jueves, 31 de diciembre de 2015

Hora Santa: Año Nuevo





HORA SANTA AÑO NUEVO 

Para rezar en familia



R.P. Mateo Crawley-Boevey SS.CC
(1875-1960)



(Esta Hora Santa podría servir especialmente para comenzar el Año Nuevo, según el verdadero espíritu del Sagrado Corazón de Jesús, y para consagrárselo a su gloria. Este mismo método podría también ser muy útil en determinadas ocasiones, en ciertas horas decisivas y solemnes “del año o de la vida”, como, por ejemplo, en vísperas de contraer matrimonio o como preparación inmediata para ingresar al convento, al abrazar la vida religiosa. Podría, asimismo, ser de gran provecho “durante los ejercicios de un retiro”, para iniciar en ellos una etapa de vida espiritual nueva y más intensa)
He aquí que se levanta con la aurora del Año Nuevo el verdadero Sol de paz, de esperanza y de amor: el Corazón Divino de Jesús, sol de una nueva vida para su gloria y nuestra dicha… ¡Gloria a Él en las alturas, gloria a Él y sólo a Él aquí en la tierra!…
Adveniat, adveniat, adveniat regnum tuum!… ¡Venga a nos tu reino de paz, de amor y de justicia!”…
Es preciso que el año que comienza marque una nueva etapa de triunfo en el avance victorioso, social e íntimo del Corazón de Jesús…
Y ahora pongámonos en su presencia soberana mediante un acto de fe y de profunda adoración… A dos pasos de nosotros está el Maestro muy amado… Su Corazón nos llama, nos aguarda… quiere hablarnos con santa intimidad… Escuchemos aquella voz cuyas armonías deliciosas inundan de júbilo la eternidad del cielo…
(Que haya gran recogimiento, pues el Señor no habla a corazones disipados, distraídos).
Jesús. “Pax vobis!”. ¡Que mi paz sea con vosotros todos, hijitos míos! Os la traigo grande y hermosa para vuestras almas que sufren, que luchan…, para todos los de buena voluntad…
Pax vobis!”. Sí, os la traigo Yo mismo para vuestros hogares enlutados por el dolor, heridos por las desgracias, patrimonio obligado de este valle de lágrimas…
Pax vobis!…”. Os la traigo para la sociedad doliente en cuyo seno vivís, pues bien sé Yo cuánta necesidad tiene de renovarse en el espíritu de mi Evangelio, de ser en espíritu y en obras la heredad de mi Corazón sacrosanto… Os la traigo para vuestra patria. ¡Oh!, pedidme que ésta llegue a ser para Mí, la Jerusalén de mis amores, la Jerusalén del Domingo de Ramos…
Pax vobis!…”. Os traigo mi paz profunda, celestial y victoriosa, para la Iglesia siempre combatida… Rogad por Ella, pedid, hijitos míos, que llene los graneros de mi Padre celestial con una cosecha rica y escogida de almas, de familias…
Venid, amigos del alma, acercaos; no temáis como los apóstoles: acercaos más, mucho más…: buscad la dichosa intimidad del Corazón de vuestro Rey, de vuestro Hermano, de vuestro Amigo…: no temáis… Yo soy vuestro Jesús. Sí, acercaos con tal intimidad que toquéis las llagas de mis pies y de mis manos…; acercaos y penetrad en la llaga del Costado… ¡Oh!, poned en ella con confianza la mano querida, y más: entrad profundamente en ella con el alma y quedad ahí; abismaos para siempre en esta herida, morada vuestra en el tiempo y en la eternidad… Yo no he cambiado, hijitos míos no: soy el mismo dulce Jesús, bueno, misericordioso, nacido de la Virgen María, vuestra Madre… Soy realmente hijo suyo…; somos, pues, hermanos muy queridos: no me temáis.
Y ahora, sin recelos y con un corazón abierto, dócil, agradecido, aceptad en la alborada de este Año Nuevo, como obsequio y prenda de mi amor, como lección de mi sabiduría, un pensamiento grave, una reflexión austera y dulce a la vez y que os pido coloquéis como fundamento sobrenatural del camino que se inicia hoy…
Para recoger con fruto, consoladores míos, esta enseñanza que condensa todo mi Evangelio, para que sea realmente provechosa para este año y para la vida, vaciad ante todo el corazón, aligerad el alma de todo lo terreno y saboread en seguida la lección que quiero daros, en un gran recogimiento de espíritu… Oídme:
Almas amadísimas, hijos de mi Sagrado Corazón, meditad esta palabra, os la propone vuestro Dios: “Un año transcurrido quiere decir un año menos en la vida del tiempo, y un año más cerca del abismo de vuestra eternidad…”.

