona sobre el bautismo de sangre y de deseo, porque él no acepta el único criterio sobre el cual debe juzgarse un asunto teológico.
Lo que sigue son notas de una conferencia del 15 de julio de 2000 en la que dí respuesta acerca de los principios que se aplicarán al examinar la cuestión del bautismo de deseo y de sangre. Las fotocopias del dossier mencionado está disponible en nuestra oficina por un pequeño cargo.
Sección I
¿QUÉ PRINCIPIOS EXIGE LA IGLESIA QUE UD. SIGA?
I. Debemos seguir las enseñanzas magisterio solemne y del ordinario universal de la Iglesia (Concilio Vaticano I)
A. Principio General
[Del objeto de la fe]. Ahora bien, deben creerse con fe divina y católica todas aquellas cosas que se contienen en la palabra de Dios escrita o tradicional, y son propuestas por la Iglesia para ser creídas como divinamente reveladas, ora por solemne juicio, ora por su ordinario y universal magisterio. Concilio Vaticano I, Constitución Dogmática sobre la Fe Católica (1870), DZ 1792.
B. El Código de Derecho Canónico impone la misma obligación (Canon 1323.1)
C. En consecuencia, estamos obligados a creer con fe divina y católica aquellas cosas:
1. Contenidas en las escrituras o en la Tradición,
2. Propuestas para ser creídas como divinamente reveladas por la autoridad de la Iglesia ya sea mediante:
a. Pronunciamientos solemnes (Concilio Universal o por los papas ex cathedra)
b. Magisterio Universal Ordinario (enseñanza de los obispos en unión con el Papa, un concilio, o enseñado universalmente.)
D. Esto no es "opcional" o "cuestión de opinión".
• Esto define el objeto de la fe - lo que estamos obligados a creer.
• Más aún es de fide definita — un pronunciamiento solemne, infalible e inalterable.
II. Debemos creer aquellas enseñanzas del magisterio universal ordinario sostenidas por los teólogos como pertenecientes a la fe. (Pío IX).
• “Porque aunque se tratara de aquella sujeción que debe prestarse mediante un acto de fe divina; no habría, sin embargo, que limitarla a las materias que han sido definidas por decretos expresos de los Concilios ecuménicos o de los Romanos Pontífices y de esta Sede, sino que habría también de extenderse a las que se enseñan como divinamente reveladas por el magisterio ordinario de toda la Iglesia extendida por el orbe y, por ende, con universal y constante consentimiento son consideradas por los teólogos católicos como pertenecientes a la fe.” Tuas Libenter (1863), DZ 1683.
III. Debemos someternos a las decisiones doctrinales de la Santa Sede y a otras formas de doctrina comúnmente sostenidas como verdades y conclusiones teológicas (Pío IX).
A. Principio General
• “Mas como se trata de aquella sujeción a que en conciencia están obligados todos aquellos católicos que se dedican a las ciencias especulativas, para que traigan con sus escritos nuevas utilidades a la Iglesia; de ahí que los hombres del mismo congreso deben reconocer que no es bastante para los sabios católicos aceptar y reverenciar los predichos dogmas de la Iglesia, sino que es menester también que se sometan a las decisiones que, pertenecientes a la doctrina, emanan de las Congregaciones pontificias, lo mismo que a aquellos capítulos de la doctrina que, por común y constante sentir de los católicos, son considerados como verdades teológicas y conclusiones tan ciertas, que las opiniones contrarias a dichos capítulos de la doctrina, aun cuando no puedan ser llamadas heréticas, merecen, sin embargo, una censura teológica de otra especie.” Tuas Libenter (1863), DZ 1684.
B. En consecuencia debemos adherir a lo siguiente:
1. Decisiones doctrinales de las congregaciones vaticanas (v.gr, El Santo Oficio).
2. Formas de doctrina sostenidas como:
a. Verdades y conclusiones teológicas;
b. Tan ciertas que la oposición a éstas merece alguna clase de censura teológica diversa a la de "herejía".
