viernes, 21 de noviembre de 2014

Martirologio Romano 21 de noviembre

LA PRESENTACION
DE LA
SANTISIMA VIRGEN

PRESENTACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

Ninguno puede servir a dos señores,
porque tendrá aversión al uno y amor al otro,
o si se sujeta al primero, mirará con desdén al segundo.
No podéis servir a Dios y a las riquezas.
(Mateo 6, 24)

  • En Jerusalén, la Presentación en el Templo de la bienaventurada Virgen María, Madre de Dios.
  • El mismo día, el tránsito de san Rufo, de quien escribe san Pablo Apóstol a los Romanos.
  • En Roma, el martirio de los santos Celso y Clemente.
  • En Reims de Francia, san Alberto, Obispo de Lieja y Mártir, que por defender la libertad eclesiástica fue asesinado.
  • En Ostia Tiberina, los santos Mártires Demetrio y Honorio.
  • En España, los santos Mártires Honorio, Eutiquio y Esteban.
  • En Panfilia, san Heliodoro, Mártir, en la persecución de Aureliano, siendo Presidente Aecio. Después de él sus mismos verdugos, convertidos a la fe, fueron sumergidos en el mar.
  • En Roma, san Gelasio I, Papa, señalado en doctrina y santidad.
  • En Verona, san Mauro, Obispo y Confesor.
  • En el monasterio de Bobio, el tránsito de san Columbano, Abad, que fue Fundador de muchos monasterios y Padre de gran número de Monjes, y esclarecido en muchas virtudes, descansó en buena vejez.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.


PRESENTACIÓN DE LA 
SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

María fue presentada en el Templo por sus padres a la edad de tres años, para ser educada allí santamente en el servicio del Señor. Los padres y las madres de las principales familias de Jerusalén concurrieron al Templo para rendir homenaje a la familia de David, y los ángeles cubrieron a la niña con sus alas y cantaron en armonioso concierto. Aunque niñita, conocía ella la grandeza del Señor a quien iba a servir. Así, para llegar hasta el pontífice Zacarías, subió las gradas del Templo con una firmeza y una agilidad que excedían la de su edad. El Espíritu de Dios que animaba su alma suplía la flaqueza de su cuerpo.


MEDITACIÓN
SOBRE LA PRESENTACIÓN
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

I. Desde los tres años de edad, es decir, lo más pronto que puede, María se consagra al servicio del Señor. Sus padres la ofrecen con gusto a Aquél que se las había concedido accediendo a sus plegarias. ¡Dichosos los que desde tierna edad comienzan a servir a Dios! ¿Qué esperas tú para darte a Dios? Dale todo lo que tengas; nada perderás en el cambio, porque Él se dará a ti enteramente. Es un cambio ventajoso abandonar todo por un bien que es superior a todo (San Bernardo).

II. María, en este día, ofrece al Señor todo lo que tiene, todo lo que puede hacer, y todo lo que es; en una palabra, se da a Él sin reserva. ¿Imitas a María, tú que das a Dios una partícula de tu corazón y que lo reservas por entero para el mundo y para ti mismo? Quieres dividir tu corazón entre las creaturas y Dios; es imposible. ¡Señor, es tardar demasiado no darme a un Señor tan bueno! Os ofrezco mi cuerpo y mi alma, todo lo que tengo, todo lo que puedo y todo lo que soy.

III. María se consagra para siempre al servicio de Dios, y si sale del Templo es solamente porque Ella es el templo vivo en que debe habitar Jesús. ¿No es verdad acaso que te has presentado alguna vez a Dios para servirlo? Pero, cobarde de ti, pronto te has cansado de servir a un Señor tan bueno: te has retractado, con tus acciones, de la promesa que le habías hecho! Virgen Santa, preséntame a tu Hijo muy amado; quiero ser todo de Él hasta el fin de mi vida. En un cristiano, no es el comienzo, sino el fin lo que merece elogios (San Jerónimo).

La devoción a la Santísima Virgen
Orad por los que quieren abrazar la vida religiosa


ORACIÓN
Oh Dios, que habéis querido que la Bienaventurada María, siempre virgen, en quien residía el Espíritu Santo, fuese hoy presentada en el Templo, haced, por su intercesión, que merezcamos ser presentados en el templo de vuestra gloria. Por J. C. N. S.






Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo IV, Patron Saints Index.




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