Martirologio Romano 31 de diciembre


SAN SILVESTRE
Papa
† hacia el año 335 en Roma

SAN SILVESTRE, Papa

He combatido con valor, he concluido la carrera, he guardado la fe.
Nada me resta sino aguardar la corona de justicia que me está reservada.
(2 Timoteo 4, 7-8)


  • En Roma, el tránsito de san Silvestre I, Papa y Confesor, el cual bautizó al Emperador Constantino el Grande y confirmó el Concilio Niceno, y después de llevar a cabo santísimamente otras muchas empresas, murió en paz.
  • También en Roma, en la vía Salaria y cementerio de Priscila, lassantas Mártires Donata, Paulina, Rústica, Nominanda, Serótina, Hilaria y sus Compañeras.
  • En Sens, los santos Sabiniano, Obispo, y Potenciano, que, enviados allá por el Pontífice Romano a predicar, ilustraron aquella metrópoli con el martirio de su confesión.
  • En Catania de Sicilia, el suplicio de los santos Esteban, Ponciano, Átalo, Fabiano, Cornelio, Sexto, Floro, Quinciano, Minervino y Simpliciano.
  • En Sens, santa Columba, Virgen y Mártir, la cual, superado el tormento del fuego, en la persecución del Emperador Aureliano, fue pasada a cuchillo.
  • El mismo día, san Zótico, Presbítero Romano, el cual fue a Constantinopla, y allí se encargó de sustentar los huérfanos.
  • En Ravena, san Barbaciano, Presbítero y Confesor.
  • En la aldea del Lalovesco, diócesis de Viena, en el Delfinado, el tránsito de san Juan Francisco Regis, Sacerdote de la Compañía de Jesús y Confesor, varón de eximia caridad y paciencia en procurar la salvación de las almas; a quien el Papa Clemente XII puso en el catálogo de los Santos.
  • En Reciaria, San Kermes, Exorcista.
  • En París, santa Catalina Labouré, Virgen, de la Compañía de Hijas de la Caridad; la cual favorecida por la Inmaculada Madre de Dios con la singular manifestación de la sagrada Medalla, fue insigne por las virtudes y milagros. El Papa Pío XII la puso en el número de las santas Vírgenes.
  • El mismo día, santa Melania, la más joven, que con su marido Piniano, se retiró de Roma y se fue a Jerusalén, y allí, ella entre las mujeres consagradas a Dios, y él entre los Monjes, vivieron vida religiosa, y ambos descansaron con santo fin.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.



SAN SILVESTRE
Papa

San Silvestre I se había distinguido por su celo y su caridad durante la primera persecución. Subió a la cátedra de San Pedro en el año 314, menos de un año después del edicto de Milán, que concedía la paz a la Iglesia. Recibió de Constantino el palacio de Letrán y en él estableció su morada, así como la basílica principal de Roma. El mismo año envió delegados al Concilio de Arlés, donde fueron condenados los donatistas, y después, en el año 325, al Concilio general de Nicea, que anatematizó a Arrio. Murió San Silvestre en el año 335.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Ordo Missae


Cristo Vuelve agradece al Apostolado del Sagrado Corazón y a su director quien también colabora con nuestro blog Mater et Nauta, por hacernos llegar este documento, que ha sido cuidadosamente revisado y aprobado, por sacerdotes para su distribución. 

Sea todo a la Mayor Gloria de Dios.

