martes, 16 de octubre de 2018

Martirologio Romano 16 de octubre


SAN GALO
Abad

n. Irlanda; † hacia el año 641 en Bregenz, Suiza

Patrono de las aves de corral; gansos; pájaros.

SAN GALO, Abad

Por cuanto eres tibio, y ni frío ni caliente,
estoy para vomitarte de mi boca.
(Apocalipsis 3, 16)


  • Santa Eduvigis, Viuda, Duquesa de Polonia, que el día de ayer durmió en el Señor,
  • En el monasterio de Der, en Francia, san Bercario, Abad y Mártir.
  • En África, doscientos setenta santos Mártires, juntamente coronados.
  • Allí también, los santos Martiniano y Saturiano, con otros dos hermanos suyos; los cuales en la persecución Vandálica y reinado de Gensérico Arriano, siendo esclavos de un Vándalo y convertidos a la fe de Cristo por su consierva santa Máxima Virgen, perseverando firmes en la fe católica, fueron todos, por orden de su amo hereje, primeramente apaleados con varas nudosas hasta descubrírseles los huesos. Mas como sufridos mucho tiempo estos tormentos, los encontrasen siempre al siguiente día sanos, los arrojaron al destierro; y habiendo allí convertido muchos bárbaros a la fe de Cristo y conseguido del Romano Pontífice les enviase un Presbítero y otros Clérigos para bautizarlos; por último, atados por los pies a un tiro de cuatro caballos lanzados a la carrera, fueron todos juntos arrastrados por escabrosos matorrales hasta expirar. Máxima, después de superados muchos combates, milagrosamente librada, se encerró en un monasterio, donde Madre de gran número de Vírgenes, descansó con santo fin.
  • Igualmente los santos Saturnino, Nereo y otros trescientos sesenta y cinco Mártires.
  • En Colonia, san Elifio, Mártir, en tiempo de juliano Apóstata.
  • En territorio de Bourges, san Ambrosio, Obispo de Cahors.
  • En Maguncia, san Lullo, Obispo, y Confesor.
  • En Tréveris, san Florentino, Obispo.
  • En Arbón de Alemania, san Galo, Abad, que fue discípulo de san Colurnbano.
  • En Muro de Lucania, san Gerardo Magella, Confesor, Lego profeso de la Congregación del santísimo Redentor, el cual, esclarecido en milagros, fue puesto en el catálogo de los Santos por el Sumo Pontífice Pío X.


Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.




SAN GALO
Abad


San Galo, discípulo de San Colombano, a quien acompañó de Irlanda a Francia, habiéndose retirado a una gruta, encontró en ella a un oso al cual ordenó le trajese leña y que se fuese después: el animal obedeció. Libró a la hija del duque Gunzo de un demonio que la atormentaba. Este duque le ofreció un obispado que el santo rehusó. Aceptó sin embargo otros presentes y los distribuyó entre los pobres. Fundó el célebre monasterio de San Galo, en Suiza, y murió en el año 641 ó 645.


MEDITACIÓN
SOBRE LA TIBIEZA ESPIRITUAL


I. Llámase tibio a quien sirve a Dios con negligencia; no comete pecado mortal porque teme el infierno, pero no se esfuerza por evitar los pecados veniales. El alma tibia cumple su deber con negligencia, va repitiendo que se contenta con el último lugar del Paraíso; en una palabra, hace solamente aquello que no puede omitir sin pecar gravemente. ¿No es, acaso, el estado en que tú te encuentras? ¿Qué cuidado pones en ejecutar todas tus acciones para agradar a Dios? ¿Por ventura evitas hasta las faltas más pequeñas?

II. Dios amenaza al tibio con vomitarlo de su boca. Las ofensas que recibe de los malos le son menos sensibles que las que recibe de un hombre que hace profesión de ser su amigo y su hijo. Este hombre puede hacer el bien y no lo hace. Escucha lo que dice San Ambrosio: Más le valiera al alma tibia no haber recibido la fe que descuidarla.

III. Tú, que estás en este estado, fuiste fervoroso o siempre permaneciste en esta funesta tibieza. Si has sido fervoroso, confesarás que es más agradable darse generosamente a Dios, que querer dividir el corazón entre Dios y el mundo. En efecto, en este estado de tibieza, no recibirás ningún consuelo del cielo, y el temor al infierno te impide gozar de los placeres de la tierra. Si siempre has sido tibio, ¡ah, por caridad! gusta el placer que se halla dándose por entero a Dios. El que te ha redimido todo entero exige que te des a Él por entero (San Agustín).


El fervor
Orad por el aumento de la devoción


ORACIÓN
Haced, os lo suplicamos, Señor, que la intercesión del santo abad Galo nos haga agradables a vuestra Majestad, a fin de que obtengamos, por sus ruegos, las gracias que no podemos esperar de nuestros méritos. Por J. C. N. S.



Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo IV; Patron Saints Index.










Sea todo a la mayor gloria de Dios.

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