domingo, 16 de octubre de 2016

R.P. Leonardo Castellani: Dios y el César





En aquel tiempo: Los fariseos se fueron y deliberaron cómo sorprenderían a Jesús en alguna palabra. Le enviaron, pues, sus discípulos con los herodianos, a decirle: “Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con verdad, sin miedo a nadie, porque no miras a la persona de los hombres. Dinos, pues, lo que piensas: ¿es lícito pagar tributo al César o no?” Mas Jesús, conociendo su malicia, repuso: “Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda del tributo”. Y le presentaron un denario. Preguntóles: “¿De quien es esta figura y la leyenda?” Le respondieron: “del César”. Entonces les dijo: “Dad, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”. Oyendo esto, quedaron maravillados, y dejándolo se fueron. 
Mateo XXII, 15-22





"Domingueras Prédicas II"
R.P. Leonardo Castellani


Dominica XXII después de Pentecostés
Dios y el César (1967) 


Tenemos aquí el resabido aforismo "Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César." Fue pronunciado al preguntarle los judíos con malicia si había que pagar el tributo o no. Este episodio es ilustrado por otro en que Cristo pagó Él mismo el tributo haciendo para eso un milagrito raro. Preguntó primero a Pedro: "-¿Quién paga tributo, los hijos o los súbditos? -Los hijos no pagan. -Yo soy el Hijo; sin embargo, vamos a pagar." (1). Y dio así a la Iglesia la pauta que San Pedro (2) y San Pablo (3) habían de explicitar. Los dos dicen hay que obedecer al César, aunque sea díscolo, en todo cuanto pertenece al orden civil; y no obedecerle en el orden religioso, si manda algo contra la Ley de Dios: liberaron la conciencia del hombre sometiéndola a solo Dios.

Y eso causó millones de mártires en el Imperio Romano los cuatro primeros siglos: eran los mejores ciudadanos en lo temporal; pero se negaban hasta la muerte a adorar a Júpiter o a adorar al César.

Cristo fijó, pues, en esta breve frase la relación entre el César y Dios, que es lo que hoy llamamos entre la Iglesia y el Estado. Antes de Cristo no existía problema: o bien el César gobernaba la Religión, y era lo más común; o bien el Sacerdocio imperaba sobre el poder civil en casos rarísimos, Egipto e Israel -y eso no siempre. Después de Cristo, el problema existió siempre; probablemente es uno de los cuatro problemas políticos que no tienen ninguna solución práctica en el sentido de que en teoría se puede resolver fácil; y en la práctica se puede llegar y se ha llegado a veces a un equilibrio; pero es un equilibrio inestable e imperfecto, y subsiste siempre una tensión.

El ejemplo es lo que llaman "la lucha de las investiduras" o "la lucha del Sacerdocio y del Imperio", que duró toda la Edad Media (más de 7 siglos) con altibajos continuos: a veces los Emperadores de Alemania oprimían a la Iglesia, a veces los Papas lograban la libertad, e incluso abusaban un poco; pero puede decirse que existió el equilibrio (inestable e imperfecto) porque tanto los pueblos como los Reyes admitían el principio de que el Rey tenía su dominio y el Papa tenía su dominio, y ninguno de los dos debía entrometerse.

Bien, lo que nos interesa es saber en qué está hoy día esa cuestión: está en tres estados diferentes:

1°. En Rusia y en China, por ejemplo, el Estado persigue a la Religión de modo que no sólo no dan a Dios lo que de Dios es, sino que rechazan a Dios simplemente; hasta el nombre de Dios; Estados ateos, una novedad absoluta en el mundo.

2°. Naciones en que el César se constituye en Pontífice, asume en sí los dos poderes; que prácticamente hoy son Inglaterra y Escandinavia, donde los Reyes son los Jefes de la Religión, y la Religión es llamada "Iglesia Nacional". Alemania y Rusia, que no tienen ya ni Kaiser ni Czar no lo son ya: lo fueron. Enrique VIII de Inglaterra fue quien inventó esto; y por no querer firmar esta invención cismática, que "el Rey era la Cabeza de la Iglesia de Inglaterra", le cortaron la cabeza al Canciller Tomás Moro, Santo Tomás Moro.