Cristo Vuelve








Martirologio Romano 30 de diciembre


SAN SABINO,
Obispo y Mártir

† hacia el año 303 en Spoleto, Italia

SAN SABINO, Obispo y Mártir

En esto conocerán todos que sois mis discípulos,
si os amáis unos a otros.
(Juan 13, 35)

  • En Roma, el triunfo de san Félix I, Papa y Mártir, que gobernó la iglesia en el imperio de Aureliano. Su fiesta se celebra el día 30 de Mayo.
  • En Espoleta, el triunfo de los santos Mártires Sabino, Obispo de Asís, Exuperancio y Marcelo, Diáconos, y Venustiano, Presidente, con su mujer e hijos, en tiempo del Emperador Maximiano. Marcelo y Exuperancio, suspendidos primero en el potro, luego cruelmente apaleados, por último con uñas aceradas rasgadas sus carnes y abrasados los costados, consumaron el martirio; Venustiano, no mucho después, juntamente con su mujer e hijos, fue pasado a cuchillo; y san Sabino, después de cortadas las manos y de prolongadas penalidades en una cárcel, fue azotado hasta expirar. El martirio de estos Santos, aunque sucedió en diversos tiempos, se celebra, sin embargo, en un mismo día.
  • En Alejandría, los santos Mansueto, Severo, Apiano, Donato, Honorio y Compañeros Mártires.
  • En Salónica, santa Anisia, Mártir.
  • Allí mismo, san Anisio, Obispo de la misma ciudad.
  • En Milán, san Eugenio, Obispo y Confesor.
  • En Ravena, san Liberio, Obispo.
  • En Áquila de los Vestinos, san Rainerio, Obispo.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.


SAN SABINO
Obispo y Mártir

San Sabino, obispo de Asís, invitado a adorar una estatua de Júpiter, la tomó en sus manos y la arrojó al suelo, donde se hizo pedazos. El gobernador le hizo cortar las manos y lo condenó a morir en prisión perpetua. El juez a cuya guarda fuera confiado se convirtió al ver sus milagros y, a su vez, padeció el martirio poco después de la muerte de San Sabino.

martes, 29 de diciembre de 2015

R.P. Leonardo Castellani: El Carácter del Anticristo






"El Apokalypsis de San Juan"
R.P. Leonardo Castellani 


El carácter del Anticristo

El Anticristo se parecerá al Cristo. Por tanto aparecerá como "bueno", y no nefario y criminal, como aparecería su predecesor Nerón a la plebe de Roma. 

Hay que notar mucho esto, porque la imagen del Anticristo que la tradición – sobre todo la de los siglos medios – nos ha trasmitido es falsa.

Empezaron a imaginar una especie de Nerón redivivo y cuadruplicado, y lo adornaron de toda suerte de vicios: Francisco Suárez dice – y no sé deónde lo saca — que no hará en su vida un solo acto bueno.

No sería reconocido como Salvador de los hombres ni adorado, si fuera una monstruosidad acumulativa de todos los degenerados emperadores romanos de la casa de los Flavios. Pero los antiguos Padres y los teólogos medievales eran demasiado sanos para imaginarse todavía más maldad que aquélla.

Un buen resumen desa etopeya medieval tenemos en la "comedia bíblica" de Juan Ruiz de Alarcón, El Anticristo. La comedia es mala, creo es la peor de las que escribió el insigne autor de La Verdad Sospechosa; pero es un excelente documento de época. Tiene brillante versificación – Alarcón es el rimador más correcto del Siglo de Oro –, tiene la regia lengua del siglo XVI, y dos o tres buenas escenas cómicas; pues sugracioso, un judío llamado Balán, que se convierte y desconvierte continuamente al Cristianismo y al judaismo hasta que ¡muere mártir!, es el único personaje vivo de la pieza; pues el Anticristo es un monigote; y el Profeta Elías, que sostiene con él una enfadosa controversia en 700 versos, es un estrambote. También esto es buen documento empero, pues pone en boca del Anticristo – y con gran elegancia – las objeciones que usaban contra las profecías de Cristo los judíos de aquel tiempo; que son las mismísimas que elevan con gran aparato los racionalistas destetiempo. Nihil novum sub sole.

Pues bien, el jorobadillo mejicano, que tanto injustamente vejaron Quevedo y Góngora ...


