lunes, 18 de marzo de 2024

Martirologio Romano 18 de marzo

   

SAN CIRILO,
Obispo y Confesor
n. hacia el año 315; † hacia el año 387




Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
(Mateo 5, 7)


  • En Jerusalén, san Cirilo, Obispo, Confesor y Doctor de la Iglesia, el cual padeció de parte de los Arrianos muchas injurias por defender la fe, y desterrado muchas veces de su Iglesia, al fin, esclarecido en santidad, murió en paz. De la pureza de su fe dio preclaro testimonio el primer Concilio ecuménico de Constantinopla escribiendo al Papa san Dámaso.
  • En Cesarea de Palestina, el triunfo de san Alejandro, Obispo, el cual yendo de una ciudad de Capadocia, de que era Obispo, a visitar los Santos Lugares, y llegado a Jerusalén, en cuya Iglesia era a la sazón Obispo Narciso, ya anciano, por revelación divina le sustituyó en el gobierno. Más tarde, en la persecución de Decio, siendo él ya muy anciano y respetado por sus venerables canas, fue conducido a Cesárea, y encerrado en una cárcel por confesar a Cristo, consumó el martirio.
  • En Augsburgo, san Narciso, Obispo, el primero que predicó el Evangelio a los pueblos de Recia; pasó después a España, y convertidos en Gerona muchos infieles a la fe de Cristo, allí mismo, en la persecución del Emperador Diocleciano, juntamente con el diácono Félix, recibió la palma del martirio.
  • En Nicomedia, diez mil santos Mártires, que por la confesión de Cristo fueron pasados a cuchillo.
  • Allí mismo, los santos Mártires Trófimo y Eucarpio.
  • En Inglaterra, san Eduardo Rey, que, muerto por los engaños de su madrastra, resplandeció en muchos milagros.
  • En Luca de Toscana, la dichosa muerte de san Frigidiano, Obispo, ilustre por la virtud de los milagros.
  • En Mantua, san Anselmo, Obispo de Luca, y Confesor.
  • En Cagliari de Cerdeña, san Salvador de Horta, Confesor, de la Orden de los Frailes Menores, que resplandeció en virtudes y con singular don de milagros, y fue contado por el Papa Pío XI en el número de los Santos.

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.



SAN CIRILO,
Obispo y Confesor

San Cirilo era obispo de Jerusalén cuando Juliano el Apóstata, por odio al cristianismo, quiso restablecer el templo de Jerusalén. Predíjole este santo que no quedaría piedra sobre piedra. En efecto, el rayo y los temblores derribaron lo que el apóstata había hecho edificar. Era San Cirilo tan caritativo que los arrianos, para arrebatarle su episcopado, lo acusaron de haber vendido los ornamentos de la iglesia y distribuido su precio entre los pobres. Murió en el año 387.

domingo, 17 de marzo de 2024

Martirologio Romano 17 de marzo

    

SAN PATRICIO,
Obispo y Confesor

n. hacia el año 387 en Escocia;
† hacia el año 461 en County Down, Irlanda

Patrono de ingenieros; personas excluidas. Protector contra las serpientes.




En el Bautismo hemos sido sepultados con Jesucristo,
muriendo al pecado.
(Romanos 6, 4)


  • En Jerusalén, san José de Arimatea, noble Decurión, que fue discípulo del Señor, y, bajando de la cruz el cuerpo del mismo Señor, lo enterró en el sepulcro nuevo que para sí reservaba.
  • En Roma, los santos Alejandro y Teodoro, Mártires.
  • En Alejandría, la conmemoración de muchísimos santos Mártires, los cuales, presos por los adoradores de Serapis, y rehusando constantemente adorar el ídolo, fueron muertos con grandísima crueldad en el imperio de Teodosio, que luego decretó fuese derruido el templo de Serapis.
  • En Constantinopla, san Pablo, Mártir, que, en tiempo de Constantino Coprónimo, por defender el culto de las sagradas Imágenes, fue consumido en la hoguera.
  • En Chalons de Francia, san Agrícola, Obispo.
  • En Nivelles de Brabante, santa Gertrudis, Virgen, la cual, siendo de muy esclarecido linaje, despreció el mundo, y pasando el curso entero de su vida en todo género de santas obras, mereció tener por esposo a Cristo en el cielo.


Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.


SAN PATRICIO
Obispo y Confesor

San Patricio, nacido en Gran Bretaña, fue robado, joven aún, por una banda de salteadores y fue conducido a Irlanda, donde sus raptores lo pusieron a cuidar unos rebaños. Soportó su desventura con resignación y la santificó con oración. Libre de su cautiverio, fue consagrado obispo, y volvió a Irlanda para anunciar la buena nueva del Evangelio. Dios bendijo su abnegación. Bautizó gran número de idólatras, ordenó sacerdotes para secundarlo en sus trabajos y fundó varios monasterios. Al morir dejó sometida al dulce yugo del Evangelio a casi toda Irlanda.

sábado, 16 de marzo de 2024

Martirologio Romano 16 de marzo

   

SAN ABRAHAM,
Emitaño

Siglo IV

Quien hace que se convierta el pecador de su extravío 
salvará su alma de la muerte, y cubrirá la
muchedumbre de sus propios pecados.
(Santiago 5, 20)


  • En Aquilea, santos Hilario, obispo, Taciano diácono y compañeros mártires;
  • En Edesa, en la antigua Siria, san Abraham, anacoreta, cuya vida fue descrita por el diácono san Efrén;
  • En Artois, de Neustria, santa Eusebia, abadesa de Hamay-sur-la-Scarpe, que, tras la muerte de su padre, con su santa madre Rictrude se retiró a la vida monástica y, todavía adolescente, fue elegida abadesa, después de su abuela santa Gertrudis;
  • En Colonia, Alemania, san Heriberto, obispo.



Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.



SAN ABRAHAM,
Emitaño

San Abraham, en la noche misma de su boda, dijo a su mujer que se había casado por obediencia a sus padres y que había decidido permanecer casto. Dejó su casa con el consentimiento de su esposa, y fue a esconderse en la soledad. Cuando su hermano murió, dejando una hija de corta edad, el santo se hizo cargo de su educación. Ella devino con el tiempo en un modelo de virtud; mas el diablo la hizo caer en el pecado y la arrastó fuera del desierto. Rescatada por el santo retornó para llevar una vida de soledad y penitencia, siendo un perfecto retrato de la santidad de su tío.

viernes, 15 de marzo de 2024

Martirologio Romano 15 de marzo

    

SAN LONGINOS, 
Mártir

n. ? - † siglo I


El centurión y los que con él estaban guardando a Jesús, 
visto el terremoto y las cosas que sucedían, se llenaron 
de grande temor, y decían: Verdaderamente que
este hombre era Hijo de Dios.
(Mateo, 27,54).



  • En Mántua, Italia, San Longinos, mártir;
  • En Pario, en el Helesponto, san Menigno, mártir, el cual, según la tradición, padeció bajo el emperador Decio;
  • En Vercelli, san Eusebio, obispo;
  • En Rieti, san Probo, obispo;
  • En Roma, san Zacarías, papa;
  • Cerca de Burgos, en la región de Castilla, en España, san Sisebuto, abad de Cardeña;
  • En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, santa Leocricia, virgen y mártir, que, nacida de familia musulmana, ocultamente abrazó la fe de Cristo y, detenida en casa junto con san Eulogio, cuatro días después del martirio de éste pasó a la gloria eterna al ser degollada;
  • En París, en Francia, santa Luisa de Marillac, viuda;
  • En Viena, en Austria, san Clemente María Hofbauer, presbítero;

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.


