martes, 26 de septiembre de 2017

Sedevacantofobia: ¿Por qué tantos tradicionalistas tienen miedo al sedevacantismo?







Sedevacantofobia:
¿Por qué tantos tradicionalistas tienen miedo al sedevacantismo?

R.P. Anthony Cekada


La Sagrada Escritura nos enseña que cuando Dios Todopoderoso creó al primer hombre, lo creó, como también a su progenie, a su imagen y semejanza: “Y él dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza…” (Gen 1: 26; cf. Gn 2, 7). Por “imagen y semejanza” se entiende, inteligencia y voluntad, cuya posesión nos distingue de los animales irracionales (cf. Papa León XIII, encíclica Exeunte Iam Amno n. 14). Nuestro intelecto pertenece al  alma racional que Dios infunde en nuestros cuerpos. La función de nuestro intelecto es saber, y la función de nuestra voluntad es amar. Pero ¿qué debemos conocer y amar? Nuestro intelecto nos fue dado para conocer lo que es verdad, y nuestra voluntad nos fue dada para amar lo que es bueno. Así pues, la verdad y el bien son los objetos propios de nuestro intelecto y nuestra voluntad respectivamente.

En este sitio web, una gran cantidad de contenido aborda el debate sobre la naturaleza de la crisis en la Iglesia Católica, específicamente con respecto al Pontificado Romano (papado). Todos los argumentos, por su propia naturaleza, pertenecen a la inteligencia, ya que pertenecen a la operación del intelecto llamado razonamiento discursivo. Es decir, el propósito de la argumentación es iluminar el intelecto, y entonces este intelecto iluminado puede mover a la voluntad – pero sólo en la medida en que no colocamos un obstáculo en la voluntad previniendo o interfiriendo  con lo que nos ofrece el intelecto.

Para mucha gente, por desgracia, el intelecto aunque ha sido durante mucho tiempo iluminado con pruebas suficientes, sin embargo no están dispuestos a conceder que la Cátedra de San Pedro está vacante (o, en todo caso, que no está válidamente ocupada por Francisco o Benedicto XVI, aunque es posible, al menos en teoría, que sean Papas válidos aunque , por el motivo que sea, están impedidos de manifestarse como tales) [Probablemente se refiera el autor del post, al Sedeprivacionismo  del  “Papa materialiter”. Yo creo que es una posición imposible incluso en la teoría]. Para estas personas, toda ulterior argumentación es inútil, porque, como hemos dicho, toda la argumentación se refiere al intelecto, mientras que su obstáculo no se encuentra en el intelecto, sino en la voluntad.

Esta voluntad terca y recalcitrante se muestra en las protestas conocidas, tales como: “Nunca seré sedevacantista”, o, “Nunca me convenceás de que el sedevacantismo es cierto”. La gente que dice esas cosas está demostrando que ha decidido que su posición no se rija por la evidencia, sino por su deseo de mantener su posición – condenando la verdad si fuere necesario. En otras palabras, son no-Sedevacantistas, no porque les falten pruebas, sino porque han decidido no permitir que ninguna prueba, aunque sea evidente, mueva su voluntad. Tales personas no pueden ser convencidas  con una argumentación racional, porque ya han tomado la decisión, a priori, de que no van a dejar que cualquier argumentación haga mella en lo que creen. Es su voluntad la que necesita ser movida por la gracia, y para ello no existe un remedio diferente del que se lee en el Evangelio: “Esta clase de demonios no puede salir sino con oración y ayuno” (Marcos 09:28).

Los motivos que normalmente mueven a la voluntad son numerosos, y pueden ser buenos o malos: el Amor de la Verdad, la pasión, el miedo, la ira, el placer, la cobardía, el respeto humano, el dinero, etc. No vamos a acusar a cualquier persona de nada en particular, sino que simplemente deseamos rogar a nuestros lectores que aún no son sedevacantistas que entren en sí mismos para ver si quizás se trata de que simplemente no quieren aceptar que el sedevacantismo sea cierto. En cierto modo, realmente no podemos culpar a nadie por no querer ser sedevacantista; no es algo agradable y a veces no es suficiente con no tener un Papa sino que ni siquiera hay una iglesia cercana. Pero no se trata de llegar a una posición porque nos resulta atractiva – hay que aceptarla porque se está convencido de ell.  (en el intelecto). Por eso somos sedevacantistas, no porque nos gusta la posición, sino porque nuestra Fe y nuestra razón nos dicen que es la única posición correcta que pueda adoptarse, sin importar las consecuencias. Si sirve de ayuda: Nosotros en Novus Ordo Watch somos sedevacantistas conversos.

En un video nuevo, un sacerdote sedevacantistas el P. Anthony Cekada hace la pregunta tan esperada: “¿Por qué este miedo irracional al sedevacantismo?” Sí, de hecho es irracional, incluso para el sentido común es absurdo pensar que el error más condenable y peligroso del planeta, es decir que un apóstata que blasfema patentemente, que astutamente socava la doctrina Católica en cada ocasión que se le presenta, pueda ser el Papa de la Iglesia Católica. En este nuevo video, el padre Cekada no se limita a preguntar por qué hay tanto miedo al sedevacantismo sino que también responde, basado en la historia temprana del movimiento tradicionalista, en los principios teológicos, y en sus propias observaciones sobre los motivos prácticos que a menudo hacen que  los tradicionalistas se asusten de las conclusiones sedevacantistas.

Aquí está el vídeo que pone las cosas en perspectiva – por favor asegúrese de compartirlo:








Fuente: Quidlibet (blog del Padre Cekada)

Tradución: Amor de la Verdad





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