Tanto de corcova tienes
Por delante y por detrás
Alarcón, que no sé más
De dónde te corcovienes
O adonde te corcovás.


pone en la Fiera, no sólo el matricidio de Nerón sino una hazaña peor, que Nerón no hizo; la cual pondré con sus palabras, más castas que las mías:


Resuelto el matricidio detestable
por ser a Jesucristo todo opuesto
te quise hacer del todo abominable
cometiendo contigo torpe incesto
que fue su madre virgen inviolable
después y antes del parto;
y yo con esto incestuosa madre
quiero hacerte en la cuna, en el parto y en la muerte,


delito que viene después de ser conocido. Hácelo Alarcón además públicamente lascivo – tiene un harem – y enamorado hasta el frenesí de una cristiana llamada Sofía, la cual junto con el profeta Elias y unos pocos cristianos acomete y derrota a su ejército gogmagoguiano, no se sabe cómo; después de lo cual muere martirizada junto con el gracioso Balán.

La atribución de excesos sexuales al Anticristo viene de un error de traducción; pues la Vulgata tradujo: "et erit in concupiscentiis feminarum" ("y andará en lascivias de mujeres") donde el texto hebreo y el griego de los LXX dice "kaí en epithimíá guynaikós ou mee proneé thee"; o sea: "Hablará cosas asombrosas contra el dios de sus padres ... ni va a respetar al dios de sus padres, ni al dios que es el favorito de las mujeres ni otro dios alguno; porque sobre todos se magnificará él mismo". (76) El dios que es "delicia" o "deseo" de las mujeres, no se sabe cuál sería para Daniel: Isis, Osiris, Venus, Apolo, Dionyses ... o más probablemente Tammuz, o sea, Adonis, poco importa: no respetará ni al Dios de los hebreos ni a los dioses de los paganos, dice Daniel simplemente.

Martirologio Romano 29 de diciembre


SANTO TOMÁS
BECKET
Obispo y Mártir

n. 21 de diciembre de 1118 en Londres, Inglaterra;
† asesinado el 29 de diciembre de 1170 en la Catedral de Cantorbery, Inglaterra

Patrono del clero.


El que guarda los mandamientos mora en Dios, y Dios en él.
(1 Juan 3, 24)

  • En Cantórbery de Inglaterra, el triunfo de santo Tomás, Obispo y Mártir, el cual, por defender la justicia y la inmunidad eclesiástica, acuchillado en su Basílica, por la facción de unos hombres impíos, Mártir, fue a unirse con Cristo.
  • En Jerusalén, el santo Rey Profeta David.
  • En Arles de Francia, el tránsito de san Trófimo, de quien habla san Pablo escribiendo a Timoteo. Ordenado Obispo por el mismo Apóstol, fue el primer enviado a predicar el Evangelio de Cristo en aquella ciudad, y de su predicación, según escribe san Zósimo Papa, como de una fuente, corrieron para toda Francia raudales de fe.
  • En Roma, los Santos Mártires Calixto, Félix y Bonifacio.
  • En África, el suplicio de los santos Mártires Domingo, Víctor, Primiano, Livoso, Saturnino, Crescencio, Segundo y Honorato.
  • En Constantinopla, san Marcelo, Abad.
  • En la aldea de Hièmes en Francia, san Ebrulfo, Abad y Confesor, en tiempo del Rey Childeberto.
  • En Viena de Francia, la Conmemoración de san Crescente, Obispo y Mártir, que fue discípulo del Apóstol san Pablo y primer Obispo de aquella ciudad. Su muerte se celebra el día 27 de Junio.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.



SANTO TOMÁS BECKET
Obispo y Mártir

Nacido en Londres en 1118, Santo Tomás Becket estudió en Oxford y en París. Llegó a ser canciller de Inglaterra bajo el reinado de Enrique II y después arzobispo de Cantorbery en 1162. Fue perseguido por el rey por haber defendido las inmunidades de la Iglesia y se retiró a Francia por espacio de siete años, alimentándose de legumbres, acostándose en el duro suelo y llevando siempre un cilicio. Intervino una reconciliación y Santo Tomás fue finalmente restablecido en su cargo; pero, cuatro semanas después de su vuelta a Inglaterra, fue asesinado al pie del altar, en 1170. Enrique II protestó no haber ordenado este crimen y fue descalzo a su tumba al año siguiente.

lunes, 28 de diciembre de 2015

Martirologio Romano 28 de diciembre


LOS SANTOS INOCENTES
Mártires

Patronos de bebés; coros de niños; niños abandonados.