IV. Debemos rechazar las siguiente proposiciones condenadas acerca de esta materia:
A. Los teólogos han obscurecido principales verdades de nuestra fe. (Condenada por Pío VI.)
“La proposición que afirma: que en estos últimos siglos se ha esparcido un general oscurecimiento sobre las verdades de más grave importancia, que miran a la religión y que son base de la ley de la doctrina moral de Jesucristo, es herética.” Auctorem Fidei (1794) DZ 1501.
B. Los católicos están obligados a creer sólo aquellas cosas propuestas infaliblemente como dogmas. (Condenado por Pío IX.)
“Así, pues, todas y cada una de las depravadas opiniones y doctrinas que en estas nuestras Letras están particularmente mencionadas, por nuestra autoridad apostólica las reprobamos, proscribimos y condenamos, y queremos y mandamos que por todos los hijos de la Iglesia Católica.."
“22. La obligación que liga totalmente a los maestros y escritores católicos, se limita sólo a aquellos puntos que han sido propuestos por el juicio infalible de la Iglesia como dogmas de fe que todos han de creer. Proposición Condenada - Encíclica Quanta Cura y Syllabus de Errores (1864), DZ 1699, 1722.
C. No existe obligación de someterse a las encíclicas, pues los papas no están ejercitando su supremo poder. (Condenada por Pío XII.)
Tampoco ha de pensarse que no exige de suyo asentimiento lo que en las Encíclicas se expone, por el hecho de que en ellas no ejercen los Pontífices la suprema potestad de su magisterio; puesto que estas cosas se enseñan por el magisterio ordinario, al que también se aplica lo de quien a vosotros oye, a mí me oye [Lc. 10, 16], y las más de las veces, lo que en las Encíclicas se propone y se inculca, pertenece ya por otros conceptos a la doctrina católica.” Humani Generis (1950), DZ 2313.
Sección II
POR QUÉ LA IGLESIA REQUIERE QUE USTED
CREA O ADHIERA A LAS DOCTRINAS
COMÚNMENTE ENSEÑADAS POR SUS TEÓLOGOS
Resumen traducido por el padre Cekada de Fr. Reginald-Maria SCHULTES OP, "De Catholica Ecclesia: Praelectiones Apologeticae" [La Iglesia Católica: Conferencias apologéticas ], 2 º. Ed., París: Lethielleux, 1931, págs. 667ff. Este libro fue usado por los estudiantes para el doctorado en teología en las universidades romanas en los 1900s tempranos. El p. Schultes sostuvo el más alto grado teológico en la orden Dominicana (OPS Th Magister), y fue profesor en la Universidad Pontificia del Angelicum de Roma. Las secciones marcan con asteriscos (*) = comentarios adicionales por el padre Cekada.
I. Conceptos Introductorios.
A. Definición de Teólogo: "Hombres instruidos que después del tiempo de los padres de iglesia científicamente enseñaron la Doctrina Sagrada en la iglesia".
1. en la iglesia = en unión con la iglesia, ya sea: (a) Una misión específica de la Iglesia o (b) con el consentimiento de la Iglesia, ya sea expreso o tácito.
2. doctrina: Sea dogma o moral.
B. Clases de teología.
1. positiva: investiga y expone el contenido de la escritura y los padres.
2. Escolástica: busca la comprensión de la fe a través del uso de la razón, de las escrituras, de los padres de la Iglesia, la razón (silogismos) y los principios filosóficos (para la explicación de la revelación, elaborar conclusiones y formular definiciones).
C. "La Educación y la Carrera de un Teólogo"
• Seminario menor: 6 años. Latín, humanidades.
• Filosofía: 2 – 3 años. Lógica, metafísica, cosmología, psicología, criteriología, etcetera.
