domingo, 11 de mayo de 2014

Martirologio Romano 11 de mayo

SANTOS FELIPE 1 Y
SANTIAGO EL MENOR 2,
Apóstoles y Mártires

1: † crucificado alrededor del año 80 en Frigia (Turquía)
2.: † martirizado en Jerusalén cerca del año 62

1: Patrono de Luxemburgo; pasteleros.
2: Patrono de los farmacéuticos; moribundos; bataneros.
1 y 2: Patronos de Uruguay; Salta (Argentina);
fabricantes de sombreros.

Su fiesta se celebra el 11 de mayo.


A vosotros os he llamado amigos;
porque os he hecho saber cuanto oí de mi Padre.
(Juan 15, 15)

  • Santos Apóstoles Felipe y Santiago. Felipe, después de convertir a la fe de Cristo casi toda la Escitia, finalmente, en Hierápolis, ciudad de Asia, crucificado y apedreado, descansó con glorioso fin. Santiago, que es llamado también hermano del Señor, y fue el primer Obispo de Jerusalén, precipitado desde el pináculo del templo, rotas las piernas y herido en el cerebro con el palo de un batanero, murió, y allí mismo, no lejos del templo, fue sepultado.
  • En Roma, en la vía Salaria, el triunfo de san Antimo, Presbítero, el cual, insigne por sus virtudes y predicación, en la persecución de Diocleciano fue precipitado en el Tíber, de donde le sacó un Ángel, restituyéndole a su oratorio; más tarde, decapitado, subió vencedor al cielo.
  • Allí mismo, san Evelio, Mártir, que siendo de la familia de Nerón, a vista del martirio de san Torpetes, creyó en Cristo, y por Cristo fue también degollado.
  • En Roma también, los santos Mártires Máximo, Basso y Fabio, que en tiempo de Diocleciano fueron martirizados en la vía Salaria.
  • En Osimo del Piceno, los santos Mártires Sisinio, Diácono,Dioclecio y Florencio, discípulos del Presbítero san Antimo; los cuales, en tiempo de Diocleciano, apedreados, consumaron el martirio.
  • En Camerino, los santos Anastasio y compañeros Mártires, los cuales en la persecución de Decio fueron muertos por sentencia del Presidente Antíoco.
  • En Varennes de Francia, san Gangulfo, Mártir.
  • En Viena de Francia, san Mamerto, Obispo, el cual, por una inminente calamidad, instituyó en aquella ciudad solemnes rogativas en los tres días antes de la Ascensión del Señor, rito que aprobó y recibió después la Iglesia universal.
  • En Souvigny de Francia, el tránsito de san Mayolo, Abad de Cluny, cuya vida fue ilustre en santos méritos.
  • En Nápoles de Campania, san Francisco de Jerónimo, natural de la ciudad de Grotalla, diócesis de Tarento, Sacerdote de la Compañía de Jesús y Confesor, varón de eximia caridad y paciencia en procurar la salvación de las almas, a quien el Papa Gregorio XVI puso en el catálogo de los Santos.
  • En San Severino del Piceno, san Iluminado, Confesor.
  • En Cagliari de Cerdeña, san Ignacio de Láconi, Confesor, de la Orden de Menores Capuchinos, preclaro por la humildad, caridad y milagros; al cual el Papa Pío XII enalteció con los honores de los Santos.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.



SANTOS FELIPE 1 Y
SANTIAGO EL MENOR 2,
Apóstoles y Mártires


Tanto San Felipe cuanto Santiago tuvieron el honor de ser apóstoles de Jesucristo, de predicar su Evangelio y de morir por la fe. Felipe fue quien llevó a Natanael a Jesucristo. Después de la Ascensión trasladose a Escitia, donde fue crucificado después de haber convertido a gran número de bárbaros.

Santiago, primo del Señor, fue tan venerado entre los judíos, que se tenían éstos por dichosos con sólo tocar el borde de su manto. Fue precipitado desde lo alto del templo de Jerusalén porque predicaba a Jesucristo.

MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA DE LOS APÓSTOLES FELIPE Y SANTIAGO

I. Estos santos tuvieron el honor de ser llamados al apostolado, de predicar el Evangelio y derramar su sangre por Jesucristo. Obedecieron al llamado de Dios, correspondieron a sus gracias e imitaron los padecimientos de su Maestro. Dios te llama a ti desde hace tiempo, oyes su voz y, sin embargo, no le obedeces. Muchas ocasiones te proporciona de trabajar y de sufrir por Él, ¿cómo las aprovechas? Si los bienaventurados pudiesen en el cielo tener algún pesar, provendría de haber perdido muchas ocasiones de acrecentar su corona sufriendo por Jesucristo.

II. Apenas convertido San Felipe, ya quiso hacer participar a Natanael de su dicha llevándole a Jesús. ¿Puedes de algún modo trabajar tú en la salvación del prójimo? Hazlo. Comparte con tus amigos, tus parientes y domésticos, los buenos sentimientos que Dios te inspira. ¿No es acaso lo contrario de lo que haces? ¿No escandalizas a tu prójimo con tus palabras y tu mala vida?

III. Santiago era tenido por santo aun por aquellos mismos que lo mataron; sus oraciones, su austeridad, su modestia y tantas otras virtudes le valieron el sobrenombre de Justo. ¿De qué estima gozas tú ante los hombres? ¿Qué se dice de ti? Pregúntalo a tus amigos; oye aun lo que te reprochan tus enemigos, para corregirte. Mas, antes que nada, considera cuál es tu situación al respecto frente a Dios. Si los hombres no te condenan, tal vez lo hace tu conciencia, porque nadie puede huir de sí mismo (San Bernardo).

El deseo de la santidad.
Orad por la propagación de la fe.

ORACIÓN

Oh Dios, que todos los años nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo en la festividad de San Felipe y Santiago, vuestros Apóstoles, haced, os lo suplicamos, que al mismo tiempo que nos regocijamos con sus méritos aprovechemos sus ejemplos. Por J. C. N. S.




Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.









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