miércoles, 15 de junio de 2016

Martirologio Romano 15 de junio


SANTOS VITO1,
MODESTO Y CRESCENCIA,
Mártires

† Martirizados alrededor del año 303

1: Patrono de los actores, comediantes, bailarines; perros; quienes sufren epilepsia. Protector contra los ataques de animales, mordeduras de perros y serpientes; rayos y tormentas; epilepsia; corea reumática; exceso de sueño. Se lo invoca para no quedar dormido en momentos inoportunos.


Acuérdate de dónde has caído,
haz penitencia y haz tus primeras obras.
(Apocalipsis 2, 5)


  • Junto al río Sílaro en la Lucania, el triunfo de los santos Mártires Vito, Modesto y Crescencia, los cuales, en tiempo del Emperador Diocleciano, conducidos allá desde Sicilia, después de vencer con la virtud divina las calderas de plomo derretido, las fieras y el ecúleo, acabaron el curso de tan glorioso combate.
  • En Doróstoro de la Misia inferior, san Esiquio, soldado, el cual preso con san Julio, fue después de él, de orden del Presidente Máximo, coronado del martirio.
  • En Zefirio de Cilicia, san Dulas, Mártir, que, en tiempo del mismo Presidente Máximo, azotado con varas por el nombre de Cristo, extendido en las parrillas, abrasado con aceite hirviendo y sufridos otros tormentos, recibió vencedor la palma del martirio.
  • En Córdoba de España, santa Benilde, Mártir.
  • En Sibápolis de Mesopotamia, las santas Vírgenes y Mártires Livia y Leónida, hermanas, y Entropia, niña de doce años; las cuales, por diversos tormentos, llegaron a la corona del martirio.
  • En Valenciennes de Francia, el tránsito de san Landelino, Abad.
  • En Schaerbeek, Bélgica, santa Aleydis o Alicia, Virgen, que a los siete años ingresó al convento cisterciense Camera Sanctae Mariae, donde permaneció hasta el final de sus días. Su humildad y mansedumbre le permitieron sobrellevar la lepra, enfermedad que, contrajo a edad temprana, y que le causó intensos sufrimientos. Famosa por sus visiones, entregó su alma al Señor un 11 de junio de 1250 en  la fiesta en san Bernabé.
  • En Auvernia de Francia, san Abraham, Confesor, ilustre en santidad y milagros.
  • En Pibrac, del Obispado de Tolosa, santa Germana de Cousin, Virgen, la cual, pastoreando rebaños, llevó una vida constantemente humilde y pobre, y toleradas pacentísimamente muchas molestias, pasó al Esposo celestial. Después de muerta resplandeció con muchos milagros, y fue puesta por el Papa Pío IX en el número de las santas Vírgenes.

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.



SANTOS VITO1,
MODESTO Y CRESCENCIA,
Mártires


San Vito fue bautizado a la edad de doce años, a escondidas de su padre. Éste, al saber lo que había pasado, nada omitió que pudiera hacerle abjurar de la fe cristiana; lo entregó a Valeriano, gobernador de la provincia; pero los tormentos no pudieron quebrantar la firmeza del joven cristiano. Crescencia y Modesto libraron a Vito de las manos de sus perseguidores y huyeron con él a Italia. Mas tampoco allí encontraron la tranquilidad que buscaban. Detenidos en Lucania, padecieron gloriosamente el martirio durante la persecución de Diocleciano.



MEDITACIÓN
SOBRE EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA



I. Este sacramento es necesario para los que han perdido la inocencia bautismal por algún pecado mortal. Este remedio es fácil, pues basta descubrir las llagas para ser curado; es también consolador: no hay en este mundo gozo comparable al que experimenta el pecador que se descarga del peso de sus faltas mediante una buena confesión. Meditemos estas verdades y entonces iremos con alegría a purificarnos en el saludable baño de la Penitencia.

II. A menudo hay que allegarse a este Sacramento, puesto que a menudo ofendemos al Señor. ¿Cómo podemos vivir aunque sea un momento con el pecado mortal en nuestra conciencia? Si muriésemos en ese funesto estado, estaríamos perdidos para toda la eternidad. Vemos todos los días que la muerte arrebata a tantas personas repentina e imprevistamente; nunca deberíamos vivir en un estado en el cual no quisiéramos morir. Confiésate con frecuencia: se llama al médico todas las veces que uno está enfermo.

III. Debes hacer rigurosa penitencia por los pecados ya confesados, a menos que prefieras hacerla en el purgatorio. Esta penitencia debe durar tanto como tu vida; si te parece larga, piensa en el tremendo castigo que te ahorra. ¡Dichosa penitencia que nos reconcilia con Dios, y extingue las llamas del infierno y del purgatorio! Repitamos con los penitentes de la primitiva Iglesia: Ahora sufro y me mortifico, a fin de reconciliarme con Dios a quien ofendí con mis pecados (Tertuliano).



La paciencia.
Orad por la conversión de los pecadores.


ORACIÓN
Dignaos, Señor, por la intercesión de vuestros santos mártires Vito, Crescencia y Modesto, conceder a vuestra Iglesia el resistir al orgullo y progresar cada vez más en la humildad que os place, a fin de que, rechazando todo lo que es malo, ejerza la justicia con una voluntaria caridad. Por J. C. N. S.




Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.











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