SAN LONGINOS
Mártir

El Santo, cuya fiesta celebramos hoy, se dice que es el soldado que con un lanzazo abrió el costado de Jesús en la cruz. La llaga que hizo en el Corazón adorable del Salvador fue, para él, la puerta de salvación, y la sangre que de ella brotó, el baño sagrado que lavó su iniquidad. Dio testimonio del Salvador en su resurrección, y murió mártir.

jueves, 14 de marzo de 2024

Martirologio Romano 14 de marzo

    

SANTA MATILDE, 
Reina

n. hacia el año 895 en Westfalia, Alemania;
† 968 en Quendlinburg, Alemania


Este pueblo me honra con los labios;
 pero su corazón lejos está de mí.
(Mateo, 15, 8)


  • En Roma, en el campo Verano, san León, Obispo y mártir;
  • En Pidna, en Macedonia, san Alejandro, mártir; 
  • En Milán, san Lázaro, obispo;
  • En Chartres, en la Galia, san Leobino, obispo.
  • En Quedlinburg, en Sajonia, santa Matilde, esposa fidelísima del rey Enrique I, la cual, conspicua por la humildad y la paciencia, se dedicó a aliviar a los pobres y a fundar hospitales y monasterios.
  • En la región de Fulda, en Alemania, santa Paulina, religiosa.
  • En Lieja, en la Lorena, beata Eva del Monte Cornelio, reclusa junto al cenobio de San Martín, que, junto con santa Juliana, priora del mismo cenobio, trabajó mucho para que el papa Urbano IV instituyese la fiesta del Cuerpo de Cristo.
  • En Palermo, de Sicilia, en Italia, beato Jacobo Cusmano (Jaime o Santiago), presbítero, que fundó el Instituto de Misioneros Siervos y Siervas de los pobres, y se destacó por su caridad hacia los necesitados y enfermos.


Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.



SANTA MATILDE
Reina

Admirable espectáculo! una reina enseña a sus súbditos las verdades de la religión; ¡llega hasta enseñarles una profesión a fin de ponerlos en condiciones de ganarse la vida! Su hospitalidad con los peregrinos, su generosidad con los pobres, pruebas son de esa misma caridad que manaba de su ardiente amor por Jesucristo. Todas las mañanas las consagraba a la oración y asistencia a la santa Misa. Próxima a morir distribuyó cuantiosos tesoros entre los pobres, como si hubiese querido ganar el favor de aquellos que custodian las puertas del paraíso.

miércoles, 13 de marzo de 2024

Martirologio Romano 13 de marzo

    

SANTA EUFRASIA,
virgen

† hacia el año 412 en Tebaida



Cuando ayunéis no os pongáis caritristes como los
hipócritas, que desfiguran sus rostros para mostrar
 a los hombres que ayunan. En verdad os digo que
ya recibieron su galardón.
(Mateo, 6, 16).

  • En Nicomedia, el tránsito de los santos Macedonio y Patricia su mujer y Modesta su hija, mártires.
  • En Nicea, los santos Teusetas y Horres su hijo, Teodora, Ninfodora, Marcos y Arabia, mártireslos cuales fueron quemados por confesar a Jesucristo.
  • En Hermiopolis de Egipto, san Sabino, mártir, el cual después de muchos tormentos consumó  el martirio, habiéndole ahogado en un río.
  • En Persia, santa Cristina, virgen y mártir.
  • En Córdoba, en Andalucía (España), pasión de los santos Rodrigo, presbítero, y Salomón, mártires. El primero, al negarse a aceptar a Mahoma como el verdadero profeta enviado por el Omnipotente, fue encarcelado. En el cautiverio coincidió con Salomón, que algún tiempo antes había pertenecido a la religión mahometana, y al ser decapitados ambos a la vez, finalizaron gloriosamente el curso de su combate. 
  • En Constantinopla san Nicéforo obispo, el cual defendiendo acérrimamente la tradición de los Santos Padres  y oponiéndose  a León el Armenio, emperador iconoclasta  en defensa del culto de las santas imágenes, fue desterrado por dicho emperador y al cabo de catorce años de mártirio  en el destierro  murió  en el Señor.
  • En  Camorino, san Ansovino, obispo y confesor.
  • En la Tebaida de Egipto, la gloriosa muerte de santa Eufrasia, virgen

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.



