sábado, 10 de junio de 2017

Martirologio Romano 10 de junio


SANTA MARGARITA,
Reina de Escocia

n. alrededor del año 1045 en Hungría;
† 16 de noviembre de 1093 en el Castillo de Edimburgo, Escocia

Patrona de las familias numerosas; reinas; viudas; Escocia. Protectora contra la mortalidad infantil.


Salvaréis vuestras almas por la paciencia.
(Lucas 21, 19)


  • En Escocia, santa Margarita, viuda, Reina de Escocia, la cual el día 16 de Noviembre descansó en el Señor.
  • En Roma, en la vía Salaria, el martirio de san Getulio, esclarecidísimo y doctísimo varón, y padre de los siete santos hermanos Mártires habidos de su mujer santa Sinforosa; asimismo el de sus compañeros Cereal, Amancio y Primitivo. Todos ellos, de orden del Emperador Adriano, presos por el Consular Licinio, fueron primeramente azotados, después encarcelados, y por último entregados a las llamas; mas no recibiendo daño alguno del fuego, machacada a palos la cabeza, alcanzaron el martirio. Sus cuerpos fueron recogidos por la mujer de san Getulio, Sinforosa, y sepultados honoríficamente en el arenal de una heredad suya.
  • También en Roma, en la vía Aurelia, el triunfo de los santos Basílides, Trípodes, Mandales y otros veinte Mártires, en tiempo del Emperador Aureliano y siendo Prefecto de Romá Platón.
  • En Nápoles de Campania, san Máximo, Obispo y Mártir, que, por confesar valerosamente la fe de Nicea, arrojado por el Emperador Constancio al destierro, murió allí consumido de trabajos.
  • En Brussa de Bitinia, san Timoteo, Obispo y Mártir, el cual, en tiempo de Juliano Apóstata, por no querer renegar de Cristo, de orden del mismo Emperador, fue degollado.
  • En Colonia, San Maurino, Abad y Márti.
  • En Nicomedia, San Zacarías, Mártir.
  • En España, los santos Mártires Críspulo y Restituto.
  • En África, los santos Mártires Aresio, Rogato y otros quince.
  • En Petra de Arabia, san Asterio, Obispo, el cual, habiendo padecido, por la fe católica, muchos trabajos de los arrianos, y desterrado a África por el Emperador Constancio, restituido finalmente a su Iglesia, murió glorioso Confesor.
  • En Auxerre, san Censurio, Obispo.



Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.



SANTA MARGARITA,
Reina de Escocia


Tan santamente educó esta reina a sus hijos, que varios abrazaron el estado religioso. No se sentaba a la mesa sin antes haber dado de comer a nueve huérfanos y a veinticuatro pobres; durante el Adviento y la Cuaresma, alimentaba hasta a trescientos necesitados. Después de haber pasado el día en la práctica de la caridad, pasaba la noche en oración. Estando moribunda, se le quiso ocultar la muerte del rey su esposo y de su hijo, acaecida en la guerra. Exclamó: “Sé lo ocurrido. Os agradezco, omnipotente Dios, que enviándome un dolor tan grande en la última hora de mi vida, me purifiquéis de mis pecados, como espero, por vuestra misericordia”. Murió cuatro días después de su esposo, el 16 de noviembre de 1093.
MEDITACIÓN
CUAL DEBE SER NUESTRO CONSUELO EN LAS AFLICCIONES



I. No se podría vivir mucho tiempo en la tierra sin ser visitado por las aflicciones; nadie está exento de ellas. Es más feliz quien las sabe soportar con más paciencia. Mira, pues, todos los accidentes que te suceden como ocasiones que Dios te ofrece de practicar la paciencia. No consideres la malicia de las personas que te apenan, sino sólo la bondad de Dios que quiere o que permite que te persigan, a fin de tener ocasión de coronarte. Poco importa que se me traicione o maltrate, pues Dios permite que se traicione a los que Él se dispone a coronar.

II. Consuélate de la pérdida de tus bienes, de tus padres y de tus amigos; las lágrimas y la tristeza no reparan las pérdidas que has sufrido, al contrario, no hacen sino aumentarlas. Porque, si el mal que te aflige no tiene remedio, ¿para qué sirven tus lágrimas? y si lo tiene, trabaja en ello y no consumas inútilmente el tiempo en vanos lamentos y en lágrimas estériles. Reserva tus lágrimas para llorar tus pecados y para apagar el fuego del infierno. No se debe llorar sino por las faltas que se han cometido o por el paraíso que se ha perdido.

III. La gran razón que debe consolarte en todas tus aflicciones, es que Dios te las envía o permite para su mayor gloria y la salvación de tu alma. Alégrate, pues, de tener ocasión de contribuir a la gloria del Señor y de trabajar en la salvación de tu alma. Te suceda lo que te suceda, di siempre con el santo varón Job: “¡El Señor me dio todo, el Señor me ha quitado todo, bendito sea su santo Nombre!”



La paciencia.
Orad por Inglaterra, Escocia e Irlanda.


ORACIÓN
Oh Dios, que hicisteis admirable a la bienaventurada reina Margarita por su gran caridad para con los pobres, haced que su intercesión y su ejemplo acrecienten de día en día la caridad en nuestras almas. Por J. C. N. S.





Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.











Sea todo a la mayor gloria de Dios.


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