• Teología estudiada en una Universidad Pontificia: Dogmática, Moral, Cursos de pastoral estudiados por el clero ordinario por 4-5 años. (En 1 º año, los criterios para resolver cuestiones teológicas). Grado de Licenciado en Sagrada Teología. Ordenación sobre la edad 25 años. Estudios de doctorado, 2-4 años. Investigación, tesis, defensa pública de la tesis doctoral ante examinadores de una Universidad Pontificia. Grado de Doctor en Sagrada Teología.
• Carrera Temprana: Impartición de cursos universitarios de pregrado. Asistencia a profesores seniors en la investigación. Redacción e investigación de artículos propios. Publicación de artículos en revistas. (Todos son examinados por profesores y se deben revisar por los superiores eclesiásticos, y dado el Imprimatur.) Revisión por una Facultad superior.
• Carrera Media: (si tiene éxito). Asistente de Cátedra en una Universidad Pontificia. Selección como autor asociado de un importante trabajo por un reconocido teólogo. Constante investigación y publicación de artículos en los revistas especializadas. (Con revisión y aprobación eclesiástica).
• Carrera posterior: (si tiene éxito). Cátedra completa en una Universidad Pontificia. Autoría de una obra considerada un aporte significativo en un campo particular. Constante investigación y publicación de artículos en revistas especializadas. (Con revisión y aprobación eclesiástica).
• La cima de la colina: (sólo los mejores.) Jefe de un departamento en una Universidad Pontificia. Autor de un manual de varios volúmenes en teología dogmática o moral que se considera una contribución excepcional en su campo y en los seminarios y universidades en todo el mundo. Nombramiento por el Papa como un Consultor para uno de los departamentos de la Curia Romana. Invitación a elaborar una encíclica o en la legislación papal. El capelo cardenalicio. La canonización. El título de "Doctor de la iglesia".
• Conclusión a extraer: los teólogos que fueron reconocidos como los mejores en sus campos antes de Vaticano II poseían un conocimiento y experiencia, en la doctrina católica, que era abrumadoramente superior a la de un laico o la de un sacerdote promedio de una parroquia.
II. Oponentes a la Autoridad de los Teólogos.
A. Humanistas. (Principios sobrenaturales rechazados. Poner al hombre en el centro del universo.)
B. Protestantes. (Teologías rechazadas que los teólogos defendieron)
1. Lutero. La teología escolástica es "ignorancia de la verdad y falsedad inane ".2. Melancthon. La teología escolástica es "el Evangelio oscurecido, la fe extinguida ".C. Jansenistas. (Afirmaron que los teólogos "oscurecieron la doctrina revelada").
D. Modernistas, liberales racionalistas. (Rechazan la naturaleza inmutable de verdad.)
III. Doctrina de la Iglesia sobre este asunto.
A. Pronunciamientos papales.
1. Pio VI. Condena las siguientes proposiciones del Sínodo de Pistoia (1794):
a. La invectiva con que el Sínodo ataca a "la Escolástica, como la que abrió el camino para inventar sistemas nuevos y discordantes entre sí acerca de las verdades de mayor precio y que finalmente condujo al probabilismo y al laxismo". DZ 1576.
b. "La aserción que ataca con denuestos e injurias las sentencias que se discuten en las escuelas católicas y sobre las cuales la Sede Apostólica nada ha juzgado todavía que deba definirse o pronunciarse, " DZ 1579.
c. "La proposición que afirma: que en estos últimos siglos se ha esparcido un general oscurecimiento sobre las verdades de más grave importancia, que miran a la religión y que son base de la ley de la doctrina moral de Jesucristo, es herética". DZ 1501.
2. Pius IX. Reprueba a aquellos que rechazan las enseñanzas de teología escolástica:
• "Tampoco ignorábamos que en Alemania ha cobrado fuerza la opinión falsa en contra de la antigua Escuela y contra la doctrina de aquellos sumos Doctores [v. 1713] que por. su admirable sabiduría y santidad de vida venera la Iglesia universal. Por esta falsa opinión, se pone en duda la autoridad de la Iglesia misma, como quiera que la misma Iglesia no sólo permitió durante tantos siglos continuos que se cultivara la ciencia teológica según el método de los mismos doctores y según los principios sancionados por el común sentir de todas las escuelas católicas; sino que exaltó también muy frecuentemente con sumas alabanzas su doctrina teológica y vehementemente la recomendó como fortísimo baluarte de la fe y arma formidable contra sus enemigos...". Tuas libenter, 1863, DZ 1680.