Herodes mandó matar a todos los niños que había en Belén
y en toda su comarca, de dos años abajo.
(Mateo 2, 16)

  • En Belén de Judá, el nacimiento para el cielo de los santos Inocentes Mártires, a quienes Herodes en odio a Cristo quitó la vida.
  • En Lyon de Francia, el tránsito de san Francisco de Sales, Obispo de Ginebra y Confesor, a quien, muy esclarecido por su doctrina y por su ardentísimo celo en convertir los herejes, el Sumo Pontífice Alejandro VII puso en el número de los Santos, y mandó que su fiesta se celebrase el 29 de Enero, día en que fue trasladado su sagrado cuerpo desde Lyon a Annecy de Saboya. El Papa Pío IX le declaró Doctor de la Iglesia universal; y el Papa Pío XI le nombró y confirmó celestial Patrono de todos los Escritores católicos que en los diarios y en otros escritos destinados al público, ilustran, propagan y defienden la Cristiana sabiduría.
  • En Ancira de Galacia, los santos Mártires Eutiquio, Presbítero, y Domiciano, Diácono.
  • En África, el triunfo de los santos Mártires Castor, Víctor y Rogaciano.
  • En Nicomedia, los santos Mártires Indes, mayordomo, Domna, Ágape y Teófila, Vírgenes, y sus Compañeros, que en la persecución de Diocleciano, al cabo de muchos combates, consiguieron, con diverso género de muerte, la corona del martirio.
  • En Neocesarea del Ponto, san Troadio, Mártir, en la persecución de Decio; a cuyo combate asistió en espíritu san Gregorio Taumaturgo, y le fortaleció para arrostrar el martirio.
  • En Arabizo de la Armenia inferior, san Cesáreo, Mártir, que padeció de orden de Galerio Maximiano.
  • En Roma, san Domnión, Presbítero.
  • En el monasterio de Lerins de Francia, san Antonio, Monje, esclarecido en milagros.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.


LOS SANTOS INOCENTES
Mártires

Había Jesús nacido en Belén y los magos vinieron de Oriente a la corte de Herodes para averiguar dónde acababa de nacer “el rey de los judíos”. Turbose Herodes y, habiendo convocado a los príncipes de los sacerdotes, les preguntó donde debía nacer el Cristo. Llamó después a los magos en secreto y les dijo: “Id, informaos con cuidado acerca de este niño, y cuando lo hayáis encontrado, hacédmelo saber, para que yo también vaya a adorarlo”. Pero los magos, advertidos por el Cielo, no volvieron. Se enfureció Herodes e hizo degollar a todos los niños de Belén y sus alrededores, hasta la edad de dos años. Este bautismo de sangre envió muchas almas al cielo.

domingo, 27 de diciembre de 2015

R.P. Leonardo Castellani: La Presentación del Niño y la Purificación de María





En aquel tiempo: José y María, Madre del Señor con admiración escuchaban las cosas que de Él decían. Bendíjolos entonces Simeón, y dijo a María, su madre: “Este es puesto para ruina y para resurrección de muchos en Israel, y para ser una señal de contradicción – y a tu misma alma, una espada la traspasará–, a fin de que sean descubiertos, los pensamientos de muchos corazones”. Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada; había vivido con su marido siete años desde su virginidad; y en la viudez, había llegado hasta los ochenta y cuatro años, y no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Se presentó también en aquel mismo momento y se puso a alabar a Dios y a hablar de aquel (niño ) a todos los que esperaban la liberación de Jerusalén. Y cuando hubieron cumplido todo lo que era exigido por la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret en Galilea. El niño crecía y se robustecía, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre Él.

Lucas II, 33-40




Domingueras Prédicas II
R.P. Leonardo Castellani



Domingo de la Infraoctava de la Navidad (1961)


La Purificación de María y Presentación del Niño al Templo; y la cuarta revelación de Cristo, esta vez a dos ancianos: la primera, a Santa Elisa y Juan Bautista; la segunda, a los Pastores; la tercera, a los Reyes Magos -sin contar la revelación a María y a José.

