domingo, 16 de junio de 2019

Martirologio Romano 16 de junio


SAN FRANCISCO 
DE REGIS,
Confesor

n. 31 de enero de 1597 en Francia; 
† 30 de diciembre de 1640 en Lalouvesc, Francia


Nada hay oculto que no deba ser descubierto,
ni escondido que no haya de ser conocido y publicado.
(Lucas 8, 17)



  • En Maguncia, el suplicio de los santos Áureo, Obispo, y Justina, su hermana, y de otros Mártires, los cuales, mientras celebraban en la Iglesia los divinos misterios, fueron atrozmente muertos por los Hunnos, que devastaban la Germania.
  • En Besanzón de Francia, los santos Mártires Ferréolo, Presbítero,y Ferrución, Diácono; los cuales, enviados por el Obispo san Ireneo a predicar la palabra de Dios, después, por orden del Juez Claudio, atormentados con diversos suplicios, fueron pasados a cuchillo.
  • En Tarso de Cilicia, los santos Mártires Quirico y Julita, su madre, en el imperio de Diocleciano. Quirico, niño de tres años, que lloraba inconsolable a su madre, bárbaramente azotada con nervios de buey ante el Presidente Alejandro, murió estrellado contra las gradas del tribunal; Julita, después de duros azotes y crueles tormentos, acabó el curso de su martirio decapitada.
  • En Amatonte de Chipre, san Ticón, Obispo, en tiempo de Teodosio el Menor.
  • El Lyon de Francia, la dichosa muerte de san Aureliano, Obispo de Arlés.
  • En Nantes de la Bretaña Menor, san Similiano, Obispo y Confesor.
  • En Meisen de Germania, san Benón, Obispo.
  • •En el monasterio de monjas cistercienses de Aywières, en Brabante, santa Lutgarda, virgen,, sin vocación religiosa tomó el convento como una casa de huéspedes y continuó con su vida ordinaria de seguir alternando con los jóvenes que iban a visitarla, hasta que un día en el locutorio tuvo la visita de Cristo que le mostró la cruz como forma de salvación, volviendose insigne por su devoción al Sagrado Corazón del Señor. Por inspiración de María, se dedicó, con la oración, y el ayuno, a la conversión de los albigenses. Tuvo muchos éxtasis místicos. Estuvo ciega los últimos once años de su vida. 
  • San Francisco de Regis, Confesor, Nació el 31 de enero de 1597 en Francia. Sacerdote jesuita. Atendió a las víctimas de la plaga. Evangelizó a los campesinos analfabetos. Murió el 30 de diciembre de 1640 en Lalouvesc, Francia.



Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.


SAN FRANCISCO
DE REGIS,
Confesor


San Francisco impresionose de tal modo de lo que oyó decir un día a su madre concerniente a las penas del infierno, que toda su vida experimentó sumo horror por el pecado mortal. Cobijó su inocencia bajo el manto de la Reina de los cielos; y para mejor servir a esta bondadosa Madre, ingresó a una de las piadosas congregaciones erigidas en su honor. Entró en la Compañía de Jesús y, con tanto celo y fruto trabajó en la salvación de las almas, que mereció ser llamado apóstol de Vivarais. Murió en el año 1640 en Lalouvesc, donde su tumba se ha hecho célebre por la afluencia de peregrinos que a ella acuden y por los milagros que allí se producen.




MEDITACIÓN
SOBRE LOS TRES OBSTÁCULOS PARA UNA BUENA CONFESIÓN



I. La negligencia en prepararte a la Confesión a menudo es la causa de que no aproveches de un remedio tan salutífero. No indagas tus pecados con suficiente esmero; no te excitas lo suficiente a la contrición, porque no consideras el mal que te causan tus pecados, ni el bien de que te privan. Has perdido el más valioso de los bienes, la gracia, y todavía has menester que se te mande que tengas dolor de ello.

II. El respeto humano impide a menudo que se declaren todos los pecados. El demonio que nos había quitado la vergüenza cuando cometíamos nuestros crímenes, quiere ahora devolvérnosla en el santo tribunal. Desecha esta mala vergüenza, a menos que prefieras ver, en el día del juicio, expuestos tus pecados a la vista de todos antes que declararlos aquí a un solo hombre. Esta confusión que sufres ahora te será saludable, la otra será inútil. No te avergüences de tener que decir lo que no tuviste vergüenza de hacer (San Bernardo).

III. Recaes siempre en las mismas faltas, siempre te confiesas de lo mismo, porque no tienes un firme propósito de enmienda y no prevés los escollos allí donde tienes costumbre de naufragar. Piénsalo seriamente en lo porvenir, deja esas ocasiones peligrosas y no te preocupes por lo que diga el mundo. ¿Dónde estamos si más tememos disgustar a los hombres que a Dios? (Tertuliano).



La huida del pecado.
Orad por los que están en pecado mortal.


ORACIÓN
Oh Dios, que habéis otorgado al bienaventurado Francisco, vuestro confesor, una admirable caridad y una paciencia invencible en los trabajos que emprendió para la salvación de las almas, haced, por vuestra misericordia, que siendo enseñados por sus ejemplos y ayudados por su intercesión, obtengamos las recompensas de la vida eterna. Por J. C. N. S.


Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.










Sea todo a la mayor gloria de Dios.

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