SANTA EUFRASIA
virgen

Esta santa despreció un brillante casamiento que el emperador le ofrecía, para consagrarse a Jesús en el claustro. Comía sólo una vez al día, y con frecuencia permanecía toda una semana sin tomar ningún alimento. Pidió a Dios que con un año de anticipación le hiciese conocer el día de su muerte; pero Dios, que la veía presta en todo tiempo, le advirtió sólo quince días antes de llevarla al cielo.


martes, 12 de marzo de 2024

Martirologio Romano 12 de marzo

   

SAN GREGORIO MAGNO,
Papa, Confesor y Doctor de la Iglesia

n. hacia el año 540 en Roma, Italia;
† 12 de marzo de 604 en Roma, Italia

Patrono de coros; músicos; cantantes; Papas y Papado; estudiantes; maestros; educadores; albañiles. Protector contra las plagas y la gota.



El que los guardare y enseñare (a los mandamientos),
ese será tenido por grande en el reino de los cielos.
(Mateo 5, 19)


  • En Roma, san Gregorio I, Papa, Confesor y Doctor eximio de la Iglesia; el cual por sus esclarecidos hechos y por haber convertido los Ingleses a la fe de Cristo, es llamado Magno y apellidado Apóstol de Inglaterra.
  • Allí mismo, el tránsito de san Inocencio I, Papa y Confesor. Su fiesta se celebra el 28 de Julio.
  • En Roma igualmente, san Mamiliano, Mártir.
  • En Nicomedia, los santos Egduno, Presbítero, y otros siete, que fueron ahogados, uno cada día, para infundir terror a los restantes.
  • En el mismo lugar, el triunfo de san Pedro, Mártir que, siendo camarero del Emperador Diocleciano, y quejándose libremente de los atroces suplicios de los Mártires, por orden del mismo fue llevado a su presencia, y primeramente colgado y por mucho tiempo cruelísimamente azotado; luego, rociado el cuerpo con sal y vinagre, y, por último, asado a fuego lento en unas parrillas, y de esta suerte llegó a ser, en verdad, heredero de la fe y del nombre de Pedro.
  • En Constantinopla, san Teófanes, el cual, habiéndose hecho, de muy rico, pobre Monje, por el culto de las sagradas Imágenes fue detenido por el impío León Armenio dos años en una cárcel, y, deportado de allí a Samotracia, donde murió consumido de trabajos, y resplandeció con muchos milagros.
  • En Capua, san Bernardo, Obispo y Confesor.

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.



SAN GREGORIO
MAGNO,
Papa, Confesor y Doctor de la Iglesia

La ciencia sublime y las heroicas virtudes de San Gregorio Magno inspiraron al Papa Pelagio II la idea de sacarlo del monasterio para hacerlo cardenal y, más tarde, al clero y al pueblo de Roma la de elevarlo al trono pontificio. Ocultose a fin de evitar esta dignidad; pero una columna de fuego reveló el lugar de su retiro y puso en evidencia la voluntad de Dios a su respecto. En esta alta dignidad hizo brillar su profunda humildad, su admirable ciencia y tantas otras virtudes que verdaderamente lo han hecho magno ante Dios y ante los hombres. Murió en el año 604.

lunes, 11 de marzo de 2024

Martirologio Romano 11 de marzo

   

SAN EULOGIO,
Mártir

† decapitado hacia el año 859 en Córdoba, España

Patrono de carpinteros y trabajadores del cobre.



No resistas al que te maltrate;
antes, si alguno te hiriere en la mejilla derecha,
vuelve también la otra.
(Mateo 5, 39)

