domingo, 19 de junio de 2016

R.P. Leonardo Castellani: Sermón La Corrección de la Antigua Ley





En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Oísteis que fue dicho a los antepasados: «No matarás; el que matare será reo de condenación.» Mas Yo os digo: «Todo aquel que se encoleriza contra su hermano, merece la condenación; quien dice a su hermano «racá» merece el sanhedrín; quien le dice «necio» merece la gehenna del fuego. Si, pues, estás presentando tu ofrenda sobre el altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo que reprocharte, deja allí tu ofrenda delante del altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
(Mateo V, 20-24) 




"Domingueras Prédicas II"
R.P. Leonardo Castellani


Dominica quinta después de Pentecostés
La Corrección de la Antigua Ley

El Evangelio de hoy nos dice un trozo del Sermón Serrano, o Sermón de la Montaña, la primera de las correcciones a la Ley Judía que empiezan con la sorprendente fórmula: "Habéis oído que se dijo a los antiguos -Yo, empero, os digo." Esta corrección, o mejor dicho, compleción, versa sobre la reparación de las ofensas.

El Sermón de la Montaña, que abarca dos capítulos de San Mateo, 5o y 6o, es uno de los documentos más importantes de nuestra religión, aunque no es un resumen de TODA nuestra religión, como dicen algunos. Fue predicado en el primer año de la Vida Pública, en lo que llaman "la Misión de Galilea", después que Cristo había estado en Jerusalén (Primera Pascua), había hecho muchos milagros y había elegido a sus discípulos; en una especie de púlpito natural llamado "los Cuernos del Hattim", en un collado o excrecencia rocallosa en las estribaciones del gran monte Hermón, a la vista de una gran muchedumbre que seguramente estaba sentada en grupos entre los peñascos a diferentes niveles y sobre el valle que se llama "de la Paloma"; y es probable haya durado más de un día, y es probable también que Cristo recitara lentamente al grupo escogido de sus discípulos y éstos, después, repitieron los recitados, que son varios diferentes, a cada uno de los grupos, los cuales los memorizaban a su vez, de acuerdo con los usos de los "medios de estilo oral rítmico y mnemotécnico".

San Mateo nos conservó una sinopsis compuesta de varias secciones heterogéneas, pero que pueden en conjunto llamarse "La Corrección y Compleción de la Ley": "compleción" significa "hacer cumplido", es decir, no solamente completarla, sino hacer posible su cumplimiento; pues Cristo comienza su proclama diciendo: "No penséis que he venido a abolir la Ley; no he venido a abolirla, sino a hacerla cumplida."

La fórmula conque encabeza Cristo sus correcciones es notable y notabilísima: "Habéis oído que fue dicho a los antiguos ..." ¿Por quién fue dicho? Por Moisés, en nombre de Dios. "Yo en cambio os digo ..."; luego, Cristo al decir eso se proclama mayor que Moisés, se proclama el Gran Profeta que justamente Moisés había predicho, diciendo: "Dios me dijo que suscitará un Profeta de en medio de vuestros hermanos y de vuestra gente, que será como yo y os dirá todo lo que tenéis que hacer."(1) Pero hay más: Moisés hablaba en nombre de Dios y Cristo habla en su propio nombre, YO; en su propio nombre corrige o completa una Ley que había sido dada por el propio Dios; de manera que, en forma implícita tenemos aquí la primera autorrevelación de la Divinidad de Cristo; en la forma en que podía hacerse en ese momento.

De modo que aquella atrevida y casi irreverente fórmula que lanzó en 1845 desde el púlpito de Notre Dame de París el dominico Lacordaire: "O Cristo fue Dios o fue el loco más grande que ha existido en el mundo", tiene verdad. Y no es extraño tampoco dijeran los oyentes estupefactos al acabar la predicación: "Ningún hombre ha hablado como este hombre; este hombre no habla como los escribas y fariseos; este hombre habla como quien tiene propia autoridad." (2)

Comenzó diciendo: "Si vuestra justicia no es mayor que la de escribas y fariseos, no entraréis en la Maljutá", o sea, en el Reino. "Habéis oído que se dijo a los antiguos: 'No matarás'. Yo, empero, os digo a vosotros: No insultarás ni agraviarás ni ofenderás a tus hermanos bajo pena de muerte (o sea, de pecado mortal), y si lo has ofendido, tienes que reparar esa ofensa." Y entonces, en este precepto de la reparación, que es la verdadera señal de que uno se ha arrepentido de veras, puso un peso tal que espanta: prácticamente dijo a los cristianos: "No comulgues si no has reparado la ofensa; levántate de la mesa de la comunión y vete a reconciliarte con tu hermano primero de comulgar." Él dijo "sacrificio" pero para nosotros la misa y la comunión son el Sacrificio.

