domingo, 9 de julio de 2017

R.P. Leonardo Castellani: La Corrección de la Antigua Ley





En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Oísteis que fue dicho a los antepasados: «No matarás; el que matare será reo de condenación.» Mas Yo os digo: «Todo aquel que se encoleriza contra su hermano, merece la condenación; quien dice a su hermano «racá» merece el sanhedrín; quien le dice «necio» merece la gehenna del fuego. Si, pues, estás presentando tu ofrenda sobre el altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo que reprocharte, deja allí tu ofrenda delante del altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
(Mateo V, 20-24)



"Domingueras Prédicas I"
R.P. Leonardo Castellani


Dominica quinta después de Pentecostés
La Corrección de la Antigua Ley

En el Evangelio de hoy se lee un trocito del Sermón del Monte, de la segunda parte, que llaman "la Corrección de la Ley". Cristo toma seis ejemplos de preceptos antiguos y los convierte en preceptos nuevos: y hoy leemos el primero, que atañe a las enemistades y a las injurias. Los otros ejemplos son:

2° el adulterio
3° el divorcio
4° losjuramentos
5° no resistir al mal con mal
6° amar a los enemigos.

En el primer ejemplo Cristo dice que no solamente Dios prohibe el asesinato (por la ley de Moisés) sino todo lo que conduce al asesinato: la ira, las riñas, las ofensas y las contumelias; y dice que esas cosas son reato de muerte; -y de muerte eterna por cierto, pues nombra al fin a la Gehenna del fuego, o sea, el Infierno. (La Gehenna era un valle aliado Jerusalén, donde echaban las basuras y las quemaban; había siempre fuego ardiendo allí.) Parece exagerado de parte de Cristo que por decirle "estúpido" o "loco" a un prójimo, se merezca el Infierno. Se puede merecer ¿por qué no? Puede ser pecado mortal.

Un filósofo podría decir (y varios lo han dicho) que en estas seis correcciones Cristo no hizo sino enunciar la Ley Natural, la Moral que está en todas las grandes religiones del mundo, y también en la filosofía irreligiosa de Kant. Se equivocan grandemente: Cristo introduce la Moral cristiana, que es sobrenatural; introduce el concepto de Pecado delante de Dios, Ofensa de Dios, concepto que es propio del Cristianismo y no era conocido en el mundo pagano; y sólo vagamente conocido en el mundo judío. El que peca, peca contra Dios y compromete su Destino E terno: no peca solamente contra la Virtud, como profesaban los paganos. El Pecado no es lo contrario de la Virtud, es lo contrario de la Fe, para el cristiano. La Virtud le decía al pagano: "Te has olvidado de mí en ese momento, eso está feo, me has abandonado; pero puedes volver a mí, yo soy siempre la misma ... " y así sin más vueltas un pecador pasaba a ser justo. Pero la Fe dice al cristiano: "Has ofendido a Dios, hay una ruptura con Dios, una ruptura de relaciones; no puedes componer esa ruptura sí Dios mismo no lo hace; tienes que acudir a Dios". Y el acudir a Dios del pecador es el arrepentimiento.

¿Dónde está todo eso? Está (por de pronto) en la solemne y asombrosa fórmula que usa Cristo en sus seis ''correcciones". -"Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás"; YO empero os digo ... ", fórmula repetida seis veces. El que había dicho eso a los antiguos era Moisés; Cristo por ende se daba por más que Moisés. Pero como Moisés había dicho eso (en las Tablas de la Ley) de parte de Dios, Cristo se daba simplemente, mirándolo bien, por Dios; y Dios daba de nuevo su Ley estando allí presente; y también en una Montaña. Porque todo pecado se hace delante de Dios, es decir, quebranta una Ley directa de Dios. Por eso decimos en el Acto de Contrición: "Pésame, Señor, y me arrepiento de haberos ofendido; pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque pecando ofendí..." Dos veces refiero mi pecado a Dios; porque al fin, el Infierno y el Cielo no son sino la pérdida de Dios y la posesión de Dios.

