SANTA EUFRASIA,
virgen
† hacia el año 412 en Tebaida
Cuando ayunéis no os pongáis caritristes como los
hipócritas, que desfiguran sus rostros para mostrar
a los hombres que ayunan. En verdad os digo que
ya recibieron su galardón.
(Mateo, 6, 16).
hipócritas, que desfiguran sus rostros para mostrar
a los hombres que ayunan. En verdad os digo que
ya recibieron su galardón.
(Mateo, 6, 16).
- En Nicomedia, el tránsito de los santos Macedonio y Patricia su mujer y Modesta su hija, mártires.
- En Nicea, los santos Teusetas y Horres su hijo, Teodora, Ninfodora, Marcos y Arabia, mártires, los cuales fueron quemados por confesar a Jesucristo.
- En Hermiopolis de Egipto, san Sabino, mártir, el cual después de muchos tormentos consumó el martirio, habiéndole ahogado en un río.
- En Persia, santa Cristina, virgen y mártir.
- En Córdoba, en Andalucía (España), pasión de los santos Rodrigo, presbítero, y Salomón, mártires. El primero, al negarse a aceptar a Mahoma como el verdadero profeta enviado por el Omnipotente, fue encarcelado. En el cautiverio coincidió con Salomón, que algún tiempo antes había pertenecido a la religión mahometana, y al ser decapitados ambos a la vez, finalizaron gloriosamente el curso de su combate.
- En Constantinopla san Nicéforo obispo, el cual defendiendo acérrimamente la tradición de los Santos Padres y oponiéndose a León el Armenio, emperador iconoclasta en defensa del culto de las santas imágenes, fue desterrado por dicho emperador y al cabo de catorce años de mártirio en el destierro murió en el Señor.
- En Camorino, san Ansovino, obispo y confesor.
- En la Tebaida de Egipto, la gloriosa muerte de santa Eufrasia, virgen.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
SANTA EUFRASIA
virgen
Esta santa despreció un brillante casamiento que el emperador le ofrecía, para consagrarse a Jesús en el claustro. Comía sólo una vez al día, y con frecuencia permanecía toda una semana sin tomar ningún alimento. Pidió a Dios que con un año de anticipación le hiciese conocer el día de su muerte; pero Dios, que la veía presta en todo tiempo, le advirtió sólo quince días antes de llevarla al cielo.
MEDITACIÓN
SOBRE EL AYUNO
SOBRE EL AYUNO
I. La vida de Santa Eufrasia, llamada también Eufrosina, fue un ayuno perpetuo y riguroso. Jesucristo y todos los santos han ayunado; debes imitarlos en la medida en que tus fuerzas lo permitan, a fin de expiar, mediante esta mortificación, tu sensualidad en el beber y en el comer. ¿Eres más delicado que un niño de siete años? A esta edad, la santa comenzó su penitencia. No son las fuerzas corporales sino la buena voluntad y el valor los que te faltan.
II. Debes ayunar para impedir que la carne se rebele contra el espíritu; la virtud se fortifica a medida que el cuerpo se debilita. Tu mayor enemigo es tu cuerpo; no podrías tratarlo tan duramente como se merece. Si los santos, después de haber castigado sus cuerpos por medio del ayuno, la disciplina y el cilicio, experimentaron sin embargo las rebeliones de la carne, ¿qué será de ti que la tratas con tanta molicie?
III. Si tu salud no te permite ayunar, puedes, por lo menos, mortificar tus ojos y tu lengua; ello contribuirá grandemente a tu santificación, sin dañar en nada tu salud. ¡Cosa extraña! ¡los santos que son inocentes, hacen crueles penitencias, y nosotros que somos pecadores, no queremos hacerlas! Que los enfermos busquen los remedios que emplean los sanos, y que viendo a los santos llorar sobre sus imperfecciones, lloren los pecadores sobre sus crímenes. (San Eusebio).
La mortificación corporal
Orad por los enemigos de la Iglesia.
ORACIÓN
Oh Dios, Nuestro Señor. escuchadnos y haced que la solemnidad de Santa Eufrasia. regocijando nuestra alma. desarrolle en ella los sentimientos de una tierna devoción. Por J. C. N. S. Amén.
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