martes, 20 de marzo de 2018

Martirologio Romano 20 de marzo


SAN JOAQUÍN,
Padre de la Bienaventurada
Virgen María


"Todos cuantos son movidos por el Espíritu de
Dios, éstos son hijos de Dios"
(Romanos VIII, 14)

  • En Judea, el tránsito de san Joaquín, padre de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, Confesor. Su fiesta se celebra el 16 de Agosto.
  • En Asia, el tránsito de san Arquipo, que fue compañero de san Pablo Apóstol, quien hace mención de él en la Carta a Filemón y en la escrita a los Colosenses.
  • En Siria, los santos Mártires Pablo, Cirilo, Eugenio y otros cuatro.
  • En el mismo día, los santos Fotina, Samaritana, José y Víctor, sus hijos; Sebastián, Capitán, Anatolio, Focio, Fótides y dos hermanas, Parasceves y Ciríaca; todos los cuales, por confesar a Cristo, consiguieron el martirio.
  • En Amiso de Paflagonia, siete santas mujeres, a saber: Alejandra, Claudia, Eufrasia, Matrona, Juliana, Eufemia y Teodosia; que, por confesar la fe, fueron martirizadas, y a quienes siguieron Derfuta y una hermana suya.
  • En Apolonia, san Nicetas, Obispo, que desterrado por el culto de las sagradas Imágenes, entregó allí su espíritu a Dios.
  • En el monasterio de Fontenelle, en Francia, san Vulfrán, Obispo de Sens, que, renunciando el Obispado y esclarecido en milagros, pasó allí de esta vida.
  • En la Gran Bretaña, la feliz muerte de san Cutberto, Obispo de Lin-disf arne; el cual, desde la niñez hasta la muerte, resplandeció en santas obras y milagros.
  • En Sena de Toscana, el beato Ambrosio, de la Orden de Predicadores, ilustre en santidad, predicación y milagros.

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.





SAN JOAQUÍN,
Padre de la Bienaventurada Virgen María

San Joaquín, padre de la Santísima Virgen, hizo tres partes de sus bienes, dedicó la primera al templo, la segunda a los pobres, y reservó la tercera para el mantenimiento de su familia. Él creyó sin vacilación en la palabra del ángel que le dijo que su esposa daría a luz a un niño, a pesar de que ella había sido estéril durante veinte años y avanzada ya en edad. Después del nacimiento de María, quien debía ser la Madre de Jesús, él la condujo al templo para consagrarla al servicio del Señor.


MEDITACIÓN
SOBRE LOS HIJOS ADOPTIVOS DE DIOS

I. Jesucristo es el Hijo de Dios por naturaleza, todos los cristianos son sus hijos por adopción y gracia. Ellos tienen a Dios para el Padre, a Jesucristo para el hermano, al cielo como herencia. Alma mía, elevémonos a Dios y despreciemos todo lo que no es Dios. Nací para grandes cosas, ya que soy un hijo de Dios, no debo rebajarme a amar los bienes del mundo. Puedo poseer un Dios y reinar en el cielo. ¿No es suficiente para satisfacer mi ambición y cumplir todos mis deseos? Hijo y heredero del Padre celestial, no te dejes seducir por las riquezas de este mundo, ni engañar por el falso resplandor de sus grandesas. Para mí, he aprendido a caminar en el suelo y no a adorarlo. (S. Clemente de Alejandría.)

II. Para sostener dignamente el carácter de un hijo de Dios, impreso en mi alma por el santo bautismo, todas mis acciones deben ser animadas por el espíritu de Dios. Dios solo trabaja para su gloria, mis acciones deben ser para la gloria de mi Padre celestial. Degenero, si aspiro a un objetivo inferior. Examinemos nuestras acciones; ¿Para quién estamos trabajando? Si es para los hombres, estamos perdiendo el tiempo. El mundo ordinariamente es demasiado ingrato para recompensarnos dignamente por nuestras penas; está agradecido, pero no puede hacerlo. (Tomas Moro).

III. Si estás animado por el Espíritu de Dios, trabajarás celosamente por su gloria, sin temer el desprecio de los hombres, sin buscar su estima. Te bastará que tengas como testigo de tus acciones al Dios que los recompensará. En todo momento, en todos los lugares, serás fiel al Señor, porque él siempre te ve, estés donde estés. Cualquiera que sea el resultado de sus empresas, no tendrá problemas; porque es suficiente para ti que Dios conozca tu buena intención. ¿Cuál es el espíritu que te anima? ¿Es el espíritu del mundo, es decir, el deseo de riquezas? ¿Es el espíritu del demonio, es decir, el orgullo? ¿Es el espíritu de la carne, es decir, el amor a los placeres y la vida fácil? Todo esto es incompatible con el espíritu de Dios.


La obediencia a los superiores.
Ora por tus Padres fallecidos.


ORACIÓN
Oh Dios, que elegiste al Bienaventurado Joaquín entre todos tus Santos para ser el padre de la Madre de tu Hijo, te lo ruego, que al celebrar su fiesta sintamos los efectos de su protección incesante. Por J. C. N. S.







Fuentes: 
Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.









Sea todo a la mayor gloria de Dios.

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