3°. Hay dos naciones en que existe ese equilibrio inestable y precario, que son España y Portugal; y en cierto modo Alemania Oeste.

-Y en ·¡a Argentina, ¿qué hay? -Una situación curiosa: las dos sociedades, Iglesia y Estado ni se pelean ni colaboran. "Ni estoy mal ni bien conmigo ... " -¿Y por qué pasa eso? -Porque son débiles (ponga Ud un árabe y un judío en un cuarto y se pelearán; pero si los dos son reumáticos o tuberculosos, no se pelearán). Y la razón porque son débiles es que ninguno gobierna, no son Gobierno, son fachadas de Gobierno. El Gobierno está escondido detrás, es invisible: es el Poder del Dinero (4).

El régimen liberal, durante un siglo y pico que ha durado aquí, debilitó a la Iglesia quitándole cosas que le corresponden, a saber, la Enseñanza, los Matrimonios y la vigilancia de la vida intelectual: había empezado Rivadavia (5), quitándole los Seminarios y todos sus bienes; siguieron Mitre, Sarmiento, Roca, etc (6).

Pero ahora el régimen liberal está más débil que la Iglesia; y hablando en plata, esto que llamamos "democracia" es siempre gobierno débil. -¿Cómo débil, dirá alguno, si nos revienta a impuestos? -Eso no empece: es sabido que los débiles son feroces con los que son más débiles que ellos. Sólo los fuertes son magnánimos y benignos con los flacos. Nuestro régimen es enteramente flojo para con el Gobierno Invisible; y es malazo con nosotros. -¿Y dónde está ese Gobierno Invisible, para ir y cortarle la cabeza? -No se puede, porque está fuera de aquí. Es lo que llaman "la plutocracia", o sea, el Gobierno del Dinero.

-Esto que estamos diciendo es Política y no Religión. -No; el vocabulario es político, porque de algún modo hay que nombrar las cosas, pero la idea es religiosa, y es en suma ésta: Cristo, el Rey de la Paz, vino a salvar a los hombres, no sólo uno a uno, sino también en Sociedad; y para eso dio el Precepto y el Ejemplo de una coordinación entre los dos poderes, o "las dos Espadas", como dijo Bonifacio VIII. Esa coordinación consiste en esto: la Iglesia en lo espiritual, el Estado en lo temporal, y en las cuestiones mixtas, que son las difíciles, un Acuerdo -o sea, un "Concordato", que dicen.

Dondequiera esa Coordinación se logra, la Nación prospera. Pregunten por ejemplo a los que vienen de España acerca de la actual prosperidad de España. Cuando en 1929 vino la noticia de la "Conciliazione" o sea, los Tratados de Letrán (7), yo estaba en Teología y pensé: "Italia se va a convertir en una Nación de primero orden"; y así fue (8).