Muy lindo sería para los sinvergüenzas que el cristiano ofendido tuviera obligación de perdonar -y el ofensor no tuviera obligación de reparar; de manera que hay varias maneras de perdonar: si un ladrón que me ha robado, viene, me pide perdón y me devuelve la cartera, es una manera; y si se hace humo y no me devuelve nada, también le perdono, pero es otra manera. Finalmente, si viene y comienza a darme palmadas en la espalda, diciendo: "Somos cristianos, aquí no ha pasado nada", hay una tercera manera de perdonar, que es romperle la crisma de un garrotazo, si se puede; porque ésa es la "justicia". de los escribas y fariseos a que aludió Cristo.

A mi padre, que era periodista, lo asesinaron cuando yo tenía 7 años; mi abuela Doña Magdalena se iba a confesar y el cura le preguntaba: "¿Perdona al que mató a su hijo?", y ella decía: "NO". Entonces el cura le negaba la absolución; hasta que yo, que a los trece años era un pequeño teólogo improvisado, le dije que tenía que decir: "SÍ"; porque en realidad, ella perdonaba de la única manera que podía y debía perdonar. Es decir, que yo era el Niño perdido y hallado en el Templo; bastante perdido era, por cierto.

Cristo reforzó todavía este precepto de la reparación (que temo mucho esté muy olvidado e incumplido hoy día) con una Parábola: "Arréglate con tu hermano mientras estés en el camino; no sea que llegues al fin del camino (es decir, a la muerte) y tu hermano te entregue al juez (es decir, a Dios) y el Juez te entregue al Verdugo (o sea, al Demonio) y el Verdugo te meta en la cárcel (o sea en el Purgatorio o el Infierno): de verdad te digo que no saldrás de allí hasta haber acabado de pagar hasta el último centavo." En el Infierno no se acaba nunca de pagar, es como estar "a disposición del Poder Ejecutivo", o peor todavía; en el Purgatorio se acaba de pagar. Cristo afirma en esta Parábola que hay una cárcel después de la muerte de la cual se puede salir, se puede acabar de pagar. Los Protestantes dicen que el Purgatorio es una invención de los curas, que no está en la Sagrada Escritura. ¿Y este texto? Y hay otros dos textos más en la Escritura que nos indican lo único que sabemos de Purgatorio, a saber: que hay una cárcel ultraterrena (es decir, un estado del alma separada) que es tan mala como el Infierno; si no fuera por la gran diferencia de que allí hay salida.(3)

El Sermón de la Montaña, que empieza con la Parábola de la Sal de la Tierra, termina exhortando al Ahorro Nacional, que dicen ahora, es decir, al Ayuno; sólo que el Ahorro de Cristo es diferente del ahorro de Alsogaray, pues exhorta además a la oración y a la limosna; son las tres maneras de hacer penitencia. No quiero censurar a los que no conozco, que a lo mejor están haciendo todo lo que pueden, pero quiero observar algo acerca del Ahorro Nacional de los "Economistas", que hoy día más bien podrían llamarse "Econometristas". ¿Qué es para ellos el Ahorro Nacional, quiero decir, para lo que llaman la "Ciencia Económica" -de Adam Smith? (4)

Prácticamente es lo siguiente: NO dejar ahorrar a los que necesitan ahorrar, que son los pobres (total, ésos tienen la Ley de Jubilación) y hacer ahorrar a los que no necesitan ahorrar, que son los ricos; o sea concretamente: por medio de la congelación de salarios y la libertad de precios, los pobres quedan reducidos a ganar (si acaso) lo necesario para comer; y las empresas realizan grandes ganancias; y a esas ganancias llaman estos sabios "el Ahorro Nacional".

