domingo, 3 de febrero de 2019

Martirologio Romano 3 de febrero


SAN BLAS,
Obispo y Mártir

n. en Armenia; † martirizado hacia el año 316

Patrono de las gargantas; veterinarios; animales; constructores; trabajadores de la construcción; escultores; tejedores. Protector contra las enfermedades de la garganta; tos; bocio; animales salvajes.

SAN BLAS, Obispo y Mártir

Si vosotros no hacéis penitencia,
todos pereceréis.
(Lucas 13, 5)


  • En Sebaste de Armenia, el triunfo de san Blas, Obispo y Mártir, obrador de muchos milagros; el cual, siendo Presidente Agricolao, después de prolongados golpes y ser colgado de un palo, en que le desgarraron las carnes con garfios de hierro, fue encerrado en lóbrego calabozo y sumergido en un lago, del que salió incólume, y finalmente, por sentencia del mismo Juez, en compañía de dos niños, murió decapitado. Antes de él, siete mujeres, que recogían las gotas de sangre que el Mártir derramaba en los tormentos, presas por Cristianas, fueron todas, después de crueles suplicios, pasadas a cuchillo.
  • En África, san Celerino, Diácono, que por diecinueve días encerrado en la cárcel, en el cepo, cadenas y varios tormentos, confesó gloriosamente a Cristo; de modo que, venciendo al adversario con su inexpugnable constancia en el combate, abrió a los demás el camino de la victoria.
  • Allí mismo, tres santos Mártires consanguíneos del mismo san Celerino Diácono, a saber: Laurentino, su tío paterno; Ignacio, tío materno, y Celerina, su abuela, que habían sido antes que él coronados del martirio; de cuyas gloriosas alabanzas queda una carta de san Cipriano.
  • Igualmente en África, los santos Mártires Félix, Sinfronio, Hipólito y sus Compañeros.
  • En la ciudad de Gap, en Francia, los santos Tigido y Remedio, Obispos.
  • En Lyon de Francia, los santos Lupicino y Félix, también Obispos.
  • En Bremen, san Anscario (Oscar), Obispo primeramente de Hamburgo y luego, a la vez, de Bremen; el cual convirtió a la fe de Cristo los Suecos y Dinamarqueses, y fue nombrado por el Papa Gregorio IV Legado Apostólico de todo el Septentrión.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.


SAN BLAS,
Obispo y Mártir

San Blas, Obispo de Sebaste, deja su obispado y se retira a una caverna para hacer en ella penitencia. Las bestias feroces acuden a él, y cuando lo ven en oración, esperan que haya terminado de hablar con Dios para pedirle su bendición. Los esbirros del gobernador van a arrancarlo de su gruta para hacerlo morir en los tormentos.


MEDITACIÓN
SOBRE LA SOLEDAD

I. Haz penitencia; y a fin de que esta penitencia te sea más útil, busca la soledad a ejemplo de San Blas. Evita las ocasiones en las que te acuerdas que has ofendido a Dios, no sea que a las mismas causas sigan los mismos efectos. ¡Qué dulce es conversar a solas con Jesús! ¡Qué dulce apartarse de la muchedumbre! Gusta este placer y confesarás que todas las delicias del mundo nada tienen igual. ¡Ah! ¡cuán importuno resulta el bullicio del mundo para un alma que ha gustado la dulzura de la soledad! El mundo es para mí una prisión y la soledad un paraíso (San Jerónimo).

II. Si tu posición te retiene en el mundo, que ello no te impida tener la soledad del corazón. Cada año, por lo menos, reserva algunos días para pensar en tu alma; y todos los días dedica algunos momentos para lo mismo. A toda hora del día entra en ti mismo, piensa en lo que acabas de hacer y en lo que vas a hacer. ¿No querrás dar ese momento que Dios te pide? Esta soledad del corazón es absolutamente necesaria. ¿Para qué sirve la soledad del cuerpo sin la del alma? (San Gregorio).

III. Todas las noches, después que hayas terminado tus quehaceres, piensa en los pecados que hayas cometido, para pedir perdón de ellos, y en las buenas obras que hayas hecho, para agradecer a Dios por ellas. ¡Qué alegría si has empleado el día santamente! ¡Qué tristeza si no lo has aprovechado para hacer el bien! ¡Ay! tu vida pasará como este día, y acaso éste es el último de tu existencia. ¿Estás preparado para comparecer ante el tribunal de Dios?

La penitencia.
Orad por la paz.


ORACIÓN
Oh Dios, que todos los años nos proporcionáis un nuevo motivo de alegría con la solemnidad de vuestro mártir y pontífice San Blas, haced, por vuestra bondad, que honrando su nacimiento al cielo, experimentemos aquí abajo los efectos de su protección. Por J. C. N. S.




Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.







Sea todo a la mayor gloria de Dios.

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