3. Leo XIII. Prescribe el uso de Santo Tomás y sus métodos.
B. Práctica de la Iglesia.
1. Condenar doctrinas contrarias a las enseñanzas de los teólogos.
2. Aplicación de la doctrina y métodos escolásticos en sus pronunciamientos.
3. Declaración de teólogos como Doctores de la Iglesia. (Ss. Tomás, Buenaventura, etc.)
C. El Código de Derecho Canónico.
• "Los profesores han de exponer la filosofía racional y la teología e informar a los alumnos en estas disciplinas ateniéndose por completo al método, al sistema y a los principios del Angelico Doctor, y siguiéndolos con toda fidelidad". (CIC 1971, Canon 1366.2)
IV. Tesis: La enseñanza unánime de los teólogos en asuntos de fe y moral establece la certeza para la prueba de un dogma.
A. Primera prueba: la vinculación entre los teólogos y la Iglesia.
1. Como hombres que estudian la ciencia teológica, los teólogos tiene solo autoridad científica e histórica. Pero como sirvientes, órganos y testigos de la Iglesia, poseen una autoridad que es a la vez dogmática y cierta.
2. La doctrina de la iglesia en asuntos de fe y moral posee una autoridad que es dogmática y cierta. (a) La enseñanza unánime de los teólogos testifica y expresa la doctrina de la Iglesia, porque la Iglesia acepta la enseñanza común de los teólogos como verdadera y propia cuando ella tácita o expresamente la aprueba. (b) Los teólogos como ministros y órganos de la Iglesia instruyen a los fieles en las doctrinas de la fe. Entonces, de hecho esas cosas predicadas, enseñadas, sostenidas y creídas son aquellas que los teólogos proponen y enseñan.
3. Y así, debido a la vinculación de los teólogos con el Iglesia, su acuerdo sobre una doctrina tiene una autoridad que es a la vez dogmática y cierta, porque de lo contrario la autoridad de la misma Iglesia estaría en peligro, porque ella admitió, fomentó o aprobó la doctrina [falsa] de los teólogos.
4. Esta prueba se confirma porque la autoridad dogmática de los teólogos es negada por todos aquellos y solo aquellos que: (a) niegan o rehúsan admitir la autoridad dogmática de la Iglesia; o (b) Al menos se niegan a considerar la conexión de los teólogos con la Iglesia. No es de extrañar que todos los enemigos de la Iglesia o la verdad católica sean asimismo enemigos de la teología católica.
B. Segunda prueba: principios falsos detrás de argumentos opuestos.
• Los opositores niegan la autoridad dogmática de los teólogos al: (1) Romper el vínculo entre la Iglesia y los teólogos, o por lo menos negando o disminuyendo la autoridad dogmática de la Iglesia misma. (2) Directamente oponerse a la doctrina católica que los teólogos proponen y defienden (3) Intentar introducir una filosofía errónea u otros conceptos falsos e incompatibles con la enseñanza de la fe.
C. Tercera prueba: los efectos
• La enseñanza de los teólogos, especialmente los escolásticos, explica mejor y defiende la doctrina de la fe, la nutre y la engendra, ayuda y perfecciona la vida cristiana. De lo contrario, siempre y en la medida en que la doctrina de los teólogos sea abandonada, especialmente la de los teólogos escolásticos, errores teológicos, de hecho herejías, se levantan, y la vida cristiana decae. Toda la historia eclesiástica es testigo de esto, desde la Edad Media hasta nuestro propio tiempo. Por un lado, la magnífica explicación y elucidación de la doctrina cristiana por los teólogos escolásticos, aprobada y aclamada por la Iglesia, cuyo trabajo es juzgar la verdad de la doctrina teológica, y la fe y su vida cristiana ejemplar. Por otro lado, la herejías, los errores teológicos, el declive de la vida cristiana, todo está demostrado por la historia de los protestantes, los bayanistas, Jansenistas, modernistas y otros oponentes de las recientes escuelas teológicas.