  • En Cerdeña, san Eutimio, Obispo, que, por el culto de las sagradas Imágenes, de orden del Emperador Miguel Iconoclasta, fue desterrado, y, por último, en el imperio de Teófilo, bárbaramente azotado con nervios de buey, consumó el martirio.
  • En Córdoba de España, san Eulogio, Presbítero y Mártir; el cual, en la persecución de los Sarracenos, por su preclara e intrépida confesión de Cristo, azotado y abofeteado, y, por fin, degollado, mereció ser agregado a los Mártires de aquella ciudad, cuyos gloriosos combates por la fe había emulado en sus escritos.
  • En Cartago, los santos Mártires Heraclio y Zósimo.
  • En Alejandría, el martirio de los santos Cándido, Pipenón y otros veinte.
  • En Laodicea de Siria, los santos Mártires Trófimo y Talo; los cuales, en la persecución de Diocleciano, después de muchos y crueles tormentos, consiguieron las celestiales coronas.
  • En Antioquía, la conmemoración de muchísimos santos Mártires, los cuales, por orden del Emperador Maximiano, puestos unos sobre parrillas candentes, no para que al punto muriesen, sino para que, asados poco a poco, padeciesen más, y otros atormentados con varios y cruelísimos suplicios, alcanzaron todos la palma del martirio.
  • Asimismo, los santos Mártires Gorgonio y Firmo.
  • En Jerusalén, san Sofronio, Obispo.
  • En Milán, san Benito, Obispo.
  • En territorio de Amiens, san Fermín, Abad.
  • En Cartago, san Constantino, Confesor.
  • En Babuco de los Hérnicos, san Pedro, Confesor, insigne por la gloria de sus milagros.

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.


SAN EULOGIO,
Mártir

Mientras se conducía a San Eulogio para martirizarlo, recibió una bofetada; ofreció el santo la otra mejilla para cumplir el consejo del Evangelio. Había antes dejado la espada para aceptar el episcopado en lo más recio de la persecución. Resistió valerosamente al rey de los moros. Se le amenazó con los azotes, pero él pidió que, más bien, se le hiciese morir, pues los látigos eran tan impotentes para arrancarle la fe del corazón como para separar su alma de su cuerpo. Se le hizo decapitar en el año 859.

domingo, 10 de marzo de 2024

Martirologio Romano 10 de marzo

   

CUARENTA MÁRTIRES DE SEBASTE,

† hacia el año 320 en Sebaste, Armenia



No andéis inquietos en orden a vuestra vida sobre lo que comeréis
y en orden a vuestro cuerpo sobre qué vestiréis.
(Lucas 12, 22)

  • Los Cuarenta santos Mártires, de cuyo triunfo se hizo mención el día de ayer.
  • En Apamea de Frigia, el triunfo de los santos Mártires Cayo y Alejandro, los cuales (según escribe Apolinar, Obispo de Hierápolis, en su libro contra los herejes Catafrigas), en la persecución de Marco Antonino y Lucio Vero, fueron coronados de un glorioso martirio.
  • En Persia, el triunfo de cuarenta y dos santos Mártires.
  • En Corinto, los santos Mártires Codrato, Dionisio, Cipriano, Anecto, Pablo y Crescente, que en la persecución de Decio y Valeriano, de orden del Presidente Jasón, fueron pasados a cuchillo.
  • En África, san Víctor, Mártir, en cuya solemnidad predicó san Agustín un sermón al pueblo.
  • En Roma, san Simplicio, Papa y Confesor.
  • En Jerusalén, san Macario, Obispo y Confesor, por cuya exhortación Constantino Magno y santa Elena su madre, purificaron los Santos Lugares y los ennoblecieron con sagradas Basílicas.
  • En París, el tránsito de san Droctoveo, Abad, discípulo de san German Obispo.
  • En el monasterio de Bobbio, san Átalas, Abad, esclarecido en milagros.

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.


CUARENTA MÁRTIRES DE SEBASTE

Bajo el reinado de Licinio, Agrícola, gobernador de Sebaste, en Armenia, quiso forzar a 40 soldados a que abandonaran la fe. Fueron arrojados en un calabozo cargados de cadenas, y en lo más crudo del invierno fueron sumergidos en un estanque helado. Su oración común era: “Señor, cuarenta entramos en la lid, que cuarenta seamos coronados”. Uno de los guardias vio que un ángel traía treinta y nueve coronas y se preguntaba por qué faltaría una, cuando he aquí que uno de los cuarenta dejó a sus compañeros y fue a arrojarse en un baño de agua tibia preparado en la orilla. Con todo, la oración que rezaron no fue inútil, pues el guardia fue a ocupar el lugar del que había traicionado su fe.

