SAN GUNTRANO,
Rey y Confesor
† 28 de marzo de 593
Cada uno de nosotros procure dar gusto a su prójimo
en lo que es bueno y pueda edificarle.
(Romanos 15, 2)
- San Juan de Capistrano, Sacerdote de la Orden de Menores y Confesor, de quien se hace memoria el 23 de Octubre.
- En Cesarea de Palestina, el triunfo de los santos Mártires Prisco, Maleo y Alejandro. Los tres, en la persecución de Valeriano, viviendo en una granja cerca de aquella ciudad, y viendo que en ésta se les ofrecían las celestiales coronas del martirio, encendidos del divino fuego de la fe, se presentaron espontáneamente al Juez, y le reprendieron su saña contra la sangre de los fieles, y él, por el nombre de Cristo, inmediatamente los entregó a las fieras para ser devorados.
- En Tarso de Cilicia, los santos Mártires Castor y Doroteo.
- En África, los santos Mártires Rogato, Suceso y otros diez y seis.
- En Norcia, san Esperanza, Abad, varón de maravillosa paciencia, cuya alma, según refieren san Gregorio Papa, al salir de este mundo, fue vista por todos los Monjes, sus hermanos subir al cielo en figura de paloma.
- En Chalons de Francia, el tránsito de san Gontrán o Guntrano, Rey de los Franco, el cual de tal suerte se consagró a los ejercicios de piedad, que, dejadas las pompas del siglo, distribuía generosamente sus tesoros entre las Iglesias y los pobres.
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
SAN GUNTRANO,
Rey y Confesor
San Guntrano, rey de Borgoña, era nieto de Santa Clotilde, reina de Francia. Cumplió con todos los deberes de un rey. Amaba tiernamente a sus súbditos y perdonaba generosamente a sus enemigos. Pocos monarcas hubo tan populares como él. Durante una peste, se ofreció como víctima al Señor para que se librara el pueblo. Después de haber fundado o dotado a muchas iglesias y monasterios, murió el 28 de marzo del año 593, a los 68 años de edad.
MEDITACIÓN
SOBRE LAS BUENAS OBRAS
I. Haz tantas obras buenas cuantas puedas mientras vivas; lo demás carece de valor después de la muerte. No dejes pasar ni un solo día sin que lo señales con alguna acción buena. La vida presente es breve, la futura es eterna. Hay que expiar los pecados cometidos: redímelos haciendo limosna a los pobres. ¿Por qué respetas la efigie del príncipe esculpida en el mármol o acuñada en el oro, y desprecias la imagen de Dios en la persona del pobre? (San Agustín).
II. Que sean buenas tus acciones delante de Dios y no sólo delante de los hombres; para ello realízalas para agradar a Dios y tal como quiere Él que las hagas. Cuídate de que no estén viciadas por la vanidad y el amor propio; si así no lo hicieres, no tendrás otra recompensa que la que el mundo te dé. ¡Qué!, mi corazón es tan pequeño, mi vida tan corta, ¿y querré yo partirlos entre Dios y el mundo?
III. También tienes la obligación de hacer el bien delante de los hombres; les debes el buen ejemplo. Sin vacilar declárate a favor de Dios, y nadie se atreverá, en tu presencia, a realizar un acto que le ofenda. No te avergüences cuando llegue la ocasión de salir en defensa del Evangelio, y el momento de comportarte como verdadero cristiano; acaso rían a costa tuya: regocíjate entonces. ¿El mundo no aprueba tus actos? Señal es que tienes el espíritu de Jesucristo. El cristiano es amado por Dios cuando es maltratado por el mundo (San Ignacio).
La limosna.
Orad por los que os gobiernan.
ORACIÓN
Oh Dios, que todos los años nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo con la fiesta del bienaventurado Guntrano, vuestro confesor, haced, por vuestra bondad, que honrando la nueva vida que ha recibido en el cielo, imitemos la que vivió en la tierra. Por J. C. N. S.
Fuentes: Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J., Tomo I; Patron Saints Index.
Visto en Tradición Católica
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