SANTA PETRONILA,
Virgen
Quien guardare y enseñare mis mandamientos,
grande será llamado en el reino de los cielos.
(Mateo 5, 19)
Y en otras partes, otros muchos santos Mártires y Confesores, y santas Vírgenes.
R. Deo Gratias.
SANTA PETRONILA,
Virgen
La Iglesia hace hoy memoria de Santa Petronila. Su nombre es un diminutivo de Petro, y descendía de Tito Flavio Petro, abuelo de Vespasiano. Por esta razón fué enterrada en las catacumbas de Domitila que pertenecían a su familia. Se encuentra también venerada en la basílica subterránea de Nereo y Aquileo y los antiguos guías de los peregrinos asocian siempre su nombre al de los dos mártires. Desgraciadamente no se conservan ningún recuerdo de los primeros siglos sobre Santa Petronila y su verdadera historia permanece desconocida. En el siglo vi se creó una leyenda y en adelante se la tuvo por hija de San Pedro.
MEDITACIÓN
EL OLVIDO EL ÚLTIMO FIN ES EL ORIGEN DE LO MAL QUE DISCURREN
LOS MUNDANOS
I. Considera que el mundo es ciego, es insensato en el juicio que hace de los bienes y de los males de esta vida. Si se consulta su espíritu y si nos hemos de dejar guiar de sus luces, será preciso decir que todos los Santos se engañaron; que el Evangelio y que el mismo Jesucristo carecieron de luz y de discernimiento, habiendo errado en todos los principios. Horrorízase el corazón solo con oir estas blasfemias.
II. Se debe mirar la vida presente y la vida futura como dos diferentes regiones, en que el hombre ha de entrar sucesivamente; un puñado de días, un humo se desvanece, un sueño que luego se acaba, esa es la medida de esta vida. La eternidad, es una duración interminable, esa es la medida de la otra.
III. Hácese el mundo más digno de compasión, por lo mismo que se lisonjea en sus propios errores y desaciertos. Ah! y cuanta verdad es lo que dice el Apóstol (I Cor. 1), que para los hijos de perdición todo lo que suena a cruz es necedad y locura; mas para los escogidos esta divina palabra lleva la fuerza de Dios.
PLEGARIA
Nosotros, oh Petronila, juntamos tu triunfo a nuestras alegrías pascuales y veneramos a través de los siglos tu memoria bendita. Despreciaste al mundo con sus placeres y honores y tu nombre se lee a la cabeza de los fastos de la Iglesia Romana que se honra de haber sido tu madre. Socórrela ahora con tu intercesión. Protege a todos los que recurren a ti y concédenos celebrar con un santo entusiasmo las solemnidades que suceden en estos días. Por J. C. N. S.
Fuentes: Martirologio Romano (1956), Año Litúrgico Dom Gueranger., Tomo III, Año Cristiano Juan Croiset; Patron Saints Index.
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