NUESTRA SEÑORA
DEL CARMEN
Jesús dijo a su Madre: He ahí a tu hijo;
y, enseguida, al discípulo: He ahí a tu Madre.
(San Juan 19, 26-27)
- La festividad de santa María Virgen del Monte Carmelo.
- En Sebaste de Armenia, los santos Mártires Atenógenes, Obispo,y diez discípulos suyos, imperando Diocleciano.
- En Tréveris, san Valentín, Obispo y Mártir.
- En Córdoba de España, san Sisenando, Levita y Mártir, a quien los Sarracenos degollaron por la fe de Cristo.
- El mismo día, el triunfo de san Fausto, Mártir, el cual, imperando Decio, clavado en una cruz, vivió en ella cinco días, y al fin, asaeteado, subió al cielo.
- En Saintes de Francia, los santos Mártires Rainelda, Virgen, y sus Compañeros; a quienes dieron muerte los bárbaros por la fe de Cristo.
- En Bérgamo, san Domnión, Mártir.
- En Antioquía, el triunfo de san Eustaquio, Obispo y Confesor, esclarecido en santidad y doctrina, el cual, en tiempo de Constancio, Emperador arriano, por defender la fe católica fue desterrado a Trajanópolis de Tracia, y allí descansó en el Señor.
- En Capua, san Vitaliano, Obispo y Confesor.
- En la Abadía del Santísimo Salvador de la Diócesis de Costanza, en Francia, santa María Magdalena Postel, Fundadora del Instituto de Religiosas de las Escuelas Cristianas de la Misericordia, puesta por el Papa Pío XI en el catálogo de las santas Vírgenes.
- En Ostia Tiberina, la Traslación del cuerpo de san Hilarino, Monje; el cual, juntamente con san Donato, preso en la persecución de Juliano Apóstata, y apaleado por no querer sacrificar a los ídolos, consumó el martirio en Arezo de Toscana el día 7 de Agosto.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
NUESTRA SEÑORA
DEL CARMEN
Es una piadosa creencia que aquellos que llevan el escapulario de la Virgen del Carmen serán preservados del infierno, y que si rezan las oraciones prescritas serán liberados del purgatorio el sábado siguiente al día de su muerte. Este escapulario representa en pequeño el escapulario que la Santísima Virgen en persona dio a Simón Stock, religioso carmelita inglés. La fiesta de este día ha sido establecida para recordar este gran beneficio acordado por la Madre de Dios, y excitar a los fieles a aprovecharlo.
MEDITACIÓN
SOBRE EL ESCAPULARIO
I. Un buen servidor tiene a honra vestir la librea de su señor: debemos tener como un honor el llevar la librea de la Reina del Cielo. ¿Qué gloria, después de aquella de servir a Dios, puede compararse a la de ser servidores e hijos de María? ¡Y cuán generosa es esta buena Madre para con los cristianos que la honran! Aun por los menores homenajes, Ella concede los favores más grandes (San Andrés de Creta).
II. Pero, para gozar de las gracias anexas al escapulario, hay que llevarlo piadosamente. Y la primera condición para ello, es estar en gracia de Dios. ¿Cómo gozar de los favores de María, si se es enemigo de Jesús? ¿No sucederá que, a veces, nos prevalemos del escapulario para pecar más libremente, so pretexto de que los que lo llevan no podrían condenarse? ¡Qué indignidad prevalerse de la protección de la Madre para ofender al Hijo! ¡Ah! si estamos en pecado mortal, gimamos al menos por nuestro estado, aspiremos a salir de él, imploremos la ayuda de Aquélla a quien la Iglesia llama refugio de los pecadores. Ella rogará por nosotros y nos devolverá a la amistad con Dios: porque su poder y clemencia sobrepujan incomparablemente la multitud de nuestros pecados (San Jorge de Nicomedia).
III. Es preciso también, si se quiere participar de todas las ventajas del escapulario, recitar las oraciones y cumplir las buenas obras que se te han asignado cuando fuiste recibido en la Cofradía. ¡Nos imponemos mil sacrificios cuando se trata de preservarnos contra la miseria; y, para escapar de las llamas del purgatorio, retrocedemos ante algunas oraciones que debemos rezar, ante algunas mortificaciones que debemos hacer! ¡Cuánto arrepentimiento deben experimentar, tardío e inútil, en el purgatorio, las almas que no han sido suficientemente fieles a estas prácticas! Prevengamos esos arrepentimientos tardíos e inútiles, y sintámonos dichosos de poder abreviar a tan poco costo, un suplicio tan horrible.
La devoción al escapulario.
Orad por la Cofradía de la Virgen del Carmen.
ORACIÓN
Señor, que habéis honrado a la Orden del Carmelo con el glorioso título de la Bienaventurada Virgen María, vuestra Madre, dignaos concedernos, hoy que celebramos solemnemente su memoria, la gracia de llegar, por su protección, a la beatitud eterna. Por J. C. N. S.
Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo III; Patron Saints Index.
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