viernes, 29 de enero de 2016

Martirologio Romano 29 de enero

SAN FRANCISCO DE SALES,
Obispo, Confesor y Doctor de la Iglesia

n. 1567 en Sales, Saboya;
† 28 de diciembre de 1622 en Lyon, Francia

Patrono de escritores; autores; prensa católica; periodistas; educadores; profesores; confesores; sordos. Protector contra la sordera.

SAN FRANCISCO DE SALES, Obispo, Confesor y Doctor de la Iglesia

Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;
y hallaréis el reposo para vuestras almas.
(Mateo 11, 29)


  • San Francisco de Sales, Obispo de Ginebra y Doctor de la Iglesia, Patrono principal delante de Dios de todos los Escritores católicos, que en los diarios y otros escritos destinados al público, ilustran, propagan y defienden la Cristiana sabiduría; el cual subió al cielo el día 28 de Diciembre; pero su fiesta se celebra principalmente en este día, por causa de la Traslación de su cuerpo.
  • En Tréveris, el tránsito, de san Valerio, Obispo, que fue discípulo del Apóstol san Pedro.
  • En Roma, en la vía Nomentana, el triunfo de los santos Mártires Papías y Mauro, soldados, imperando Diocleciano, a los cuales el Prefecto de la ciudad, Laodicio, la primera vez que confesaron a Cristo, mandó golpear la boca con piedras, y así arrojarlos a la cárcel, después apalearlos y últimamente herirlos con plomadas, hasta que expirasen.
  • En Perusa, san Constancio, Obispo y Mártir, el cual, juntamente con sus Compañeros, en tiempo de Marco Aurelio, por defender la fe, recibió la corona del martirio.
  • En Milán, san Aquilino, Presbítero, al cual los Arrianos atravesaron con una espada la garganta, y así fue coronado del martirio.
  • En Edesa de Siria, los santos Mártires Sarbelio y Bárbea, su hermana, los cuales, habiendo sido bautizados por san Barsimeo Obispo, en la persecución de Trajano, siendo Presidente Lisias, fueron ambos coronados del martirio.
  • En el territorio de Troyes, san Sabiniano, Mártir, que de orden del Emperador Aureliano por la fe de Cristo fue degollado.
  • En Bourges de Aquitania, san Sulpicio Severo, Obispo, esclarecido en virtudes y erudición.

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.



SAN FRANCISCO DE SALES,
Obispo, Confesor y Doctor de la Iglesia

Este santo ha sido la gloria de su siglo, el modelo de los hombres apostólicos y de los obispos, el doctor universal de la piedad y del amor de Dios. Su cuerpo en Annecy y su corazón en Lyon han obrado infinidad de milagros devolviendo la salud a los cuerpos; pero su espíritu, siempre vivo en sus libros, obra maravillas mucho más sorprendentes convirtiendo a los pecadores. Tan llena está su vida de nobles acciones, que es difícil resumirla; tan conocida de todos, por otra parte, que no es necesario referirla. Murió en Lyon en 1622.


MEDITACIÓN
SOBRE EL CORAZÓN DE SAN FRANCISCO DE SALES

I. El corazón de San Francisco de Sales ardía con el fuego del amor divino. Este amor le hizo emprender todo lo que juzgó apto para contribuir a la gloria de Dios y a la salvación del prójimo. Sus predicaciones, sus pláticas, sus libros, son pruebas de esta verdad. ¡Ah! si amases a Dios como él, te burlarías de las riquezas, de los placeres, de los honores, y no dejarías perder las ocasiones de incitar a los demás a amar al Señor. ¡Oh Dios que sois tan amable! ¿por qué sois tan poco amado? ¡Oh fuego que siempre ardéis, fuego que nunca os extinguís, abrasad mi corazón!

II. El corazón del Santo sólo tenía dulzura y ternura para el prójimo; después de su muerte no se le encontró hiel en el cuerpo. Consolaba a los enfermos, daba limosna a los pobres, instruía a los ignorantes, y con su afabilidad trataba de que se le allegasen los pecadores, a fin de conducirlos enseguida al redil de Jesucristo.

III. Ese corazón, en fin, que era todo amor para Dios y toda dulzura para el prójimo, trataba a su cuerpo como a enemigo; para domar sus pasiones no retrocedía ante mortificación alguna, ante sacrificio alguno. Examina la causa de tus penas, y verás que provienen de las pasiones que no supiste domeñar. Aquél que ha vencido a sus pasiones adquirió una paz duradera.

La dulzura.
Orad por la orden de la Visitación.


ORACIÓN
Dios, que habéis querido que el bienaventurado Francisco de Sales, vuestro confesor y pontífice, fuese todo para todos para salvar a las almas, difundid en nosotros la dulzura de vuestra caridad, y haced que, dirigidos por sus consejos y asistidos por sus méritos, lleguemos al gozo eterno. Por J. C. N. S.





Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.



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