Lucas es el Evangelista de la Infancia de Cristo; la cual tuvo que haber sabido por su misma Santísima Madre. Según la Ley de Moisés, el primogénito o primer Hijo pertenecía a Dios, y los padres tenían que "redimirlo", o sea, recomprarlo a los 40 días por 5 "shekels", o sea, siclos de plata -o un cordero o, para los pobres, dos palomas- junto con la ceremonia de la "Purificación" de la Madre. La Santísima Virgen, a quien los españoles llaman "la Purísima", no necesitaba purificarse -como el Niño tampoco "ser redimido"; pero quiso cumplir con la ley externa: "deja eso ahora, porque así nos conviene cumplir toda justicia."(1).

Estaban presentes a la ceremonia un anciano sacerdote llamado Simeón, probablemente haciendo la ceremonia, presentando el Niño a Dios, el cual ya había sido circuncidado, cosa que celebramos mañana y que Lucas omite; y una Santa Ana, a la cual el Evangelio llama "Profetisa", probablemente recitadora de estilo oral; que era viuda desde unos 60 años, tenía 84 y había sido casada solamente 7, la cual vivía en "oraciones y ayunos" (¡ayunos a los 84 años!) y "sirviendo a Dios en el Templo." ¿Sirviendo para qué? ¿Para estorbar? Probablemente recitando la Biblia a los niños y los ignorantes: o sea, "profetisa".

Estos dos eran Santos; y reconocieron al Mesías. Y Simeón, tomándolo en brazos, improvisó el "Cántico de Simeón" y profetizó acerca dél, que era el Salud-dador de Dios, el Esperado de todas las Naciones, que sería signo de contradicción y haría que se manifestara el "pensamiento oculto" de muchos, "los pensares del corazón" -o sea, el pensamiento fundamental por el cual el hombre elige CON Dios o CONTRA Dios. Y a María le profetizó que una espada de dolor traspasaría su corazón: "Nuestra Señora de las Siete Espadas", la llaman los ingleses; o sea, la Virgen de los Dolores.

''Nunc dimittis servum tuum, Domine, secundum verbum tuum in pace": Señor, ahora despachas a tu siervo, según tu promesa, en paz, porque el Espíritu Santo le había inspirado que no moriría sin haber visto con sus ojos al Salud-dador de Dios.

"Quod parasti ante faciem omnium populorum: lumen ad revelationem gentium ": (La Salvación) que pusiste ante el rostro de todos los pueblos: luz para iluminar a las Naciones. Esto no sabían los judíos -que el Salvador venía no solamente para ellos: que para TODAS
LAS GENTES venía. Simeón lo supo de por el Espíritu Santo; o quizás, por una lectura más atenta y perspicaz de las Escrituras. O sea, por las dos cosas.

Dios no abandonó a todas las gentes para proteger solamente a la gente israelita. En todas las grandes religiones se encuentran algunos rasgos parecidos a la revelación hebreo-cristiana; por ejemplo, que un dios iba a nacer de una virgen y entonces se renovaría la tierra en un nuevo Siglo de Oro. Los impíos actuales (como mi amigo el judío italiano Talagnino) han inventado en consecuencia que la religión de Cristo es un plagio; lo cual es un grueso disparate, no hay más que leer el Evangelio al lado del Típi-Taka (Tres Canastas), libro sagrado del budismo, para ver tienen poco que ver. Esos pocos rasgos en que coinciden -unas con uno, otras con otro- son vestigios de una revelación primitiva, hecha quizás a Adán que se conservaron en medio de un garabato de mitos y supersticiones. Por ejemplo, la leyenda de Buda dice que Buda -o sea, Siddharla Gautama- nació de una virgen. El Gautama histórico ciertamente no nació de una virgen.

Por ejemplo, la Égloga Cuarta de Virgilio, escrita 40 años antes de la Natividad. El gran poeta romano describe el nacimiento de un Niño que trae consigo el Siglo de Oro, la justicia, la moralidad, la prosperidad; un niño que sonríe a su madre:

"Incipe, parve puer, risu cognoscere matrem[ ... ]
Magnus ab integro saeclorum nascitur ardo. " (2)

"Ha llegado la plenitud de los tiempos", dice Virgilio, "el orden íntegro de los grandes siglos". Leyendo esos hexámetros, uno ve que se aplican maravillosamente a Cristo, mucho mejor que al recién nacido hijo del Cónsul Polión, al cual dedicó Virgilio su poema; de modo que en la Edad Media creyeron que Virgilio era un santo (y lo fue en algún modo) que había tenido como Simeón y Ana Profetisa revelación del Mesías. No fue así: él sacó su profecía del libro de la Sibila Cumea (3), que puede ser un vestigio de la revelación
primitiva, o una extracción pagana de fuentes judías.