¿Esto que digo es Comunismo? ¡Qué va a ser Comunismo! Yo no digo que no convenga las empresas se capitalicen; pero ¿creen Uds. que esos grandes tiburones de las finanzas ponen todos sus capitales al trabajo, al adelanto del país? Muchos dellos los arrojan al lujo y al vicio; a todos los vicios, incluso el de la ambición y el de la antirreligión.(5)

Frente a esto, Cristo proclama otro ahorro sumamente singular: DAR LIMOSNA, que parece lo contrario de ahorrar. No condena con eso al ahorro común, cuando no es avaricia o injusticia social; pero estotro es mejor: "Amontonad tesoros en el cielo, ahí no hay inflación de la moneda; haceos con el dinero amigos en el cielo, ahí no hay ladrones ni desagradecidos; poned monedas en el Banco de allá, donde no hay Mazares Barnett."(6)

Todo esto es difícil, ¿verdad? Sí, ¿qué le vamos a hacer? La Ley de Moisés no la cumplía nadie cuando vino Cristo; y Cristo vino a hacerla cumplir y a hacerla cumplida; y para hacerla cumplir, en vez de hacerla más fácil, la hizo más difícil. Más difícil, pero no imposible; y con la gracia de Dios, muchísimo más fácil de lo que creemos, cuando uno se pone resueltamente a ello. Amén.


Notas

1. Deuteronomio 18, 15; Juan 6, 14.
2. Juan 7, 46.
3. Sobre el Purgatorio, ver la Homilía del Cuarto Domingo de Adviento.
4. En 1776 Adam Smith publicó la "Investigación sobre la Naturaleza y las Causas de la Riqueza de las Naciones". Esta obra tuvo una repercusión extraordinaria e influyó poderosamante en la sujeción del hombre a una economía deshumanizada. 

"Hay un 'orden natural' de las cosas económicas, con leyes autónomas, mecanismos propios y automatismos reguladores, un dominio separado, independiente de los otros órdenes humanos. Para comprender la vida económica, se parte menos de la observación positiva de los hechos, que del método abstracto de un razonamiento deductivo. Así aparece, por primera vez en la Historia de Occidente una Ciencia abstracta y discursiva de los hechos económicos, rigurosamente liberada de cualquier prescripción moral o política, estrictamente independiente. A la política económica de los siglos anteriores, sucede la Economía Política y el signo liberal bajo el que vio la luz pesará durante mucho tiempo sobre su destino. La Ciencia Económica nació liberal y sus adeptos se esforzarán hasta nuestros días para mantener el equívoco que lleva a acusar a las doctrinas adversas como contrarias a la 'Ciencia' y desatenta a sus 'leyes'" (Piettre, André, "Les Trois Ages de l'Economie", Fayard, 1964, p. 239-240. Abreviado.).

El 20 de junio de 1997, el Capitán Ingeniero Alsogaray publicó en "La Nación" un artículo en defensa de la "Ciencia Económica" liberal: el Profeta del Mercado considera "un error, fruto de la fatal arrogancia, que pueda haber una Economía solidaria, mayor justicia social, una humanización de las reglas y normas económicas. El funcionamiento de la Economía de Mercado no puede estar trabado por el altruismo." Y agrega que "hasta ahora nadie ha escrito un manual que explique cómo funcionaría una Economía de esa clase", es decir, una Economía ordenada al hombre y un hombre que no viva esclavizado por el Becerro de Oro.

Alsogaray se apresura a añadir que no rechaza de plano la solidaridad: "afortunadamente, los sentimientos altruistas y solidarios se encuentran ampliamente extendidos en la Argentina y hay numerosas manifestaciones de actitudes de esa clase: Caritas, las parroquias y otras organizaciones." La hija del Capitán Ingeniero, María Julia, acaba dar un elocuente ejemplo de solidaridad liberal, cuando se desentendió de los inundados y se fue a pasear por esos mundos de Dios.

5. Sobre la orientación antirreligiosa del Gran Dinero, ver notas de la homilía de
Cristo Rey, pág 343.
6. Mt. 6, 20. Mazar Barnet fue un conocido estafador de aquellos años.




Sea todo a la mayor gloria de Dios.


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