Cardenal Newman: Sermón "La Persecución del Anticristo"

 




CUATRO SERMONES SOBRE EL ANTICRISTO

POR 

JOHN HENRY CARDENAL NEWMAN




SERMÓN CUARTO
LA PERSECUCIÓN DEL ANTICRISTO

Estamos tan acostumbrados a escuchar acerca de las persecuciones de la Iglesia, tanto por el Nuevo Testamento como por la historia de la Cristiandad, que no podemos evitar el considerar sus descripciones como simples palabras, o hablar de ellas sin comprensión de lo que estamos diciendo, y no recibir ningún beneficio práctico de sus narraciones. Y mucho menos de considerarlas como lo que realmente son: una señal característica de la Iglesia de Cristo. No son ciertamente un atributo necesario de la Iglesia, pero se trata al menos de una de sus insignias características, de tal modo que si uno echa un vistazo al curso completo de su historia, reconocerá a las persecuciones como una de las peculiaridades que permiten reconocerla. Y Nuestro Señor parece dar a entender cuán apropiada, cuán natural es la persecución de la Iglesia, al incluirla entre sus Bienaventuranzas: “Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el Reino de los Cielos”(1). El Señor da entonces a la persecución el mismo elevado y noble rango en el conjunto de las gracias evangélicas que el Sábbath tiene entre preceptos del Decálogo; quiero decir, como una especie de signo y señal de Sus seguidores, colocado como tal en el código moral, aunque sea en sí mismo externo a él.

Él parece mostrarnos esto también de otro modo, insinuándonos que la Iglesia comienza y termina en la persecución. Él la dejó en la persecución y la hallará en la persecución. La  Iglesia que Él reconoce como suya, la que Él ha edificado y reivindicará, es una Iglesia perseguida, qué porta Su Cruz. Y está tremenda reliquia que Él le ha entregado, y que ella poseerá hasta el fin, no puede perderse en el camino.

El profeta Daniel, que tantos vaticinios nos ha dejado acerca de los últimos tiempos, nos habla acerca de la gran persecución por venir. “Habrá un tiempo de tribulación tal, cual nunca lo hubo hasta entonces, desde que existen las naciones y en aquel tiempo se salvará tu pueblo, todo aquel que haya sido hallado en el libro”(2), Nuestro Señor parece referirse a estas palabras en su solemne profecía antes de Su pasión, en la cual Él abarca dos series de eventos: aquellos que acompañaron a su primera venida, y los que lo harán con la segunda; ambas persecuciones de Su Iglesia, la primera y la postrera. Escuchemos sus palabras: “Entonces habrá una gran tribulación, cual no la hubo desde el inicio del mundo hasta entonces ni la habrá, y a menos que dichos días sean acortados, ninguna carne será salva; mas por razón de los elegidos, aquellos días serán acortados”(3).

Concluye con lo que tengo que decir acerca de la venida del Anticristo hablando de la persecución que la acompañara. Al hacerlo no hago más que expresar el juicio de la Iglesia primitiva, como he tratado de hacerlo todo a lo largo de estos sermones, y cómo me propongo realizarlo en lo que sigue.


1

En primer lugar, citaré algunos de los principales textos que parecen referirse a esta persecución final.

“Se levantará otro luego de ellos y (…) proferirá palabras contra el Altísimo, y hostigará a los santos del Altísimo e intentará cambiar los tiempos y la ley; y los santos serán entregados en sus manos durante un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo”(4) esto es, tres años y medio.

“Profanarán el santuario-ciudadela y abolirán el Sacrificio Perpetuo y pondrán allí la abominación de la desolación, y corromperán con halagos a los violadores de la Alianza, pero el pueblo que conoce a su Dios se mantendrá fuerte y hará proezas. Y los sabios de entre el pueblo enseñarán a muchos, aunque caerán bajo la espada, la llama, la cautividad y la expoliación, durante algún tiempo”(5).