V. Objeciones y respuestas. (A-C: Padre Schultes; D-E: Padre Cekada)
A. Luego los teólogos, "crean" doctrinas. "No es el trabajo de los teólogos el determinar si alguna doctrina es 'de fide', 'cierta' o 'Católica'."
• Respuesta: los teólogos no 'determinan' si acaso alguna doctrina es 'de fide', 'cierta' o católica'. Simplemente demuestran, manifestan o dan testimonio de que una doctrina particular es 'de fide', 'cierta' o 'católica'.
B. Pero los teólogos erraron en el pasado... "A lo largo de la historia, los teólogos cometieron varios errores y luego discutieron sobre asuntos graves entre ellos".
• Respuesta: dejo pasar la acusación acerca de que los teólogos escolásticos han errado en ciertas cuestiones de fe. Nunca defendieron, sin embargo, unánimemente un error como doctrina de fe.
C. No pueden explicar de manera confiable el significado de la doctrina definida. "Los teólogos son testigos confiables de una doctrina definida por la Iglesia. Pero no son testigos confiables del significado de un doctrina que proponen. En esto, deben considerarse solo privados maestros, interpretando el dogma y aplicándolo de acuerdo con su propia filosofía."
• Respuesta: los teólogos son testigos no solo de si una doctrina está definida, sino también de su significado. (a) Al explicar y determinar el significado de los dogmas, los teólogos se consideran maestros privados con respecto a los métodos que usan (argumentos, etc.), pero no cuando proponen una doctrina como de fe o de la Iglesia, a pesar de que expresen su significado a otras personas usando otros conceptos y fórmulas. (b) La opinión contraria obviamente peca contra la enseñanza de la Iglesia con respecto a la autoridad de los teólogos (c) Además, es absurdo afirmar que los Padres de la Iglesia y sus teólogos erraron al exponer y explicar el significado de la doctrina de la fe. Esta opinión involucra el error jansenista de que la fe ha sido "oscurecida" en la Iglesia.
D. Los Teólogos y el Vaticano II. "Las enseñanzas de los teólogos eran responsables de los errores doctrinales del Vaticano II. Porque estos teólogos estaban errados y rechazamos sus enseñanzas, también somos libres rechazar la enseñanza de teólogos anteriores si una enseñanza 'no tiene sentido 'para nosotros".
• Respuesta: El grupo de teólogos europeos modernistas, principalmente responsables de los errores del Vaticano II eran enemigos de la tradición teológica escolástica y habían sido censurados o silenciados por la Autoridad de la iglesia: Murray, Schillebeeckx, Congar, de Lubac, Teilhard, etc. Cuando las restricciones fueron eliminadas bajo Juan XXIII, fueron capaces de difundir sus errores libremente. En todo caso, el hecho de que habían sido silenciados anteriormente demuestra la vigilancia, de la Iglesia, en contra el error en los escritos de sus teólogos.
E. "Interpretación privada de los pronunciamientos magisteriales. "Yo creo que los pronunciamientos infalibles de la Iglesia son bastante claros. No necesito "interpretaciones" ni explicaciones de teólogos. yo simplemente tomo todo literalmente ".
• Respuesta: Las interpretaciones del tipo "hágalo usted mismo" y las explicaciones de los textos son para protestantes, no para los católicos. La teología es una ciencia que opera bajo la atenta mirada de la Iglesia, no es está "liberada", para cada católico con una traducción del Denziger. Como cualquier otra ciencia, la teología opera de acuerdo con criterios reconocidos y objetivos que utilizan los expertos para llegar a la verdad sobre diversas proposiciones. Entonces, si no está entrenado en la ciencia, no le corresponde aparecer con sus propias interpretaciones, para los pronunciamientos del magisterio. En el mejor de los casos, terminará pareciendo ignorante; en el peor, terminará siendo un hereje.