El pecado no va pues solamente contra las virtudes morales (como entre los paganos) sino contra Dios -contra las virtudes teologales, Fe, Esperanza y Caridad. De donde se sigue que todo pecador que no se arrepiente es un desesperado, vive "sine Deo in hoc mundo" -sin Dios en este mundo, como dice San Pablo (46) -No nos venga aquí con cuentos, según eso la mayoría de la gente serían desesperados... -Y... puede ser. -Y nosotros conocemos pilas de gente que ni sueña en arrepentirse ni siquiera se da cuenta de que peca, y vive lo más campante, incluso hacen plata o llegan a Diputados o Intendentes Municipales, no son desesperados. -¿Y cómo sabe Ud. que no son desesperados? -Si fuesen desesperados, se sabría; ellos por lo menos lo sabrían. -No siempre. -¿Se puede ser desesperado y no saberlo?

Un filósofo cristiano ha dicho "Todo aquel que no tiene fe es, de alguna manera, un desesperado" -lo cual parece mentira; pero San Pablo lo dijo más fuerte todavía: "Todo lo que no procede de la fe, es pecado"; y el pecado es estar sin Dios. 

Hay cuatro maneras de desespero, que podríamos llamar, el desespero animal, el desespero cambio, el desespero desafío y el desespero demoníaco, in crescendo. A ver cómo podemos caracterizarlos brevemente.

El desespero animal es el de aquel que vive sumergido en lo sensible; que es casi todo carne y no espíritu; y el desespero se conoce en que vive agitadamente hambriento de diversiones, de hacer plata, de su trabajo, de la política, de la vida social, de leer diarios, de vacaciones y veraneos, de viajes, -arte arte arte, música, literatura, exposiciones, conciertos, sentimentalismo, charlas inútiles, mujeres -y diversiones otra vez: divertirse significa verterse en todas direcciones. Hay toda una tribu de literatos tilingos en la Argentina que viven así. Viven así y cuando se hacen viejos se vuelven imbéciles. Han matado el espíritu porque su vida es muy poco encima del animal; pero me equivoco, el espíritu no se puede matar, lo han ahogado o sofocado; pero desde allá atrás el espíritu es como la espuela de su agitación; y existe la posibilidad de que el espíritu inmortal les explote de golpe, que salga a flote la desesperación. psta semana me contaron el suicidio de un español que era un hombre equilibrado/ serio y de trabajo aparentemente; y se suicidó por una insignificancia; y mi conjetura es que era un desesperado desta clase, y le salió a flote la desesperación por un pequeño choque; porque la vida con sus choques, que a veces no son pequeños/ causa esto. Estos choques pueden convertirlos, y ésa es la intención de Dios; pero pueden no; depende de su libre albedrío. Porque el que no tiene fe es desesperado; porque el pecado se hace delante de Dios: "habéis oído se dijo a los antiguos ... YO empero os digo ... ". Ese YO era Dios.

Los otros dos desesperos, desespero cambio y desespero desafíoson la desesperación del que no quiere ser lo que es, y del que quiere ser lo que es -pero sin Dios.

El que no quiere ser lo que es, tiene un poco de espíritu, porque se ve feo o pocacosa o despreciable y comienza a desear ser otro: ser Carlitos Gardel o Perette o Illia -o Perón si a mano viene ... ¿Cuántas mujeres no han deseado ser Evita Perón -conozco una que arruinó su vida por eso- o bien Sofía Loren? A veces se ponen a imitar a otra persona 1 a un vecino por ejemplo; como aquel envidioso que no teniendo nada que envidiar a un vecino jorobado, se puso a envidiarle la joroba. Estos son seres que tienen un sustancial descontento de sí mismos y una especie de envidia sustancial; padecen de tedio y de envidia. En vez de desear cambiar quitando el pecado, lo cual es posible -al fin y al cabo el pecado no es nuestra natura misma, es una dirección, una falsa dirección del movimiento de la vida- desean cambiar su propia natura, lo cual es imposible; y por eso son desesperados.