La humildad de la Santísima Virgen, la santidad de Ana, el arranque profético del viejo Simeón hay que alabar en este Evangelio; sin olvidar que ese Niño había de ser una "bandera de contradicción", una figura ante la cual los hombres tendrán que decir SÍ o NO.



Notas

1. Mateo 3, 15.
2.               "Empieza ¡oh tierno niño! a conocer a tu madre por tu sonrisa[ ... ]
                     Ya empieza de nuevo una serie de grandes siglos" (vs. 60, 5).
3. Las sibilas eran mujeres a quienes los antiguos atribuían la facultad de conocer el porvenir.




Sea todo a la mayor gloria de Dios.


Martirologio Romano 27 de diciembre

SAN JUAN

Apóstol, Evangelista y Apokaleta
† hacia el año 101 en Éfeso

Patrono de escritores; autores; editores; libreros; encuadernadores; impresores; compositores tipográficos; papeleros; litógrafos; pintores; amistad; teólogos. Protector contra las quemaduras y los venenos.



Pedro vio venir detrás al discípulo amado de Jesús,
aquél que en la Cena se reclinara sobre su pecho.
(Juan 21, 20)

  • En Éfeso, el triunfo de san Juan, Apóstol, Evangelista y Apokaleta, que después de escribir el Evangelio, fue relegado al destierro, donde escribió el divino Apocalipsis, y habiendo alcanzado hasta los tiempos de Trajano, fundó y gobernó las Iglesias de toda el Asia, y finalmente, consumido de años, sesenta y ocho después de la Pasión del Señor, murió, y fue sepultado junto a la misma ciudad.
  • En Constantinopla, los santos Confesores Teodoro y Teófanes, hermanos; los cuales, criados desde niños en el monasterio de san Sabas, en Palestina, combatiendo después valerosamente contra León Armenio por el culto de las sagradas Imágenes, fueron por su mandato azotados y relegados al destierro. Pero, muerto León y resistiendo ellos como antes con mucha constancia, contra el Emperador Teófilo, que seguía la misma impiedad, sufrieron de nuevo los azotes y el destierro, donde murió Teodoro en la cárcel. Teófanes, vuelta la paz a la Iglesia, fue nombrado Obispo de Nicea, e insigne por la gloria de la confesión, descansó en el Señor.
  • En Alejandría, san Máximo, Obispo, que fue esclarecido e insigne por el título de Confesor de Cristo.
  • En Constantinopla, santa Nicerata (o Nicareta), Virgen, que resplandeció por su santidad en tiempo del Emperador Arcadio.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.


SAN JUAN
Apóstol, Evangelista y Apokaleta

San Juan era todavía joven cuando siguió a Jesús. Fue su discípulo predilecto a causa de su inocencia; asistió a su transfiguración, se recostó en su pecho en la última Cena, subió con Él al Huerto de los Olivos, y recibió a María como Madre, ayudó a sepultar al Salvador y acudió el primero con Magdalena a su tumba el día de su resurrección. Después de la Ascensión, fue a predicar el Evangelio al Asia Menor y se estableció en Éfeso con la Santísima Virgen. Conducido a Roma en el año 95, bajo Domiciano, y arrojado a una caldera de aceite hirviendo, salió de ella sano y salvo y fue desterrado a la isla de Patmos, donde compuso el Apocalipsis. De vuelta a Éfeso, escribió contra los gnósticos su Evangelio que, con sus tres Epístolas, es el inflamado código de la caridad. Sobrevivió a todos los otros Apóstoles.

sábado, 26 de diciembre de 2015

Martirologio Romano 26 de diciembre


SAN ESTEBAN
Protomártir

† lapidado hacia el año 33

Patrono de diáconos. Protector contra los dolores de cabeza.


