lunes, 7 de diciembre de 2015

Martirologio Romano 7 de diciembre


SAN AMBROSIO,
Obispo, Confesor y Doctor de la Iglesia

n. hacia el año 340 en Tréveris, Galia;
† 4 de abril (Sábado Santo) del año 397 en Milán, Italia

Patrono de fabricantes de velas; abejas; apicultores; cereros; animales domésticos; aprendizaje; escolares; estudiantes.

SAN AMBROSIO, Obispo, Confesor y Doctor de la Iglesia

Considera bien el ministerio
que has recibido en nombre del Señor,
a fin de cumplir todos sus deberes.
(Colosenses 4, 17)

  • Vigilia de la Inmaculada Concepción.
  • San Ambrosio, Obispo, Confesor y Doctor de la Iglesia, el cual durmió en el Señor a 4 de Abril, pero su fiesta principal se celebra en este día, cuando entró a gobernar la Iglesia de Milán.
  • En Roma, san Eutiquiano, Papa, que con sus propias manos enterró en diversos lugares, trescientos cuarenta y dos mártires, a los cuales asociado después también él, bajo el imperio de Numeriano, fue coronado del martirio y sepultado en el cementerio de Calixto.
  • En Alejandría, el triunfo de san Agatón, militar, contra el cual, en la persecución de Decio, por haber impedido a unas personas que pretendían ultrajar los cadáveres de los Mártires, se levantó repentinamente una gran gritería del populacho; y llevado ante el Juez y perseverando en la confesión de Cristo, en pago de su piedad, fue condenado a pena capital.
  • En Antioquía, los santos Mártires Policarpo y Teodoro.
  • En Tuburbo de África, san Siervo, Mártir, que, en la persecución Vandálica y reinando Hunerico Arriano, fue por mucho tiempo apaleado, y luego, levantado en alto repetidas veces con garruchas y dejado caer de golpe con todo el peso del cuerpor sobre guijarros, y restregado con agudísimas piedras, consiguió la palma del martirio.
  • En Tiano de Campania, san Urbano, Obispo y Confesor.
  • En Santonge de Francia, san Martín, Abad, en cuyo sepulcro obra Dios frecuentísimos milagros.
  • En Brie, territorio Meldense, la conmemoración de santa Fara, llamada, también Burgundo-fara, Abadesa y Virgen; cuyo tránsito se conmemora el 3 de Abril.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.



SAN AMBROSIO
Obispo, Confesor y Doctor de la Iglesia

A la muerte de Aujencio, obispo herético de Milán, católicos y arrianos estaban a punto de llegar a las manos en la iglesia con motivo de su sucesor, cuando Ambrosio, gobernador de la ciudad, se trasladó a ella para apaciguar los ánimos. Un niño exclamó entonces por tres veces: ¡Ambrosio obispo! y toda la concurrencia súbitamente lo aclamó. Nacido en las Galias hacia el año 340, Ambrosio tenía entonces 34 años y sólo era catecúmeno. Ilustre por su nacimiento, llegó a serlo mucho más por sus virtudes, su ciencia y su caridad. Contribuyó poderosamente a la conversión de San Agustín. Después de la masacre de Tesalónica, negó al emperador Teodosio la entrada a la iglesia, hasta que hubo hecho penitencia. Murió en el año 397.


MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA DE SAN AMBROSIO

I. San Ambrosio, en su cargo de gobernador de Milán, defendió los intereses del César, pero supo al mismo tiempo dar a Dios lo que era de Dios. Imita la prudencia de San Ambrosio en tus asuntos temporales: hay que contentar a los hombres, cuando ello es posible sin ofender a Dios. Se puede y se debe ser hombre de honor y buen cristiano a la vez. La honestidad es el fundamento de la virtud cristiana.

II. Elegido obispo de Milán por inspiración divina, huyó San Ambrosio a Pavía, pero Dios extravió sus pasos y se encontró al día siguiente por la mañana a las puertas de Milán; comprendió entonces el llamado de Dios. Huye de los honores a imitación de este santo, pero no te opongas a los designios de Dios sobre ti; haz, por el contrario, lo que esté en tu poder para cooperar con ellos.

III. Este gran santo decía al morir: “No he vivido entre vosotros de modo que tenga aprensión de permanecer durante más tiempo con vosotros; pero tampoco temo morir, porque debo comparecer ante un Juez lleno de bondad”. ¿Podrías tú hablar con esta santa confianza? ¿Nada deberían reprender los hombres en tu conducta ? ¿Nada tendría que reprocharte Dios? ¿Qué te dice tu conciencia? La conciencia es un juez insobornable; cuando se levanta contra los hombres, grita en alta voz, acusa y escribe, por decirlo así, ante los ojos de los pecadores, la magnitud de sus ofensas (San Crisóstomo).

La dulzura.
Orad por vuestro Obispo.


ORACIÓN
Oh Dios, que habéis instruido a vuestro pueblo acerca de la salvación eterna por ministerio del bienaventurado Ambrosio, dignaos hacer que, después de haberlo tenido en la tierra como doctor y guía, lo tengamos como intercesor en el cielo. Por J. C. N. S.





Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo IV, Patron Saints Index.



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