martes, 24 de mayo de 2016

Martirologio Romano 24 de mayo


SANTOS DONACIANO
Y ROGACIANO,
Mártires

† alrededor del año 300 en Nantes, Francia


No hay más que un Dios, Padre de todos,
que está sobre todos, que obra por todos, que está en todos.
(Efesios 4, 6)

  • Nuestra Señora María Auxilio de los Cristianos (Maria Auxilium Christianorum)
  • En Antioquía, el tránsito de san Manahén, que fue hermano de leche de Herodes Tetrarca, y llegando a ser Doctor y Profeta del Nuevo Testamento, descansó en la misma ciudad.
  • Asimismo, santa Juana, mujer de Cusa, mayordomo de Herodes, de la que hace mención san Lucas Evangelista.
  • En el Puerto Romano, el triunfo de san Vicente, Mártir.
  • En Nantes de la Bretaña Menor, los santos Mártires Donaciano y Rogaciano, hermanos; a quienes, en tiempo de Diocleciano, por su constancia en la fe, encarcelaron, suspendieron en el ecúleo y descarnaron con garfios; después les alancearon los soldados, y por último les cortaron la cabeza.
  • En Istria, los santos Mártires Zoelo, Servilio, Félix, Silvano y Diocles.
  • El mismo día, los santos Mártires Melecio, generar del Ejército, y doscientos cincuenta y dos soldados compañeros suyos, los cuales, con diverso género de muerte, consumaron el martirio.
  • También las santas Mártires Susana, Marciana y Paladia, mujeres de los dichos soldados, que, junto con sus hijuelos, fueron descuartizadas.
  • En Milán, san Robustiano, Mártir.
  • En Brescia, santa Afra, Mártir, la cual padeció en tiempo del Emperador Adriano.
  • En el monasterio de Lerín, en Francia, San Vicente, Presbítero, señalado en doctrina y santidad.
  • En Marruecos de África, el beato Juan de Prado, Sacerdote de la Orden de Menores y Mártir, el cual, predicando el Evangelio, después de sufrir valerosamente, por Cristo, prisiones, cárceles, azotes y muchos otros tormentos, consumó el martirio por el fuego.
  • En Bolonia, la Traslación de santo Domingo, Confesor, en tiempo del Papa Gregorio IX.

Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.

R. Deo Gratias.


SANTOS DONACIANO Y ROGACIANO,
Mártires

Eran dos hermanos: Donaciano, el menor, convirtió a la fe a su hermano mayor. El tirano los hizo encarcelar, y como los amenazase con hacerlos morir, dijo Donaciano: Los tormentos que Dios te prepara en el infierno son infinitamente más crueles que aquellos con que nos amenazas. Rogaciano, instado a que adorase a los ídolos, dijo: No me atrevo a adorar lo que está por debajo de mí; estos ídolos no son sino metal, sin vida y sin alma. Los dos fueron decapitados en Nantes, hacia el año 300.


MEDITACIÓN
DIOS ES NUESTRO PADRE

I. Dios es nuestro Padre; tiene más amor por nosotros que nuestros mismos padres, pues estos se contentan a menudo con procurarnos los bienes de la tierra y Dios nos quiere poner en posesión de los bienes del cielo. Es un Padre omnipotente, nos puede hacer bien; es infinitamente bueno, quiere hacérnoslo. ¿Qué confianza tenemos en su bondad? ¡Ah! Padre mío, he pecado contra ti, no soy digno de ser llamado hijo tuyo.

II. Si Dios es el Padre de todos los hombres, todos los hombres son hermanos y cada uno debe tener para con su prójimo una caridad verdaderamente fraternal. Los reyes y los súbditos, los pobres y los ricos son hijos de un mismo Padre y herederos de un mismo reino. A nadie desprecies, pues, ama a todos los hombres como a hermanos tuyos. Aquellos que te parecen despreciables acaso tengan una parte mejor que tú en la herencia del Padre celestial.

III. En todas tus necesidades, acuérdate de que Dios es tu Padre, ten confianza en Él: Él puede y quiere aliviar tus miserias. Si te ha dado bienes en abundancia, sabe que es para que hagas partícipes de ellos a los pobres, que son tus hermanos. Acuérdate que este Padre está en el cielo y que no es aquí en la tierra donde quiere darte su herencia. En tus aflicciones reconoce la mano de tu Padre. Que castigue Dios cuanto quiera, Él es nuestro Padre; si nos aflige y nos abate, es todavía nuestro Padre (San Agustín).

La caridad.
Orad por acrecentamiento de la caridad.


ORACIÓN
Haced, Os lo suplicamos, oh Dios omnipotente, que la intercesión de vuestros mártires Santos Donaciano y Rogaciano, cuyo nacimiento al cielo celebramos, nos libre de todos los males que nos amenazan. Por J. C. N. S.


Fuentes:Martirologio Romano (1956), Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. – Tomo II


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