LA PRESENTACIÓN DE LA
SANTÍSIMA VIRGEN
Ninguno puede servir a dos señores,
porque tendrá aversión al uno y amor al otro,
o si se sujeta al primero, mirará con desdén al segundo.
No podéis servir a Dios y a las riquezas.
(Mateo 6, 24)
- En Jerusalén, la Presentación en el Templo de la bienaventurada Virgen María, Madre de Dios.
- El mismo día, el tránsito de san Rufo, de quien escribe san Pablo Apóstol a los Romanos.
- En Roma, el martirio de los santos Celso y Clemente.
- En Reims de Francia, san Alberto, Obispo de Lieja y Mártir, que por defender la libertad eclesiástica fue asesinado.
- En Ostia Tiberina, los santos Mártires Demetrio y Honorio.
- En España, los santos Mártires Honorio, Eutiquio y Esteban.
- En Panfilia, san Heliodoro, Mártir, en la persecución de Aureliano, siendo Presidente Aecio. Después de él sus mismos verdugos, convertidos a la fe, fueron sumergidos en el mar.
- En Roma, san Gelasio I, Papa, señalado en doctrina y santidad.
- En Verona, san Mauro, Obispo y Confesor.
- En el monasterio de Bobio, el tránsito de san Columbano, Abad, que fue Fundador de muchos monasterios y Padre de gran número de Monjes, y esclarecido en muchas virtudes, descansó en buena vejez.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
PRESENTACIÓN DE LA
SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
María fue presentada en el Templo por sus padres a la edad de tres años, para ser educada allí santamente en el servicio del Señor. Los padres y las madres de las principales familias de Jerusalén concurrieron al Templo para rendir homenaje a la familia de David, y los ángeles cubrieron a la niña con sus alas y cantaron en armonioso concierto. Aunque niñita, conocía ella la grandeza del Señor a quien iba a servir. Así, para llegar hasta el pontífice Zacarías, subió las gradas del Templo con una firmeza y una agilidad que excedían la de su edad. El Espíritu de Dios que animaba su alma suplía la flaqueza de su cuerpo.