Porque el pecado se hace ante Dios. "Habéis oído se dijo a los ~, antiguos ... YO empero os digo ... " Y ese YO era Dios.

El desespero desafío se da al querer ser uno mismo -sin Dios; se da a la autoafirmación, como dicen. Se ufana de su propio yo y quiere imponerlo por todas partes, quiere ser diferente, quiere ser original; y no hay nada menos original que un tiranuelo o un finchado. ¿Cuántas mujeres han sido desdichadas por causa de un tipo así? Yo las llamaría las mártires de la feminidad, porque la feminidad les hace débiles delante de un tipo así, sobre todo son madres. Pero cuando a una mujer le da esta especie de locura de la autoafirmación, entonces es el acabóse perfecto. Muchos grandes poetas han sido así (los poetas son un poco mujeres), Víctor Hugo, Goethe, Lord Byron, que es el ejemplo más patente; y que no tengo tiempo de exponer. Desafiaba explícitamente a Dios, oponiéndole su propio yo -idolatrado. 

Porque el pecado se hace ante Dios. "Habéis oído se dijo a los antiguos ... YO empero os digo ... " Y ese YO era Dios.)

Realmente el Cristianismo ha venido a hacer más fácil la salvación eterna, pero más difícil la vida humana -o digamos, mundana; y por eso hay muchos que patean contra el Cristianismo. Este es el desespero demoníaco, el cuarto y peor, el pecado contra el Espíritu Santo. Hay muchos que dicen la Edad Media fue una época de tinieblas y oscurantismo: algunos lo dicen por boca de ganso, porque lo han oído a otros -gansos; pero otros lo dicen simplemente porque ven que la Edad Media es demasiado elevada para ellos. Así pasa con el Cristianismo, algunos sienten que es muy muy elevado para ellos y así inventan que el Cristianismo es todo mentiras y fábulas. "Nadie te obliga a ir a la Iglesia; puedes quedarte en tu casa; ¿por qué ese empeño en impedir que los demás vayan a la Iglesia?" -Ah, furiosamente algunos se empeñan en quitar la fe a los otros; recuerden al viejo Berroetaveña, al viejo Lisandro de la Torre -dos suicidas. Este desespero ya no es el desafío de oponer el propio Yo a Dios, es la pretensión de aniquilar a Dios. Porque todo pecado se hace ante Dios. "Habéis oído se dijo a los antiguos ... YO empero os digo ... ". Y ese YO era Dios.

Perdonen mis magras filosofías; temo no sean convincentes por demasiado breves. Summa summarum: desde Cristo acá el pecado es una ruptura con Dios; no que antes no fuese tal sino que antes, los hombres no lo sabían. Cristo vino a hacer más fácil la salvación eterna, no a hacer más difícil la vida. Él dijo que la salvación es una senda estrecha, pero eso lo fue siempre; mas ahora hay en ella una cosa nueva, que es el gozo de la verdad y el amor, que da fuerzas; no es que la senda se ensanche, no. A un viejo le cuesta mucho subir una escalera pina; y un joven la sube a saltos; no es que la escalera se haya hecho menos empinada, es que el joven es joven; y Dios dice por Isaías: "Yo renovaré tu juventud, como la juventud del águila" -o del Ave Fénix, que dice el texto hebreo.

Señor, danos la gracia de evitar la sigilosa desesperación y de andar por la senda estrecha, renovados cada día como el águila.



Notas

46. N. del E.: Castellani quiere decir que todo el que peca mortalmente es de alguna manera un desesperado. La fe y la esperanza pueden permanecer en el alma que ha perdido la gracia y la caridad por el pecado mortal. Sin embargo, ellas permanecen informes, y el pecado mortal de suyo inclina a la total separación de Dios.





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