Notas

1. Mateo 17, 24-27.
2. I Pedro 2, 13-15.
3. Romanos 13, 1-7; I Timoteo 2, 1-2; Tito 3, 1.
4. Adrián Ventura afirmó en "Puro Circo" (La Nación", 10-IV-98, p. 13) que el Gobierno "extrae su poder de un sector empresario." Pocos días antes Vicente Gonzalo Massot había escrito que sobre las ruinas de los antiguos factores de poder: las Fuerzas Armadas, los sindicatos, la Iglesia, el Estado y, en menor medida, los partidos políticos, se han levantado los nuevos dominadores: la opinión pública, los principales medios de comunicación y el establishment económico ("Menem y la Constitución Sociológica", "La Nación", 30-III-98, p. 23). La opinión pública es fabricada por los medios de comunicación, que a su vez están en manos del Gran Dinero.
Chesterton decía que "la fachada y forma exterior de este nuevo Gobierno secreto es el funcionamiento meramente mecánico de lo que se llama 'Sistema de Partidos'. El Sistema de Partidos no consta, corno se cree, de dos Partidos, sino de uno solo. Si hubiese de veras dos Partidos, no podría haber Sistema. En estas condiciones, el voto resulta una cosa tan útil corno un boleto de tranvía con una obstrucción permanente en la línea ... "
5. Una de las muchas "locuras de aquel visionario (que se creía) capaz de improvisar en Buenos Aires la civilización europea con sólo los decretos que diariamente llenaban lo que se llamaba Archivo Oficial" (Carta de San Martín a O'Higgins, citado por Sierra, V. D., "Historia de la Argentina", T. VII, p. 239-240) fue la "reforma eclesiástica", que llevó a cabo en 1822 de acuerdo con el cura renegado y masón Julián Segundo de Agüero.
"Ahí tienen el libro de Guillermo Gallardo 'La Política Religiosa de Rivadavia' (THEORIA, Bs. As., 1962) ( ... ] Rivadavia arrebató de 'prepo' sus bienes a la Iglesia Argentina (e incluso a los hospitales y orfanatos) siguiendo pautas (e instrucciones, quizá) de afuera, de la conspiración anticristiana europea. El fin directo de lo que él llamaba (con hipocresía o no) 'Reforma Eclesiástica', era la destrucción de la Iglesia( ... ] Si fue masón o no Don Benaldino (Gallardo opina que sí; Ernesto Palacio, que no), poco importa: la medida era netamente masónica, y está incorporada a los programas de las Logias; y las consecuencias de su robo sacrílego fueron desastrosas para todos -incluso para el Fisco ... Conclusión de Gallardo es que Rivadavia hizo necesario a Rosas¡ es decir, que la población se adhirió y apoyó fuertemente al Gaucho de los Cerrillos, por indignada y escandalizada de las tropelías antirreligiosas del beatón 'primer hombre civil de la tierra de los argentinos'. (De la tierra no era: era de la atmósfera)." (El Sacrilegio", en "Notas a
Caballo de un País en Crisis", DICTIO, Bs. As., 1974, págs. 433-434).
6. Sobre Roca y su obra escribe Rodolfo Irazusta: "El laicismo era el instrumento de nuestro sometimiento espiritual a los anglosajones, así corno el librecambio era el instrumento de nuestra dependencia económica" ("La Nueva República", 30-VIIl-1930). "La inmoralidad de las costumbres públicas y privadas responde a una doctrina. Las concesiones ferroviarias preparan la colonización del país, mientras la ley de ense.iíanza laica prepara el aniquilamiento de las virtydes tradicionales. El escéptico que dirige el Estado no se alarma por nada: sonríe ... El nos legó, moldeadade sus hábiles manos, esa oligarquía formada por hombres descreídos, sensuales y desconectados de su patria, que había de continuar las entregas del patrimonio nacional. La podredumbre actual es hija suya indirectamente; pero el desprecio de la patria es su hijo legítimo" ("La Estatua del General Roca", en "Nuevo Orden", 22-X-41).
7. El 11 de febrero de 1929 el Vaticano y el Estado italiano firmaron el Tratado de Letrán, que reconocía la soberanía del Sucesor de Pedro en la Ciudad del Vaticano.
Los Pactos lateranenses determinaron las relaciones entre el Estado italiano y la porción de la Iglesia Católica que se encuentra en el territorio de Italia.
8. "La falsa democracia que resultó el instrumento de las inmensas fuerzas económicas desatadas en el siglo XVII, había persuadido al Estado a abandonar su esfera propia, que es la política, la había debilitado en la dirección general de la procura del bien común, distrayéndola entre tanto con las pretensiones fáciles y ociosas -y a veces tiránicas- de ser Pontífice, Sacerdote, Sabio, Maestro, Mecenas, Nodriza, o cualquier otra cosa particular."
"Debemos trabajar para conseguir la vuelta a sus propios centros de las dos esferas de acción de que hablamos arriba, es decir, la del sano estatismo y la del derecho natural. Y nada parece mejor para conseguirlo que exponer con claridad y objetivamente los términos del problema" (Castellani, "Esta es la Cuestión", en "Cabildo", 27-V-44).




Sea todo a la mayor gloria de Dios.


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