“Muchos serán purificados, y blanqueados y probados, más los inicuos seguirán obrando mal (…) y desde el tiempo en que el Sacrificio Perpetuo sea retirado y sea eregida la abominación de la desolación, transcurrirán mil doscientos noventa días”(6).


Habrá una gran tribulación, como no la hubo desde el comienzo del mundo”(7), y así siguiendo, como he dicho más arriba.

“Y se le dio una boca que profería grandes cosas y blasfemaba; y se le dio poder para obrar durante cuarenta y dos meses. Y abrió su boca para blasfemar contra Dios, para blasfemar contra Su nombre, contra Su tabernáculo y contra los que moran en el cielo. Y le fue concedido hacer la guerra contra los santos y vencerlos (...) Y todos los que viven en la tierra y adorarán, aquellos cuyo nombre no está escrito en el libro de la vida del Cordero inmolado desde la fundación del mundo”(8).

“Vi un Ángel que descendía del cielo portando la llave del abismo y una gran cadena en su mano, y se sujetó al dragón, a la serpiente antigua que es el demonio y Satanás, y lo encadenó por mil años (...) y luego de esto deberá ser liberado por poco tiempo (...) y saldrá y engañará a las naciones de los cuatro rincones del orbe, a Gog y Magog, a reunirlos para la guerra, numerosos como las arenas del mar. Y subieron por todo el ancho de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada”(9).

Los primeros cristianos interpretaron estos pasajes como relativos a la Persecución que se desencadenaría en los últimos tiempos, y todo conduce a creer que efectivamente a ella se refieren. Ciertamente, palabras de Nuestro Señor acerca de la gran tribulación por venir, parecen referirse en primera instancia a las persecuciones iniciales, a las cuales los primeros Cristianos se vieron expuestos, y sin duda que así es; sin embargo, por violentas que estas persecuciones hayan sido, no fueron consideradas por los mismos hombres que las padecieron como el verdadero cumplimiento de la profecía; y esto es ciertamente una fuerte razón para pensar que no lo fueron. Esto se ve confirmado por pasajes paralelos, comos las palabras de Daniel que hemos citado, quién ciertamente habla de una persecución todavía futura; si Nuestro Señor utilizó las mismas palabras, y estaba hablando de lo mismo que Daniel, entonces cualquiera que haya sido el cumplimiento parcial de Su profecía haya tenido en la historia de la primitiva Iglesia, Él ciertamente se refiere a la última persecución, si tomamos Sus palabras en toda su amplitud. Él dice: “Habrá una gran tribulación, como no la hubo desde el comienzo del mundo hasta este tiempo ni la habrá, y a menos que dichos fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas en atención a los elegidos, dichos días serán abreviados”(10). E inmediatamente después: “Se levantarán falsos Cristos y falsos profetas que harán grandes signos y portentos, capaces de engañar, si fuese posible, a los mismos elegidos”(11). En consonancia con este lenguaje, Daniel dice: “Habrá un tiempo de  tribulación, tal cual nunca lo hubo hasta entonces, desde que existen las naciones; y en aquel tiempo se salvará tu pueblo, todo aquel que haya sido hallado en un libro”(12). Uno de los pasajes del Apocalipsis que he citado dice lo mismo, e incluso con más fuerza: “Le consedido hacer la guerra contra los altos y vencerlos (…) Y todos lo que viven en la tierra le adorarán, aquellos cuyo nombre no está escrito en el libro de la vida”(13).

2


Tratemos ahora de comprender y profundizar en esta idea que acabamos de presentar a nuestra consideración: aunque la Iglesia ha sido preservada de la persecusión durante mil quinientos años, sin embargo una persecución la aguarda antes del fin, más feroz y peligrosa que cualquiera que haya sufrido desde su comienzo.

Más aún, esta persecución estará acompañada por la cesación de todo culto religioso: “Abolirán el Sacrificio Perpetuo”(14). Los Padres de la Iglesia interpretaron estas palabras en el sentido de que el Anticristo suprimirá durante tres años y medio todo culto religioso. San Agustín se pregunta, incluso, si el bautismo será administrado a los niños en dicho periodo.
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