EXPLICACIÓN ADICIONAL DE OTRO TEÓLOGO
Tesis 21. El consenso de los teólogos en materia de fe y moral es un criterio cierto de Tradición divina.
A. Valor Dogmático de esta Tesis. Es:
1. Doctrina Católica. (De la enseñanza de Pío IX citada arriba)
2. Teológicamente Cierto (De la práctica de Trento y el Vaticano I)
B. Prueba de la Tesis.
1. Premisa mayor. El consentimiento de los teólogos en materia de fe y moral está tan íntimamente conectado con la enseñanza de la Iglesia que un error en el consenso de los teólogos necesariamente llevaría a toda la Iglesia al error.
2. Premisa menor. Pero toda la Iglesia no puede errar en la fe y moralidad. (La Iglesia es infalible)
3. Conclusión. El consenso de los teólogos en materia de fe y moral es un criterio cierto de Tradición divina.
C. Pruebas de la premisa mayor.
1. Citación de obras teológicas. Papas, obispos, etc., desde el Siglo VIII en adelante se enseñó el material que extrajeron de los escritos de los teólogos.
2. Supervisión. Desde los siglos XII-XVI, la Iglesia fundó, dirigió y supervisó a todas las escuelas teológicas.
3. Legislación. Desde el tiempo de Trento, los trabajos teológicos fueron utilizados en seminarios los cuales fueron supervisados por obispos y Papas.
4. Consulta. La Iglesia usó a los teólogos como sus consultores para asuntos doctrinales.
5. Aprobación implícita. La Iglesia aprueba implícitamente el contenido de las obras de los teólogos al no censurarlas, lo que está obligada a hacer en caso de errores teológicos.
6. Recomendación. Los escritos de varias escuelas teológicas son elogiados por los papas y presentados como ejemplos a imitar.
Sección III
TEÓLOGOS ANTES DEL VATICANO II QUE ENSEÑAN
EL BAUTISMO DE DESEO Y DE SANGRE.
(Del dossier con 122 páginas de material fotocopiado)
.
La tabla adjunta contiene una lista de teólogos que antes del Vaticano II, enseñan el bautismo de deseo (= desiderii, flaminis, en voto, etc.) y el bautismo de sangre (= sanguinis, martyrii, etc.), junto con una referencia de página al dossier fotocopiado que preparé. Dos, San Alfonso María de Ligorio y San Roberto Belarmino, son Doctores de la Iglesia. Muchos más de tales teólogos pueden ser encontrados fácilmente Estos fueron simplemente las obras de mi biblioteca privada.También se indica la categoría teológica (si la hay) que cada teólogo ha asignado a la enseñanza sobre el bautismo de sangre y el bautismo de deseo Esta "categoría" en teología (también llamada "Nota", "calificación", etc.) indica cuán cerca está la enseñanza de las verdades que Dios ha revelado y nos obliga a creer -si es "teológicamente cierto", "doctrina católica", de fide (de fe), etc. (Algunos teólogos simplemente enseñan las doctrinas, y no asignan categorías).
Sección IV
CONCLUSIONES DE LO ANTERIOR,
SOBRE EL BAUTISMO DE DESEO Y DE SANGRE
1. Los veinticinco teólogos enseñan el bautismo de sangre y de deseo, y ninguno rechaza su enseñanza, entonces ambas doctrinas se mantienen de común acuerdo.
2. Algunos teólogos categorizan las doctrinas como teológicamente ciertas.
3. Algunos teólogos categorizan las doctrinas como doctrinas católicas.
4. Algunos teólogos categorizan las doctrinas como de fide (de fe).
Sección V
APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DEL PAPA PÍO IX
A LA ENSEÑANZA DE ESTOS TEÓLOGOS
1. Principio general (de Pío IX, secc. I: II-III arriba): Todos los católicos están obligados a adherirse a una enseñanza si los teólogos la sostienen de común acuerdo, o la tienen como de fide, o doctrina católica, o teológicamente cierta.