Esteban, lleno de gracia y de fortaleza,
obraba grandes prodigios y milagros entre el pueblo.
(Hechos de los Apóstoles 6, 8)

  • En Jerusalén, el triunfo de san Esteban Protomártir, que no mucho después de la Ascensión del Señor fue apedreado por los Judíos.
  • En Roma, san Marino, del orden Senatorial, el cual, siendo Emperador Numeriano y Prefecto Marciano, preso por causa de la religión Cristiana, fue primero, como si fuese esclavo, puesto a cuestión de tormento en el ecúleo y desgarrado con uñas de hierro; luego echado en una sartén; pero, convertido el fuego en rocío y saliendo él sin lesión, fue expuesto a las fieras, que tampoco le hicieron daño; finalmente, conducido de nuevo al gentílico altar, y rodando por tierra los ídolos a su oración, pasado a cuchillo, consiguió el triunfo del martirio.
  • Allí mismo, en la vía Apia, el tránsito de san Dionisio, Papa, el cual, habiendo pasado muchos trabajos por la Iglesia, resplandeció con insignes testimonios de fe.
  • En Roma también, san Zósimo, Papa y Confesor.
  • En Mesopotamia, san Arquelao, Obispo, célebre en santidad y doctrina.
  • En Mayuma de Palestina, san Zenón, Obispo.
  • En Roma, san Teodoro, Mansionario de la Iglesia de san Pedro, de quien hacer mención san Gregorio Papa.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.


SAN ESTEBAN
Protomártir

San Esteban, primer diácono elegido por los Apóstoles para la distribución de las limosnas entre los fieles, fue también el primer mártir de Jesucristo: ¡qué gloria! Reprochó vivamente a los judíos el que hubieran echado mano a traición y dado muerte al Justo, al Mesías prometido, y lo confesó magníficamente ante Caifás y el gran Consejo. Hasta vio que los cielos se abrían y a Jesús a la diestra del Padre. Llenos de furor, los judíos lo arrastraron fuera y lo lapidaron mientras Esteban, de rodillas, pedía a Dios que los perdonase. ¡Saulo, el futuro gran San Pablo, tenía sus vestiduras!

MEDITACIÓN
SOBRE LA MUERTE DE SAN ESTEBAN

I. San Esteban se declara abiertamente discípulo de Jesucristo. No teme la muerte porque está lleno de gracia y de fortaleza; y esta gracia y esta fortaleza le vienen de su fe. La vista del cielo, que se abrió ante sus ojos, lo hace insensible a los tormentos. Si tuviese yo un poco de fe, si de tiempo en tiempo considerase la corona que Dios me prepara en el cielo, ¿qué temería aquí en la tierra? ¿qué amaría fuera de Vos, oh mi dulce Jesús?

II. Soporta valerosamente la muerte y, al morir, ruega por los que lo apedrean. Sufre tú por Jesús las persecuciones y la muerte, si es necesario. Nada podrías hacer por Él de lo cual no te haya dado ejemplo; pero sufre orando por los que te persiguen. ¿Sabes por qué San Esteban perdona tan fácilmente a sus enemigos? Porque la crueldad de ellos prepara su triunfo. ¿Cómo quieres que se irrite contra aquellos que le abren la puerta del cielo? (San Eusebio).

III. Los Hechos de los Apóstoles dicen, al referir la muerte de este santo, que se durmió en el Señor. Su muerte fue, pues, semejante a un dulce sueño: fue, en efecto, el término de todos sus trabajos y el comienzo de su reposo. Señor, concededme la gracia de morir con la muerte de los santos, con esta muerte tan preciosa ante vuestros ojos. Alma mía, vivamos, suframos, trabajemos, como los santos, y moriremos con la muerte de los santos. ¡Que muera yo con la muerte de los justos!

La caridad.
Orad por vuestros enemigos.


ORACIÓN
Señor, concedednos la gracia de imitar a aquellos a quienes honramos, a fin de que aprendamos a amar a nuestros enemigos, pues celebramos el nacimiento al cielo del que oró a Jesucristo Nuestro Señor por sus mismos verdugos.
Por J. C. N. S.




Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo IV, Patron Saints Index.




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