jueves, 29 de diciembre de 2016

Martirologio Romano 29 de diciembre


SANTO TOMÁS
BECKET
Obispo y Mártir

n. 21 de diciembre de 1118 en Londres, Inglaterra;
† asesinado el 29 de diciembre de 1170 en la Catedral de Cantorbery, Inglaterra

Patrono del clero.



El que guarda los mandamientos mora en Dios, y Dios en él.
(1 Juan 3, 24)

  • En Cantórbery de Inglaterra, el triunfo de santo Tomás, Obispo y Mártir, el cual, por defender la justicia y la inmunidad eclesiástica, acuchillado en su Basílica, por la facción de unos hombres impíos, Mártir, fue a unirse con Cristo.
  • En Jerusalén, el santo Rey Profeta David.
  • En Arles de Francia, el tránsito de san Trófimo, de quien habla san Pablo escribiendo a Timoteo. Ordenado Obispo por el mismo Apóstol, fue el primer enviado a predicar el Evangelio de Cristo en aquella ciudad, y de su predicación, según escribe san Zósimo Papa, como de una fuente, corrieron para toda Francia raudales de fe.
  • En Roma, los Santos Mártires Calixto, Félix y Bonifacio.
  • En África, el suplicio de los santos Mártires Domingo, Víctor, Primiano, Livoso, Saturnino, Crescencio, Segundo y Honorato.
  • En Constantinopla, san Marcelo, Abad.
  • En la aldea de Hièmes en Francia, san Ebrulfo, Abad y Confesor, en tiempo del Rey Childeberto.
  • En Viena de Francia, la Conmemoración de san Crescente, Obispo y Mártir, que fue discípulo del Apóstol san Pablo y primer Obispo de aquella ciudad. Su muerte se celebra el día 27 de Junio.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.



SANTO TOMÁS BECKET
Obispo y Mártir

Nacido en Londres en 1118, Santo Tomás Becket estudió en Oxford y en París. Llegó a ser canciller de Inglaterra bajo el reinado de Enrique II y después arzobispo de Cantorbery en 1162. Fue perseguido por el rey por haber defendido las inmunidades de la Iglesia y se retiró a Francia por espacio de siete años, alimentándose de legumbres, acostándose en el duro suelo y llevando siempre un cilicio. Intervino una reconciliación y Santo Tomás fue finalmente restablecido en su cargo; pero, cuatro semanas después de su vuelta a Inglaterra, fue asesinado al pie del altar, en 1170. Enrique II protestó no haber ordenado este crimen y fue descalzo a su tumba al año siguiente.


MEDITACIÓN
SOBRE EL AMOR DE DIOS

I. Meditemos en estos tres últimos días del año, acerca de nuestros deberes para con Dios, para con el prójimo y para con nosotros mismos. Has sido creado para amar a Dios sobre todas las cosas; éste es tu único quehacer, todo lo demás nada es. Dime, por favor, ¿qué has hecho durante este año? Examina tus acciones, tus pensamientos y tus palabras. De tantos días pasados, de tantas horas transcurridas, ¿cuántos has consagrado al servicio de Dios? ¡Oh gran Dios! ¡Vos queréis hacerme dichoso eternamente, y yo rehúso serviros durante los pocos momentos que me quedan de vida!

II. ¿Qué has hecho contra Dios? ¿Cuántas veces has desobedecido a sus mandamientos y rechazado sus inspiraciones? ¿Cuántas veces has abusado de sus gracias y profanado sus sacramentos? Interroga a tu conciencia, y di con David: “Contra Vos solo, Dios mío, he pecado”. He guardado las apariencias, he querido contentar a los hombres con una devoción de puro alarde, pero no he podido con ello contentar a Dios que ve hasta el fondo de mi alma. He pecado contra Vos solo y he hecho el mal en vuestra presencia (El Salmista).

III. ¡Cuántas cosas pudiste hacer por Dios y no hiciste! Y sin embargo, ¿pudo acaso Dios hacer por ti más de lo que hizo? Pongamos, pues, manos a la obra, demos al Señor el resto de nuestra vida. Bastante hemos trabajado para nuestro cuerpo y para la tierra, hagamos algo para nuestra alma y para el cielo. Hemos dado un año a nuestro cuerpo, demos algunos días a nuestra alma; vivamos un poco para Dios, después haber vivido tanto para el siglo (San Pedro Crisólogo).

El amor de Dios.
Orad por el Papa.


ORACIÓN
Dios, que habéis visto caer al glorioso pontífice Tomás bajo la espada de los impíos por la causa de vuestra Iglesia, haced, os lo conjuramos, que todos los que imploran su auxilio obtengan el efecto saludable de sus ruegos. Por J. C. N. S.




Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo IV, Patron Saints Index.



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