2. Hecho particular (de las secs. III, IV más arriba, como se documenta en dosier):
Pero, los teólogos católicos tienen la enseñanza sobre el bautismo de deseo y de sangre de común acuerdo, o sosteniéndolo como de fide, o doctrina católica, o teológicamente cierta.
3. Conclusión (1 + 2): Por lo tanto, todos los católicos están obligados a adherirse a lo enseñando sobre el bautismo de deseo y el bautismo de sangre.
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Apéndice
(Ludwig Ott, Manual de Teología Dogmática)
Grados de Certeza Teológica
1.-Tienen el supremo grado de certeza las verdades reveladas inmediatamente. El asenso de fe que a ellas se presta radica en la autoridad misma del Dios revelador (fides divina), y cuando la Iglesia garantiza con su proclamación que se hallan contenidas en la revelación, entonces dichas verdades se apoyan también en la autoridad del magisterio infalible de la Iglesia (fides católica). Cuando son propuestas por medio de una definición solemne del Papa o de un Concilio Universal, entonces son verdades de fe definida (de fide definita).
2.-Las verdades católicas o doctrinas eclesiásticas sobre las que ha fallado de forma definitiva el magisterio infalible de la Iglesia hay que admitirlas con un asenso de fe que se apoya únicamente en la autoridad de la Iglesia (fe eclesiástica). La certidumbre de estas verdades es infalible como la de los dogmas propiamente dichos.
3.-Verdad próxima a la fe (fidei proxima), es una doctrina considerada casi universalmente por los teólogos como verdad revelada, pero que la Iglesia no ha declarado todavía como tal de forma definitiva.
4.-Una sentencia perteneciente a la fe o teológicamente cierta (“ad fidem pertinens vel theologice certa”) es una doctrina sobre la cual no ha hecho todavía manifestaciones definitivas el magisterio eclesiástico, pero cuya verdad está garantizada por su conexión íntima con la doctrina revelada (conclusiones teológicas).
5.-Sentencia común es una doctrina que, aunque todavía cae dentro del campo de la libre discusión, es sostenida generalmente por todos los teólogos.
6.-Opiniones teológicas de inferior grado de certeza son las sentencias probables, más probable, bien fundada y la llamada sentencia piadosa, por tener en cuenta la piadosa creencia de los fieles (“sententia probabilis, probabilior, bene fundata, pia”). El grado ínfimo de certeza lo posee la opinión tolerada, que sólo se apoya en débiles fundamentos, pero es tolerada por la Iglesia.
A propósito de la declaraciones del magisterio eclesiástico, hay que tener en cuenta que no todas las manifestaciones de dicho magisterio en materia de fe y costumbres son infalibles, y por tanto, irrevocables. Son infalibles únicamente las declaraciones del Concilio Ecuménico que representa al episcopado en pleno y las declaraciones del Romano Pontífice cuando habla ex cathedra; cf. Dz 1839. El magisterio del Romano Pontífice en su forma ordinaria y habitual no es infalible. Tampoco las decisiones de las congregaciones romanas (Congregación para la Doctrina de la Fe, Comisión Bíblica), son infalibles. No obstante, hay que acatarlas con interno asentimiento (assensus religiosus) motivado por la obediencia ante la autoridad del magisterio eclesiástico. No es suficiente como norma general el llamado respetuoso silencio. Excepcionalmente puede cesar la obligación de prestar el asenso interno cuando un apreciador competente, después de examinar reiterada y concienzudamente todas las razones, llega a la convicción de que la declaración radica en un error.Dz 1684, 2008, 2123.
Apéndice añadido por Cristo Vuelve
Fuente: Traditionalmass
Traducción: Cristo Vuelve
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Traducción: Cristo Vuelve
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