SAN MESMÍN
Abad
† hacia el año 520

Acuérdate de dónde has caído;
haz penitencia y vuelve a tus primeras obras.
(Apocalipsis 2, 5)
- En Roma, los santos Mártires Ireneo, Antonio, Teodoro, Saturnino, Víctor y otros diecisiete, que en la persecución de Valeriano padecieron por Cristo.
- En África, el suplicio de los santos Faustino, Lucio, Cándido, Celiano, Marcos, Jenaro y Fortunato.
- En el mismo lugar, san Valeriano, Obispo, el cual, siendo de más de ochenta años, en la persecución Vandálica, requerido por el Rey Arriano Genserico para que entregase les ornamentos de su Iglesia, y negándose resueltamente a ello, fue de su orden expulsado él sólo de la ciudad, prohibiéndose que nadie le diese habitación dentro ni fuera de ella, por lo que se vio obligado a vivir a la intemperie en los caminos públicos, y así acabó por la confesión y defensa de la fe católica, el curso de su santa vida.
- En territorio de Orleáns, san Maximino, Confesor.
- En la región de los Íberos, al otro lado del Ponto-Euxino, santa Cristiana, esclava, que, con la eficacia de los milagros, en tiempo de Constantino trajo aquella gente a la fe de Cristo.
- En Verceli, la Ordenacion de san Eusebio, Obispo y Mártir.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
SAN MESMÍN
Abad
San Mesmín entró en el monasterio de Micy, cerca de Orléans, del que fue más tarde el segundo Abad. Con el correr del tiempo había de dejarle su nombre: hoy se llama San Mesmín. En muchedumbre iba la gente tras él para formarse en la perfección cristiana. Los señalados milagros que Dios obró por su intermedio aumentaron aun más su reputación de santidad. Murió recomendando la caridad a sus religiosos, el 15 de diciembre del año 520.








